Pilar solar y las escaleras divinas, un espectáculo en el crepúsculo

Aún con el cielo totalmente despejado, al alba o al ocaso, hay veces que surgen unas luces de la nada. ¿Qué son y cómo las representamos?

Parte de las pinturas de la “Escalera del Paraíso o del Juicio Final”, Monasterio de Sucevita (izquierda) y de la “Escalera de Jacob” de William Blake.
Parte de las pinturas de la “Escalera del Paraíso o del Juicio Final”, Monasterio de Sucevita (izquierda) y de la “Escalera de Jacob” de William Blake. Fuente: Fernando Llorente Martínez y Wikipedia.

Cuando nos levantamos solemos mirar por la ventana, sobre todo para ver qué tiempo nos va a deparar el día, pero a veces, también podremos disfrutar de unos momentos de luz muy especiales.

Como dice José Miguel Viñas en su artículo 'Arcaismos y otras particularidades del lenguaje meteorológico popular', el alba o alborada marca el momento mágico del amanecer, empezar a aparecer la luz del día o “quebrar albores”, como nos dice la RAE.

Este momento nos puede deparar un efecto visual muy llamativo, que también ha sido interpretado, en ciertos momentos de nuestra historia, como una señal de los cielos. Nuevamente en las representaciones de temática religiosa podemos encontrarnos con estas luces.

La Escalera de Jacob y la Escalera del Paraíso

He escogido estas dos representaciones (arriba), algo opuestas, para hacernos una idea de lo que trato de explicar. La Escalera de Jacob, es mencionada en la Biblia (Génesis 28, 11-19) y es una escalera por la que los ángeles ascendían al cielo y descendían a la tierra. Se le apareció al patriarca de Israel en un sueño. En pintura una de las mejores representaciones es la realizada por William Blake en 1805.

En otra visión distinta, nos encontramos con la Escalera del Paraíso o del Juicio Final, “Scara Raiului” en rumano, una de cuyas representaciones más importantes se encuentra en el exterior de la iglesia de La Resurrección, en el monasterio de Sucevita, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

En esta pintura, una escalera de entre 30 y 33 peldaños comunica la Tierra, con inicio en un monasterio, y el cielo donde se encuentra Cristo. En el lado derecho de la escalera se encuentran los ángeles que tratan de ayudar a los monjes que están sobre ella intentando alcanzar el cielo. Mientras, al otro lado, están representados los diablos que quieren arrastrarlos al infierno.

Pilar solar o pilar de luz

La realidad es menos poética que lo que nos dice nuestra vista o lo que queda representado en la pintura e iconografía religiosa. Lo que sucede cuando el sol se encuentra ligeramente por debajo o por encima del horizonte, bien a su salida o bien a su puesta, es la proyección hacia arriba de una columna luminosa, que en ciertas ocasiones puede alcanzar una gran altura.

Es lo que se llama pilar solar o pilar de luz (cuando la fuente es la Luna o luces terrestres como las farolas), que es luz reflejada por una gran cantidad de cristales de hielo cuando el tiempo es relativamente frío.

En nuestras latitudes, este fotometeoro puede alcanzar hasta una altura de 20º sobre el horizonte, aunque si tenemos la suerte de verlo formado por la Luna, podríamos disfrutar de un pilar de hasta 90º, es decir, hasta el cenit. Se pueden observar hasta 30 y 60 minutos antes o después de la salida o puesta del astro respectivo, Sol o Luna.

Pilar solar fotografiado a la salida del sol a finales de noviembre en la Ciudad Universitaria, Madrid.
Pilar solar fotografiado a la salida del sol a finales de noviembre en la Ciudad Universitaria, Madrid. Fuente: Fernando Llorente Martínez.

Los causantes de este efecto son los cristales de hielo con forma de placa hexagonal, que tienden a orientarse horizontalmente en el aire. Cada uno actúa a modo de pequeño espejo que refleja la luz de la fuente que se encuentra debajo. Como están en un estrato ancho de la atmósfera, hacen que la reflexión se alargue verticalmente en forma de columna.

Su tonalidad depende de la luz incidente, si el Sol tiene cierta altura sobre el horizonte, pueden ser blancos o amarillentos, mientras que si el astro rey se encuentra muy cerca del horizonte o incluso debajo de él, el pilar de luz sería de un color entre anaranjado y rojizo.