Daños causados por los rayos en los aviones

  Juan Pablo Gómez Arroyo Ingeniero Aeronáutico e Ingeniero de Vuelo (Flota B-747)Palabras clave: rayos, efecto, avión, vuelo, impacto, daño. Nota de la...

Daños Causados Por Los Rayos En Los Aviones

Juan Pablo Gómez Arroyo

Ingeniero Aeronáutico e Ingeniero de Vuelo (Flota B-747)Palabras clave: rayos, efecto, avión, vuelo, impacto, daño.Nota de la RAM. En el número 12 de junio de la RAM apareció una secuencia de un rayo que alcanzaba en el despegue a un Jumbo. Hemos recibidos muchas consultas y preguntas sobre los posibles daños que pueden causar un rayo en un avión. Juan Pablo ha tenido la amabilidad de escribir este trabajo. Le damos las gracias por su contribución. También a José Antonio Monistrol, por habernos puesto en contacto con el autor.Los daños que pueden producir los rayos que alcanzan un avión en vuelo son esencialmente de dos tipos: daños directos o primarios , y daños indirectos o inducidos.Daños primarios son aquellos que afectan físicamente a la estructura del avión, y son causados por la enorme carga puntual que es el rayo, dando lugar a los típicos “picotazos”, similares a los puntos de soldadura eléctrica, y que pueden llegar a perforarla por fusión.Para eliminar estos problemas, las aeronaves se construyen a imitación de una jaula de Faraday (perfectamente conductora), para lo cual los materiales no metálicos (fibra de vidrio, etc) son sometidos a diferentes procesos de transformación , que los conviertan en buenos conductores eléctricos, y por tanto la enorme carga eléctrica que porta el rayo, pueda circular y distribuirse uniformemente , por toda la estructura de la aeronave. Para facilitar este proceso, sus diferentes módulos deben estar perfectamente unidos por medio de conectores de masa, para que no haya diferencia de potencial, y por tanto evitar los posible arcos voltaicos, con los consiguientes daños estructurales. La sólida interconexión de todos los módulos de la estructura, facilita la evacuación de las cargas estáticas que se generan por fricción con el aire.La eliminación de la carga eléctrica de la aeronave, (indistintamente generada por el rayo, o por la fricción), se efectúa por los “descargadores de estáticas” situados en la estructura del avión.Daños secundarios, son aquellos ocasionados por los efectos electromagnéticos que producen los campos creados por las grandes cargas eléctricas, que circulan por la estructura de la aeronave, en la forma anteriormente citada, y que se traducen fundamentalmente, en sobreexcitación y por tanto sobrecarga de los generadores y conductores eléctricos, y por tanto la actuación de los sistemas de protección de los circuitos, llegando incluso a desconectarlos de las barras de alimentación.Este tipo de daños pueden ser los más peligrosos, ya que afectan o pueden afectar a los equipos de navegación y computación, con lo que ello supone en una fase critica del vuelo.Tanto los daños directos como los indirectos, han sido eficazmente combatidos por la industria aeronáutica, y a pesar de lo aleatorio que es el fenómeno del rayo, tanto en su magnitud como en su actuación durante el vuelo, la experiencia nos demuestra que las medidas y procedimientos adoptados, son los correctos para conseguir volar con la requerida seguridad, aun en presencia de rayos.Durante la experiencia, (tanto personal como testimonial de compañeros), acumulada durante mas de veinte años, y más de 11000 horas de vuelo, en distintos tipos de aviones comerciales, así como de diferentes rutas, no he detectado ningún daño que se encuadre fuera de los tipos aquí mostrados. Quiero no obstante mencionar dos casos que me han llamado especialmente la atención.El primero fue una situación, en la que el avión (un B-727) quedó tan cargado eléctricamente en vuelo, que se produjo el efecto del fuego de san Telmo en el morro del avión durante varios minutos.El segundo fue un avión DC-9, que quedo tan afectado por los daños indirectos, que quedo “imantado” y fue necesario fabricar un gran solenoide, para desmagnetizarlo.Saludos.
Esta entrada se publicó en Reportajes en 22 Sep 2003 por Francisco Martín León