Hojas secas, paja o corteza: la manta térmica que tus plantas necesitan antes de las heladas
Con la llegada del frío, proteger las raíces se vuelve indispensable: descubre por qué las hojas secas, la paja o la corteza funcionan como una auténtica “manta térmica” para tus plantas durante el invierno.

Cuando se acerca el invierno, el suelo pierde calor rápidamente y las raíces quedan expuestas a temperaturas que pueden dañarlas o incluso matarlas. En macetas, el riesgo es mayor: la tierra se enfría con más velocidad y el cepellón sufre los cambios térmicos casi sin defensa natural.
Por eso, usar materiales orgánicos como hojas secas, paja o corteza no es solo un truco de jardinería tradicional, sino una de las técnicas más eficaces para aislar el suelo y mantener estable la humedad, claves para que la planta sobreviva al invierno.
El mulching: el método natural que actúa como manta térmica
Esta técnica se conoce como mulching o acolchado, y consiste en cubrir la superficie del sustrato con un material que ayuda a conservar temperatura, humedad y nutrientes.
El Plan de Acción contra los incendios ya está en marcha con más de 250 personas voluntarias de @SomosABANCA y Afundación
— Afundación (@Afundacion_org) November 12, 2025
Con técnicas como el "mulching", el suelo y los acuíferos se protegen de la erosión y de los sedimentos para prevenir más daños y acelerar la pic.twitter.com/QlbFuFFnbD
Los materiales vegetales se descomponen lentamente, aportando materia orgánica al suelo mientras lo protegen.
Y, lo más interesante, funcionan como una barrera contra las heladas, evitando que el frío penetre profundamente.
Hojas secas: el recurso gratuito más eficaz
Las hojas secas son uno de los mejores acolchados que existen, y además no cuestan nada. Sus principales ventajas son las que enumeramos aquí abajo.
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Excelente capacidad aislante: crean una capa suelta que retiene aire caliente entre sus fibras.
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Retienen humedad sin encharcar.
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Mejoran la estructura del suelo al descomponerse.
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Protegen la vida microbiana, fundamental para que la planta crezca fuerte en primavera.
Funcionan de forma espectacular en huertos urbanos, macizos de flores, frutales jóvenes y plantas ornamentales.
Paja: ligera, cálida y perfecta para grandes superficies
La paja es uno de los acolchados más usados en agricultura y jardinería tradicional. Destaca por estas características.
- Su ligereza, que evita compactación
- Una capacidad térmica excelente, que mantiene el suelo templado incluso con heladas fuertes.

Es ideal para huertos, bancales elevados y jardines donde se busca una protección uniforme.
Corteza de pino: estética, práctica y duradera
La corteza es el acolchado preferido en jardinería decorativa. Aunque es más pesada que las anteriores, tiene ventajas importantes.
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Reduce la evaporación y mantiene la humedad a niveles óptimos.
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Actúa como escudo térmico, retrasando la entrada del frío en el sustrato.
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Evita malas hierbas, algo que no garantizan la paja ni las hojas.
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Dura más de un año sin renovarse.
En definitiva, es perfecta para arbustos, plantas perennes y macizos ornamentales.
Cómo aplicar el acolchado correctamente
Aplicar correctamente el acolchado es fundamental para que realmente proteja a las plantas durante el invierno. Antes de colocarlo, es importante retirar las malas hierbas y airear ligeramente la superficie del suelo.
Después, se extiende una capa de entre cinco y diez centímetros de grosor, procurando que el material no esté en contacto directo con el tallo para evitar acumulaciones de humedad que puedan provocar hongos. Una vez distribuido, conviene regar suavemente para ayudar a que el acolchado se asiente y quede bien integrado.
Durante las semanas siguientes, es recomendable revisarlo cada cierto tiempo por si fuera necesario añadir más material.
Beneficios más allá del invierno
El acolchado no solo protege del frío. También ofrece otras ventajas importantes.
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Reduce hasta un 50 % la pérdida de agua.
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Mejora la fertilidad del suelo sin necesidad de productos químicos.
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Favorece la actividad de microorganismos y lombrices.
Así protegen el suelo en la provincia de León tras los voraces incendios de este verano y ante la llegada de precipitaciones. Se reduce así el arrastre de cenizas y la pérdida de suelo como consecuencia de la erosión de la escorrentía superficial. Vídeo de @naturalezacyl pic.twitter.com/Ft7Jp3deyc
— MeteoMadrid (@carlosweder_) October 22, 2025
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Evita la erosión del suelo tras lluvias intensas o incendios.
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Regula la temperatura tanto en invierno como en verano.
Por eso, es una técnica imprescindible para cualquier jardín sostenible.
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