Los patrones de viento y clima del Atlántico ya han cambiado

Un grupo de investigadores de la Universidad de Miami han encontrado evidencias que apuntan a que las acciones humanas influyen de forma directa en los patrones de viento y clima en Europa y Estados Unidos. ¿Qué podría pasar en el futuro? ¡Descubre más aquí!

Tormenta en el mar
Los patrones de viento y clima ya revelan que están directamente influenciados por el hombre, con cambios que se registran especialmente en la fachada atlántica de Europa y en el este de Estados Unidos.

Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (UM) ha proporcionado evidencias sobre cómo los humanos están influyendo directamente en los patrones del clima y viento en el este de Estados Unidos y Europa occidental. Detrás de estos cambios están la liberación de CO2 y otros contaminantes en la atmósfera terrestre.

En este artículo, publicado en la revista "NPJ" Climate and Atmospheric Science, los científicos han descubierto una serie de cambios en los últimos 50 años que están impactando de forma evidente en el Atlántico, a través de la llamada Oscilación del Atlántico Norte (NAO por su siglas en inglés), y que pueden remontarse a las actividades humanas que impactan el sistema climático.

Durante mucho tiempo se ha percibido que las acciones humanas están provocando un calentamiento del planeta, sin embargo, "esta señal inducida por el hombre sobre los patrones climáticos es mucho más difícil de identificar" , dijo Jeremy Klavans, autor principal del estudio.

Cómo se realizó el estudio y qué muestran los resultados

En primer lugar, es importante comprender en qué consiste la Oscilación del Atlántico Norte y en qué medida este proceso natural influye en el clima y el tiempo. La NAO no es más que el resultado de las fluctuaciones en la presión del aire a través del Atlántico, que afectan al clima e influyen en la intensidad y ubicación de la corriente en chorro. Esta fluctuación tiene un fuerte efecto sobre el clima invernal en Europa, Groenlandia, el noreste de Estados Unidos y el norte de África. También influye en el rendimiento de la agricultura y la productividad de la pesca en el Atlántico norte.

Los inviernos en Europa y el este de los Estados Unidos pueden volverse más cálidos y húmedos.

Según Jeremy Klavans, "en este estudio mostramos que los seres humanos están influyendo en los patrones climáticos y meteorológicos sobre el Atlántico, y que podemos utilizar esta información para predecir cambios en el tiempo y el clima en plazos de hasta una década". Los resultados obtenidos en esta investigación sugieren que los inviernos en Europa y el este de Estados Unidos pueden volverse más cálidos y húmedos.

Para llegar a esta conclusión, los científicos utilizaron varios conjuntos grandes de modelos climáticos, compilados por investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, para predecir la Oscilación del Atlántico Norte. El análisis consistió en 269 series de modelos, lo que representa más de 14.000 años de modelos simulados .

Estación meteorológica
Las estaciones meteorológicas contienen instrumentos que permiten medir la presión atmosférica, parámetro fundamental para que los meteorólogos cuantifiquen la diferencia de presión que define la NAO (Oscilación del Atlántico Norte).

¿Cuál es la influencia de la NAO en Europa?

La NAO es el proceso natural responsable del tiempo en Europa. Este fenómeno depende de los dos centros de presión que regulan la circulación atmosférica en el Atlántico norte: la borrasca en Islandia y el anticiclón en las Azores.

Una forma de entender la NAO es a través de la diferencia de presión registrada en las estaciones de Ponta Delgada, perteneciente a la isla de São Miguel, y en Reykjavík, la capital de Islandia. Cuando la depresión de Islandia es más intensa, es decir, con presiones más bajas, y el anticiclón también es más fuerte, es decir, con presiones más altas, la diferencia es mayor. Si esta diferencia de presiones está por encima de la media, los climatólogos consideran que hay una situación NAO positiva.

Cuando la NAO es positiva, el tiempo en la Península Ibérica y en la fachada atlántica de Europa da paso a un auténtico tren de borrascas. Por el contrario, cuando estamos en una fase NAO negativa, las borrascas se desplazan por el norte de Europa, llegando a países como Noruega.