La humanidad se enfrenta a otro problema dañino: el síndrome de Kessler generado por la acumulación de basura especial

Un nuevo estudio advierte que si los sistemas de prevención de colisiones de satélites se vieran afectados por una gran tormenta solar, podría producirse una colisión catastrófica en la órbita baja terrestre en unos pocos días con impactos sin precedentes.

Imagen ilustrativa de la basura espacial que rodea la Tierra. ESA


La basura espacial, generada por restos de satélites, está produciendo un problema que se acrecienta con el tiempo.

¿Qué es el síndrome de Kessler?

Básicamente es un escenario propuesto por el consultor de la NASA Donald J. Kessler en el cual el volumen de basura espacial en órbita baja terrestre sería tan alto que los objetos en órbita serían impactados con frecuencia por la basura, creándose así aún más basura y un mayor riesgo de otros impactos sobre otros objetos. A medida que el número de satélites en órbita crece y los viejos satélites se acumulan, aumenta el riesgo de este escenario de colisiones en cascada de Kessler.

El síndrome de Kessler es especialmente peligroso debido al efecto dominó y a la retroalimentación positiva. Cualquier impacto entre dos objetos de masa importante creará una basura adicional de metralla resultante de la fuerza de la colisión. Cada pedazo de metralla tiene el potencial de causar un daño adicional en otros objetos orbitando, creándose así más basura espacial. Con una colisión bastante grande (tal como una entre una estación espacial y un satélite), la cantidad de basura generada podría ser lo suficientemente alta como para hacer la órbita baja de la tierra inutilizable.

Un nuevo estudio dirigido por Sarah Thiele, de la Universidad de Princeton, advierte que si los sistemas de prevención de colisiones de satélites se vieran afectados por una gran tormenta solar, podría producirse una colisión catastrófica en la órbita baja terrestre en tan solo 2,8 días.

Los investigadores llaman a esta cuenta regresiva el Reloj CRASH (abreviatura de Collision Realization And Significant Harm). Mide el tiempo que tardaría, en promedio, en producirse una colisión que produjera escombros si los satélites perdieran repentinamente la percepción de la situación y dejaran de maniobrar.

En 2018, antes de que las megaconstelaciones actuales llenaran el cielo, el Reloj CRASH marcaba 121 días. Hoy, son menos de tres.

El problema creciente de las megacostelaciones de satélites y tormentas solares

El tráfico orbital se encuentra actualmente en niveles sin precedentes, especialmente en las densas capas de las naves espaciales Starlink, a cerca de 550 km de altitud. El estudio muestra que los encuentros cercanos entre objetos espaciales ocurren cada 20 segundos en la órbita baja terrestre. Según el informe semestral más reciente de SpaceX, solo los satélites Starlink realizaron 144.404 maniobras para evitar colisiones entre el 1 de diciembre de 2024 y el 31 de mayo de 2025.

La basura espacial se está convirtiendo en un problema creciente.

En el mejor de los casos, evitar colisiones requiere maniobras constantes y precisas. Pero ¿qué pasaría si los operadores de satélites ya no supieran exactamente dónde se encuentran sus naves espaciales?

Ese escenario no es hipotético. Durante la supertormenta geomagnética del 10 al 11 de mayo de 2024, más de 5000 satélites realizaron maniobras de emergencia para mantener sus órbitas ( historia completa ). La mayoría eran Starlinks. La incertidumbre sobre la posición aumentó a kilómetros, exactamente el tipo de perturbación prevista por el Reloj CRASH. Afortunadamente, la tormenta amainó antes de que se produjera una colisión importante.

Durante la supertormenta geomagnética del 10 al 11 de mayo de 2024, más de 5000 satélites realizaron maniobras de emergencia para mantener sus órbitas, línea negra. En azul se representa la intensidad de la tormenta.

Los operadores de satélites han temido durante mucho tiempo un escenario catastrófico denominado Síndrome de Kessler: una cascada descontrolada de destrucción de satélites provocada por un solo impacto que produzca escombros.

Este artículo , referenciado más abajo, argumenta que quizá aún no estemos en una cascada de Kessler, pero operamos en condiciones en las que una tormenta solar severa o un fallo de software podrían iniciar el cronómetro de CRASH.

Fuentes: Spaceweather.com / Wikipedia

Referencia

Sarah Thiele, el al, An Orbital House of Cards: Frequent Megaconstellation Close Conjunctions. Earth and Planetary Astrophysics (astro-ph.EP)
arXiv:2512.09643 [astro-ph.EP]

Esta entrada se publicó en Noticias en 20 Dic 2025 por Francisco Martín León

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