Podrían volver las borrascas, hay indicios ¿suficientes?

Muchas zonas de nuestro país llevan un arranque de año bastante aciago en precipitaciones. En la vertiente mediterránea peninsular hay pluviómetros que apenas han sumado unas décimas, y en el interior y oeste el saldo sale negativo respecto a la media climática. La disposición de los centros de presión solo ha permitido que cundieran las lluvias en el tercio norte de la Península, y de forma desigual. En la ciudad de Santander a lo largo del último mes ha llovido el doble de lo normal: algo más de 223 litros por metro cuadrado. Mientras tanto, en Zaragoza los datos se ciñen a la media.

En las últimas jornadas los modelos de predicción y algunos índices han dado motivos para ser optimistas de cara a la vuelta de los paraguas. Sin embargo, en esto de la ciencia del caos “no hay números mágicos”, tal y como alega nuestro meteorólogo colaborador Francisco Martín. De momento, el corto y medio plazo solo va a sacar de la chistera un sistema frontal que afectará el viernes a Canarias y otro, de cara el domingo, cuya incidencia en la Península Ibérica aún está por ver.

Bloqueo anticiclónico en Centroeuropa

El anticiclón de las Azores ha puesto rumbo a Centroeuropa y está previsto que se asiente un tiempo por allí. Este centro de altas presiones ejercerá un ‘bloqueo’ ante la llegada de borrascas atlánticas, que no podrán seguir su camino habitual por el norte del continente. En esas latitudes el ambiente será primaveral, sobre todo en las horas centrales, con anomalías positivas de temperaturas en las capas medias y bajas de la troposfera de hasta 12 ºC.

Esto podría hacernos pensar en la llegada de aire polar e inestabilidad a nuestro país, sin embargo, parece que la dorsal anticiclónica va a estar muy cerca, prácticamente encima, y no va a dejar que la nubosidad se prodigue demasiado. “Para que llueva en España el anticiclón de las Azores, o equivalente, debe trasladarse a Islandia”, avisa Francisco Martín. Cuando esto sucede, “en niveles altos el chorro polar se suele bifurcar, un ramal se va hacia Groenlandia y otro queda en latitudes medias, apuntando a la Península con bajas y aire polar”.

El índice NAO pasará a ser negativo

Entre los expertos también se habla mucho del índice NAO, que atiende a la North Atlantic Oscillation u Oscilación del Atlántico Norte. Hasta ahora se ha mantenido en valores positivos pero en los próximos días tenderá a desplomarse. Martín aporta la definición, “este índice se calcula a partir de la diferencia de presión a nivel del mar entre las Azores e Islandia”. A efectos prácticos, a la presión registrada en el archipiélago se resta la presente en Islandia. Normalmente el resultado de esta operación es positivo, porque suelen abundar las altas presiones en las Azores y las bajas en terreno islandés. Este escenario suele suponer tiempo estable y soleado en nuestro país.

Cuando la ecuación tiene un saldo negativo, como el previsto para próximas fechas, los meteorólogos empiezan a mirar más de la cuenta los mapas. “Con un índice negativo las bajas presiones llegan a las Azores y se pueden extender a España”, afirma Martín, pero las predicciones a medio y largo plazo no son tan simples. “El uso de la NAO es útil pero limitado, hay que buscar otros índices que lo complementen”, advierte. De momento los modelos de predicción apuestan, efectivamente, por borrascas en el archipiélago azoriano. El problema es que no tienen visos de llegar a nuestras inmediaciones, una cresta anticiclónica podría frustrar el ‘bloqueo’ y los valores negativos de NAO. Estaremos atentos.