Potente gas efecto invernadero pasado por alto

Elevados niveles de trifluoruro de nitrógeno, gas usado para hacer pantallas de TV de plasma, se han encontrado en la atmósfera.

El aumento de TV de plasma parece elevar los niveles atmosféricos de un gas de efecto invernadero muy potente.

Un gas efecto invernadero muy raro pero extremadamente potente usado en la industria de la electrónica es, por lo menos, cuatro veces más abundante en la atmósfera de lo que se pensó previamente, según han encontrado los científicos. Para mejorar el control de su uso, se recomienda que el trifluoruro de nitrógeno (NF3) se deba agregar a la lista de gases regulados bajo los futuros acuerdo sobre el cambio climático.

NF3 es 12.000-20.000 veces más eficiente en atrapar el calor que el dióxido de carbono, el más conocido de los seis gases efecto invernadero regulados por el protocolo de 1997 de Kyoto sobre el cambio climático.

En los últimos diez años, el NF3 se ha convertido en una alternativa ambientalmente preferible a los perfluorocarbonos más volátiles. Es ahora de uso general por los fabricantes de TV de plasma y de otras pantallas como una fuente de átomos reactivos del flúor, y fabricación de chips de silicio en ciertos dispositivos.

Ya se pensó que pequeñas cantidades del gas se escaparían a la atmósfera en estos procesos - cerca del 2% de todo el NF3 producido – se asumía de largo que su contribución al calentamiento artificial del planeta era insignificante.

“Screen burn”

Este concepto fue primero un reto a principios de este año cuando Michael Prather, químico atmosférico en la Universidad de California en Irvine, cuestionó los índices comúnmente presuntos de emisión del gas.

Ahora, los análisis de las muestras de aire recogidas en dos estaciones costeras de “aire limpio” en California y Tasmania, Australia, han confirmado, por primera vez, que un porcentaje perceptiblemente más alto de la producción total de NF3 se escapa a la atmósfera.

El equipo, liderado por Ray Weiss de la institución de Scripps de Oceanografía en La Jolla, California, utilizó un sistema combinado de cromatografía de gas y de espectrometría para medir los niveles NF3 en sus muestras.

Encontraron que durante las últimas tres décadas, la concentración atmosférica del gas ha aumentado muy considerablemente, desde los 0.02 hasta 0.454 porciones por trillón, con la mayoría de las emisiones generadas en el hemisferio norte. La cantidad total del gas en la atmósfera, estimada en 2006 era de menos de 1.200 toneladas, cuando realmente era de 4.200 toneladas y se ha elevando desde entonces a 5.400 toneladas, según divulgan en Geophysical Research Letters.

Dado su fuerte potencial de calentamiento global, se estima que su ciclo de vida o permanencia en la atmosfera es de 740 años, esto es equivalente al efecto de cerca de 67 millones de toneladas de dióxido de carbono – aproximadamente las emisiones de CO2 anuales total de Finlandia.

"Me gustaría decir caso cerrado. Ahora se demuestra ser un gas de efecto invernadero importante, " dice Prather, que no estuvo involucrado con el segundo estudio. " Ahora necesitamos conseguir datos y números contundentes en cuánto al sistema de producción."

"Las industrias fueron absolutamente desdeñosas por el trabajo de Michael Prather y lo consideraron como especulación pura, " dice Piers Forster, químico atmosférico en la Universidad de Leeds, Reino Unido. " Este nuevo trabajo demuestra que NF3 está en cantidades significativas, y se está incrementando"

Los trabajos han señalad el problema en momento justo como para que las industrias “limpien” sus actividades, agrega. Las pantallas de cristal líquido (LCD), por ejemplo, se pueden producir de una manera más respetuosa con el medio ambiente, y pueden pronto comenzar a sustituir las pantallas del plasma.

"El problema puede morir naturalmente, " conviene a Jim Haywood, científico atmosférico de l UK Met Office. " Pero mientras tanto, bien puede valer el incluir el NF3 en la lista regulada de gases efecto invernadero."

Referencías

Prather, M. J. & Hsu, J. Geophys. Res. Lett. 35, L12810 (2008).

Weiss, R. F., Mühle, J., Salameh, P. K. & Harth, C. M. Geophys. Res. Lett. (2008) doi:10.1029/2008GL035913.

Texto de Nature:

http://www.nature.com/news/

Esta entrada se publicó en Noticias en 21 Dic 2008 por Francisco Martín León