¿Hasta cuántos días de antelación se puede predecir el tiempo?

Una de las empresas comerciales de predicción del tiempo más importantes de los EE.UU., AccuWeather,  afirmó a principios del mes de abril de 2016 que podría predecir las condiciones del tiempo (temperatura, viento, precipitación, etc,..) hasta con tres meses de antelación: 90 días. Y así lo hace en su portal  de forma gratuita. Pero  ¿Qué hay de cierto en ello?, ¿Con qué fiabilidad? ¿Hay bases científicas? 

Predicciones para finales de junio y primeros de julio de 2016 en Madrid realizadas por AccuWeather el 24 de abril de 2016.Para el 29 de junio se preveé de forma determinista "un par de tormentas"

Es una afirmación y acción audaz que ha sido refutada por muchos meteorólogos e investigadores del tiempo que dicen que tal pronóstico a 90 días sólo será tan buena como la de los promedios históricos (la climatología) y no sirve de mucho para alguien que planea una caminata a la montaña, una boda al aire libre, una siembra o planificar sus vacaciones de tiempo conflictivo. Por el lado contario, siempre alguien pensará que es mejor disponer de “alguna predicción” a 40 o 90 días que nada. Ese predicción, ahora gratis en el portal de AccuWeather, se paga su precio en oro cuando algunas compañías sin escrúpulos han cobrado el “humo de sus predicciones especiales” a 90 días a agricultores y ganaderos sobre si se habrá o no granizo severo, o precipitaciones intensas, o vientos adversos en esos momentos tan alejados.

Estado actual de la predicción

Pero sigamos sobre el tema que nos trae. La imposibilidad de predecir la atmosfera de la Tierra más allá de unos días se debe a que es un sistema caótico que no sigue un camino fácil de predecir y donde no conocemos exactamente su estado inicial, clave para una buena predicción según Keith Seitter, director ejecutivo de la American Meteorological Society, AMS, en Boston.

"Si alguien mantiene un seguimiento de cómo lo hizo (AccuWeather), encontraría que es bastante terrible la predicción," dijo Seitter. Para avalar las predicciones a rangos tan amplios de 40, 50 o 90 días es necesario que dichas predicciones estén acompañadas por verificaciones objetivas que cuantifiquen la predicción frente la observación y que dichas predicciones mejoren la predicción usando simplemente la climatología. Y esto parece que no se ha hecho.

Parece ser que todo obedece a una política comercial poco seria y mal fundamentada científicamente pero que puede dejar magníficos beneficios.

Las mejores predicciones operativas actuales del tiempo que se pueden hacer ahora no van más allá de 7 a 10 días, y con bastante incertidumbre en los últimos periodos. Después de esos días, la precisión de la predicción disminuye muy rápidamente, e incluso, a veces, mucho antes. Para esos periodos tan alejados en el futuro es bueno hablar de tendencias y variaciones o anomalías respecto a la climatología a nivel general, pero nunca se pueden hacer predicciones detalladas a escala local (y deterministas) como hace la empresa del tiempo aludida.

Lo que hay que resaltar e informar de la buena noticia es lo que hay en el transfondo: el pronóstico del tiempo ha mejorado en los últimos años pero no hasta los límites de AccuWeather.

Las mejoras en la tecnología informática, la recopilación de datos y los modelos meteorológicos han dado como resultado la mejora de la previsión aproximadamente en un día cada década. De esta forma deberíamos esperar años para poder disponer de predicciones a 15 días más fiables. Es impensable, hoy por hoy, predicciones útiles y con valor añadido positivo respecto a la climatología, por ejemplo a 90 días de adelanto.

Uno de los mayores avances ha llegado en el impulso de la potencia de los ordenadores. Así, la NOAA, la agencia matriz del Servicio Meteorológico Nacional de los EE.UU., opera con superordenadores en Renton, Va., (“Luna") y Orlando, Fla., (“Surge") para realizar las previsiones meteorológicas.

Después de una actualización de $ 44 millones en enero de 2016 en cada uno de ellos, ahora tienen la capacidad de 2,89 petaflops, o 2,89 billones de cálculos por segundo, de acuerdo con Richard Michaud, director de la oficina central de procesamiento de la NOAA. Eso es más que los 778 teraflops (1 petaflop equivale a 1.000 teraflops) de la potencia de cálculo del año pasado.

Lo mismo está haciendo su homólogo europeo, el ECMWF/CEPPM, que con sus nuevos ordenadores está permitiendo hacer predicciones a 10 km de resolución de rejilla en su modelo determinista y otras mejoras en sus predicciones probabilistas.

En términos más simples, cuanto más rápido y más grandes sean los equipos, permitirán a los científicos de las agencias meteorológicas a:

  • Predecir mejor la cantidad, momento y el tipo de precipitación tanto en las borrascas, ciclones tropicales, tormentas, etc.
  • Crear "previsiones de agua" y con mayor precisión en predecir las sequías y las inundaciones
  • “Conectar” los sistemas atmosfera-mar-tierra para realizar un seguimiento de, por ejemplo, varios ciclones tropicales o huracanes a la vez, mejorando su intensificación y desplazamientos

Estos superordenadores son los cerebros que están detrás de las previsiones meteorológicas que se ven en la televisión cada noche o el teléfono inteligente cuando nos despertamos.

Pero no solo eso es necesario. La mejora en la cantidad y calidad de las observaciones diarias por tierra, mar, y aire, y sobretodo de datos por satélites, permiten crear un estado inicial de la atmósfera que se va a predecir mucho más realista que antes para los predictores y los modelos numéricos y así predecir mejor el tiempo. Los pronósticos son cada vez mejores tanto a nivel global como sinóptico y local, pero no a más tiempo o largo plazo como para realizar predicciones de hasta 90 días.

No es sólo disponer y agregar más tiempo de cálculo en los superordenadores, además es tener más y mejores datos y asimilarlos en los modelos. Construir mejores modelos es el trabajo de los informáticos, los científicos del tiempo y clima y de los meteorólogos.

El modelo global de pronóstico europeo tiene una ligera ventaja sobre el modelo meteorológico de los EE.UU.. Esto se debe a que el ECMWF asimila más y mejores datos en su cadena de predicción que el modelo americano, entre algunas de sus ventajas.

¿Y en el futuro?

En el futuro, Michaud de la NOAA dice que los avances en la computación cuántica, los nuevos tipos de procesadores y las mejoras en las observaciones podrían hacer que se extienda la predicción a largo plazo. Pero siempre habrá límites que no se pueden superar, dijo Seitter de la AMS.

La atmósfera en sí misma no sabe lo que va a hacer un mes a partir de ahora. La predicción es probabilística ya nos ayuda en ese sentido. Actualmente solo podremos decir que en una zona a un mes vista será más húmeda o más seca que lo normal. Lo que no se puede hacer es decir hoy que va a llover a 42 días y luego hacer sol después. La tecnología y ciencia actual no lo permiten.

Mientras existan personas que crean que se puede predecir el tiempo de forma infalible y determinista o existan compañías que paguen por predicciones a 40 o 90 días, se tendrán organismos que “darán a su manivela para hacer churros”, pudiendo predecir el tiempo no solo a tres meses sino a periodos aún más largo.

Humo a precio de oro, o gratis, sin sentido meteorológico.

Esta entrada se publicó en Noticias en 25 Abr 2016 por Francisco Martín León