"Cuando nieva hace menos frío", ¿mito o realidad?

Cuando llega el invierno y las temperaturas son extremadamente bajas, muchos hemos escuchado eso de “cuando nieva hace menos frío”. La sabiduría popular tiene sentido en esta afirmación. ¿Por qué?

Nevando y gente andando por la calle
Aunque no parezca lógico, al nevar hace menos frío.

La meteorología es noticia estos días en España por las importantes nevadas que han caído en cotas bajas. La nieve se ha acumulado de forma espectacular en muchas ciudades del interior, siendo Madrid la que ha tenido más repercusión, por ser la capital y el lugar donde vive más gente. Las redes sociales han dado buena fe de ello.

Si la nieve, hasta ahora, ha sido la que ha protagonizado horas de informativos y titulares en la prensa, a partir de hoy lo será el frío. Desde este lunes día 11 hasta el jueves 14, de momento, una ola de frío se va a instalar en nuestro país. Será la primera ola de frío de este invierno y la recordaremos durante tiempo porque nos podría dejar unas temperaturas nunca antes registradas.

Es curioso, pensarán muchos, que justo cuando haya dejado de nevar las temperaturas empiecen a ser tan frías. Pasó lo mismo jornadas antes de que se iniciara el temporal de nieve. Hacía mucho más frío que ahora. Eso nos hace pensar que cuando está nevando, hace frío, pero no el frío tan intenso que hemos tenido y que vamos a tener estos días. ¿A qué se debe que la nieve ahuyente al peor frío?

La nieve, nuestro aliado contra el frío

Las temperaturas más frías en nuestro país siempre se han marcado con cielos despejados. Nos tenemos que fijar en que en estas situaciones de frío extremo, casi nunca tenemos nevadas. Y si cae algo de nieve, son nevadas tímidas. El motivo principal es que el aire tan frío no tiene capacidad para retener el agua. Así que si el aire es muy frío, también lo será muy seco.

El Retiro lleno de nieve
El Parque del Retiro de Madrid lleno de nieve.

Para que podamos tener nevadas como las de estos días es necesario que llegue una masa de aire húmeda. Y esta masa de aire no puede ser muy fría porque si no, no podría retener el agua que acabamos de comentar. Por este motivo las grandes nevadas en España vienen de la mano de vientos húmedos, cargados de agua, pero que no son especialmente fríos. Eso sí, se encuentran con una masa de aire gélida en nuestro país, y el choque de ambas masas es lo que provoca tantas nevadas.

Así que cuando alguien diga que al nevar hace menos frío, podemos darle la razón. Es cierto que frío tiene que hacer, evidentemente, si no, no nevaría. Estamos comparando este frío con el que llega a hacer en algunas ocasiones con cielo despejado, a veces insoportable a pesar de ir bien abrigados.

El anticiclón, el peor enemigo en invierno

El anticiclón aporta un tiempo más estable, pero en invierno tiene unas consecuencias que pocos imaginamos. Por un lado, sus altas presiones retienen la contaminación en las grandes ciudades, así como la humedad, que provoca nieblas que en algunos valles interiores pueden permanecer durante días sin levantar.

Otra de las consecuencias, la que vamos a experimentar a partir de hoy, es que retiene el frio. Tras el paso de Filomena, un anticiclón atlántico va a estabilizar el tiempo pero va a dejarnos el aire estancado y frío, muy frío. Se esperan heladas severas en el interior y temperaturas máximas, a pesar del sol, muy cortas.

En capitales de provincia esperamos temperaturas mínimas inferiores a los -10 ºC. Es el caso de Madrid. Lo peor de todo es que este frío extremo se va a mantener durante días. De todas maneras, lejos de la capital, otras ciudades van a vivir un frío aún peor. Ávila, Segovia, Cuenca, Teruel, Soria... son capitales de provincia que van a llegar, posiblemente esta semana, a los -15 ºC. Frío en mayúsculas.