¿Por qué la temperatura de un termómetro callejero es incorrecta?
La pregunta se podría extender a otros artilugios térmicos: el termómetro de un coche, los de casa, o incluso el de un móvil inteligente. Dichas temperaturas representan las medidas de "otras cosas"
Todos los veranos somos testigos en las redes sociales y medios de comunicación de imágenes de las temperaturas tomadas por conductores en sus coches o de reporteros gráficos sufriendo el calor intenso en Sevilla o Córdoba que fijan sus cámaras en las temperaturas de termómetros callejeros. Todas ellas que son muy, muy altas y poco representativas, ya que nada tienen que ver con los registros térmicos oficiales.
Es típico que al sufrir una ola de calor o un episodio de altas temperaturas que las TVs emitan y den valores de un termómetro negro y callejero marcando los 48 ºC o 51 ºC al sol cuando los registros oficiales de AEMET solo serán de 38 o 40ºC, por poner un ejemplo. Pero no solo eso, cada cadena de TV se afana por haber encontrado el termómetro con el valor más alto en estos artilugios que invaden nuestras ciudades, confundiendo a los espectadores y observadores.
Si necesita de una lectura precisa de la temperatura exterior, no preste atención al termómetro de su coche, ni de los termómetros callejero, ni de un termómetro colocado al sol en su casa. No están midiendo la temperatura del aire. En un día cálido de verano, todos estos medidores muestran una temperatura significativamente mayor que la temperatura real, y hay varias razones del porqué.
La temperatura “oficial” se mide con una normativa y regulación precisa y clara para homogeneizar la medida en diferentes lugares del mundo. El termómetro de mercurio, en general, o el sensor térmico, está situado en una garita meteorológica y a la sombra. El mercurio líquido dentro del termómetro se expande y aumenta hasta un cierto valor cuando la temperatura del aire ambiente sube, y se contrae y cae a un valor más bajo cuando baja la temperatura del aire que hay dentro de la garita.
Un termómetro callejero posee un sensor eléctrico, normalmente un termistor, ubicado en el interior de un cubículo metálico, acristalado y con plásticos. Lo que mide dicho sensor es la temperatura del interior del recipiente donde esté situado, y en muchas ocasiones están a la vista, en lugares muy soleados para ser vistos, acompañando a un anuncio publicitario. Y además muchos son de color negro, que absorben mucho el calor. No es raro ver dos termómetros callejeros cercanos situados en dos lugares diferentes con medidas de hasta 20 ºC de diferencia: uno al sol y otro a la sombra, uno de un constructor y otro de otro, uno cerca del asfalto y otro en zona ajardinada y fresca, etc.
La temperatura del termómetro callejero serviría si estuvieramos dentro del artilugio de medida.
El termistor, como en la mayoría de las ocasiones en los termómetros callejeros, es un sensor de temperatura que usa la resistencia eléctrica de un material semiconductor. Su funcionamiento se basa en la variación de la resistividad del material que presenta un semiconductor con la temperatura. Los termistores suelen ser precisos, pequeños y baratos.
El verdadero problema es dónde el termistor o termómetro se encuentra en su coche o en el anuncio de calle. Para el caso de los coches, la mayoría de los fabricantes de automóviles colocan el termistor en la parte delantera del coche detrás de la parrilla o frontal del coche. Esta ubicación expone las lecturas del instrumento al calor re-irradiado de la superficie de la carretera.
En lo meses calidos, el asfalto “arde” de calor, y al contrario los meses fríos, de forma que el coche es sensible a esta fuente de calor o frío externo.
En el caso de los termómetros callejeros, estos se ubican en zonas altas de 3- 4 m (1.5-2 m es la altura donde se ubican los termómetros de garita) para su mejor visibilidad y rodeado de cemento, piedra, etc., para su mejor sujeción. Otras veces está colocado cerca de una pared que sujeta al recipiente anunciante. Otra fuente de calor cercana (la piedra o cemento) que invalida su lectura muy recalentada.
En muchas casas se dispone de termómetro de máxima y mínima. Sus lecturas pueden aproximarse más a las medidas oficiales, siempre y cuando el termómetro esté a la sombra, alejado de ventanas y lugares soleados o fuente de calor/frío. Si el medidor se coloca sobre un televisor o frente al aire frío del refrigerador entonces la medida se ve falseada.
Por lo tanto, la temperatura que el termistor del coche o del termómetro callejero está registrando en verano es “otra temperatura” más cálida que la oficial, llegando a ser de 5-10ºC superior a la de la garita, en algunas ocasiones.
¿Nos podemos fiar de los datos de estos sensores de “ciudad”?
La respuesta es que no. Estos medidores térmicos ni son oficiales, ni cumplen la “reglas de normalización de toma de temperatura”, miden otra temperatura, la del aire del contenedor recalentado.
Pero aún así, seguiremos viendo a los sufridos reporteros mostrando unas temperaturas engañosas y folklóricas cuando una ola de calor se abate sobre España, más aún si no hay otro tipo de noticias.
Si quiere usar el termistor de su coche como medida de la temperatura “aproximada” coloque el coche a la sombra, parado durante un rato muy grande y sobre todo lejos del asfalto. Póngalo en una zona ajardinada a ser posible, pero siempre a la sombra. Los coches de colores oscuros absorben más calor que los claros.
Si usa el termómetro casero, de max/min o de otro tipo, ubíquelo en una zona de constante sombra a 1.5-2 m de altura y lejos de una fuente de calor/frío.
Por último, si quiere saber la temperatura máxima, mínima o actual vaya a un servidor de datos oficiales de meteorología. No use los datos de termómetros callejeros si se quiere concocer el dato "oficial" de temperatura en ese lugar.