La Bella y la Bestia

Estos días de finales de febrero e inicios marzo de 2018, donde la entrada de aire gélido ruso-siberiano ha colapsado a media Europa, hemos visto nacer una nueva palabreja periodística: la Bestia del Este.  Y todo junto a una bella borrasca llamada Emma, que  afectó de lleno a España.

La Bella Y La Bestia

Y es que los títulos de las películas famosas dan para mucho en este invierno de 2017-2018.

La entrada de una masa muy fría de origen ruso-siberiano, tiene el nombre técnico de masa polar continental de tipo ruso-siberiano. En la jerga técnica y de aficionados a la meteorología recibe el nombre de “el expreso siberiano” o “la siberiana”. La misma Météo France la nombra como “el expreso Moscú-Paris”, haciendo alusión a la llegada de una masa de aire muy gélido proveniente de Rusia.

Como se puede ver en estas expresiones no se hace referencia si es bestia, explosiva, súbita, dañina o estratosférica. Solo se indica que viene de Rusia o de Siberia. Y esto en invierno significa mucho frío, como el valor de los reclutas en la mili, que se suponía que lo tenían.

¿Por qué este artículo?

El origen estuvo en una cafetería donde los informativos de una TV anunciaban la llegada de la “Bestia del Este”. Era un informativo amarillo y no del tiempo. Un cliente levantó la cabeza y dijo: “La madre que me parió, que palabra se han inventado”. Me quede sorprendido, no de la Bestia, sino del comentario de esta persona. Y no es para menos.

Y es que el mundo anglosajón, en este caso el inglés, suele inventarse palabros meteorológicos todos los años con las entradas frías, como ha sido éste. Y van algunos medios españoles y lo copian sin pudor, tal cual: The 'Beast from the East'. La noticia saltó súbita y explosivamente en algunos medios como la “Bestia del Este”. Pero si es tan del este para nosotros tendrá que venir dicha bestia desde el Mediterráneo, que es “nuestro este”.

Estas irrupciones de aire frío, continental y seco han existido siempre en invierno y son las que nos han traído las olas de frío en diciembre, enero o febrero. En este caso ha sido algo tardía y no nos ha afectado de lleno, solo de forma colateral en el norte peninsular. Otra cosa son los efectos causados sobre el centro y oeste europeo, junto con las Islas Británicas

La llegada de la borrasca Emma (la Bella) por el oeste peninsular, trayendo un temporal ábregos cargados de humedad, ha producido una interacción entre la masa fría en el norte y la cálida y húmeda del sur, dando lugar a nevadas históricas en el norte peninsular, con la nieve a pie de playa en el País Vasco, por poner un ejemplo, muy mediático.

Y de nuevo aparece la causa de las nevadas: la bestia del este (esta vez en minúsculas porque no era el núcleo frío y principal como tal el que nos afectó).

Emma, la dulce, la cálida y la bella, se encontraba con la bestia del este para abrazarse entre ambas “perturbaciones” y dar lugar a la “tormenta perfecta” en un “zarpazo del este” histórico. Demasiado sentimentalismo mediocre y amarillento en esta historia de amor no correspondida en este caso.

Aunque algunos servicios meteorológicos nacionales están estudiando introducir ciertos términos de la jerga popular en las predicciones de precipitación, dudo que el concepto de “Bestia del Este” forme parte en el futuro de las predicciones meteorológicas. Es un término periodístico puntual y mediático sin sentido meteorológico.

Espero no encontrarme con la predicción de una ciclogénesis bestial explosiva estratosférica súbita en el futuro, o sí.

Veremos en el invierno 2018-2019 que otro término periodístico se inventan para otra ola de frío. Antes puede haber otros asociados a olas de calor o borrasca intensa.

Francisco Martín León, meteorólogo

Esta entrada se publicó en Actualidad en 01 Mar 2018 por Francisco Martín León