La Corriente del Golfo podría interrumpirse, es la estufa de Europa

Los científicos sospechan que el deshielo y el exceso de precipitaciones en Groenlandia podrían interferir en la corriente del Atlántico Norte. Esto podría cambiar la ruta del cambio climático en Europa, hacia más frío.

Corriente del Golfo
La Corriente del Golfo contribuye al clima templado de Europa, respecto al que tienen en EEUU en las mismas latitudes.

La corriente del Atlántico Norte (o del Golfo) transporta agua tibia desde el Golfo de México a Europa, proporcionando un clima relativamente templado en la mayor parte del occidente europeo. Las simulaciones realizadas por científicos de la Universidad de Groningen y la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, han demostrado que es poco probable que la corriente se detenga por completo debido a los pequeños y rápidos cambios en la precipitación. Sin embargo, existen un 15% de probabilidades de que haya un cambio temporal en la corriente durante los próximos 100 años.

"Los océanos almacenan una gran cantidad de energía y las corrientes oceánicas tienen un claro efecto en el clima de la Tierra", declara Fred Wubs, profesor asociado de matemáticas en la Universidad de Groningen.

¿Qué anuncian los modelos?

Los oceanógrafos han descubierto que las corrientes del océano son sensibles a la cantidad de agua dulce disponible en la superficie. El aumento de la escorrentía en Groenlandia debido al cambio climático, al igual que las precipitaciones sobre el océano, podrían ralentizar o incluso revertir la corriente del Atlántico Norte, bloqueando el transporte de calor a Europa. "Se utilizaron modelos de alta resolución y modelos simplificados”, explica Wubs.

Colapso total

La idea era utilizar estos modelos para calcular la probabilidad de que la deposición de agua dulce pudiera causar una desaceleración temporal o un colapso total de la corriente del Atlántico Norte. La corriente no tiene un comportamiento lineal, por eso pequeños cambios pueden tener grandes efectos. "Debido a que las transiciones que estamos buscando son eventos raros, se necesitan varias simulaciones para determinar su ocurrencia", dice Wubs. Uno de sus científicos ha desarrollado un método para seleccionar las simulaciones más pertinentes, reciendo así el número de escenarios requeridos y aumentando la fiabilidad de los resultados.

El estudiante de doctorado Sven Baars implementó este método de manera efectiva y lo vinculó al modelo de Utrecht. Daniele Castellana, estudiante de doctorado de Dijkstra, realizó las comprobaciones. "Estas simulaciones han demostrado que las posibilidades de un colapso total de la corriente del Atlántico Norte en los próximos mil años son casi nulas", dice Wubs.

Interrupción temporal

Es más probable una interrupción temporal en el suministro de agua caliente al noroeste de Europa: "En nuestras simulaciones, las posibilidades de que esto ocurra en los próximos 100 años son del 15%". Esta interrupción podría causar períodos fríos en el Atlántico Norte. El estudio actual es solo un primer paso para determinar el riesgo.