Unos climatólogos advierten en Nature: el 10% más rico del mundo es responsable de dos tercios del calentamiento global

Unos científicos confirman que los emisores adinerados desempeñan un papel crucial en el incremento que viven actualmente los extremos climáticos, mientras que sus impactos afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables del mundo

Riqueza
Los grupos poblacionales de altos ingresos contribuyen de manera desproporcionada a los fenómenos climáticos extremos en todo el mundo

Un nuevo estudio que ha sido publicado en Nature Climate Change cuantifica las consecuencias climáticas de las desigualdades sociales y evalúa, dentro de la sociedad, la contribución de los grupos con mayores emisiones.

Los preocupantes resultados del estudio

La investigación aporta información sobre los vínculos que existen entre la desigualdad de emisiones según los ingresos de la población. Insiste en la injusticia climática, generada por los impactos desproporcionados en los fenómenos meteorológicos extremos a causa del consumo de los más adinerados.

El estudio revela que el 1% más rico del mundo contribuyó 26 veces más que el promedio mundial. Una acción climática justa y eficaz necesita del abordaje de este desequilibrio.

Actualmente estos impactos desproporcionados son especialmente graves en poblaciones vulnerables, por ejemplo entre las que habitan en zonas tropicales de la Amazonia, en el sudeste asiático y el sur de África. Curiosamente, lugares que según el histórico han contribuido menos a las emisiones contaminantes globales.

La conclusión es rotunda: el 10% más rico de la población mundial es responsable de dos tercios del calentamiento global observado desde 1990, y del consiguiente aumento de fenómenos climáticos extremos.

Mediante este trabajo se ha descubierto que los emisores adinerados son los que desempeñan un papel importante en el impulso de los extremos climáticos. Esto evidencia el respaldo necesario que deben tener las políticas climáticas orientadas hacia la reducción de sus emisiones.

¿Cómo se han llegado a estas conclusiones?

El estudio se ha llevado a cabo mediante la combinación de datos económicos por un lado, y simulaciones climáticas por otro, para poder realizar así un rastreo de las emisiones de diferentes grupos de población con ingresos distintos a nivel global. Posteriormente, se realizó una evaluación de cuál era la contribución de cada uno de estos grupos de población a los extremos climáticos específicos.

Las emisiones del 10% de la población más rica tan sólo de Estados Unidos y China, provocan un aumento de 2 a 3 veces en la generación de extremos de calor en regiones vulnerables.

Además, el estudio demuestra que los impactos climáticos extremos no sólo son el resultado de emisiones globales abstractas, sino que se pueden relacionar directamente a nuestro estilo de vida que está asociado de por sí a la riqueza.

Tal es la vinculación existente que si toda la población mundial hubiese emitido lo que ha emitido el 50% más pobre del mundo, el calentamiento global adicional desde 1990 habría sido mínimo, según Carl-Friedrich Schleussner coautor del estudio.

Los científicos también ponen especial énfasis en la importancia que tienen las emisiones inherentes a nuestras inversiones financieras, además del consumo personal. Sugiere que focalizar los flujos financieros y las carteras de la población con ingresos altos puede llegar a generar importantes beneficios climáticos.

¿Cómo debería afectar a las políticas ambientales?

Según los autores, la acción climática para ser eficaz debe tener en cuenta y abordar las enormes responsabilidades de las personas más ricas de la sociedad. Una acción climática que no aborde esta significativa contribución, estará descuidando uno de los mecanismos más poderosos que se tienen actualmente para reducir los daños presentes y futuros.

Los hallazgos del estudio sugieren instrumentos de política progresista dirigidos a las élites de la sociedad, que pueden ayudar también al fomento de la necesaria aceptación social de la acción climática y en los países vulnerables, el apoyo para la adaptación y la gestión de pérdidas y de daños.

Las conclusiones del estudio dejan ver que tanto para frenar el calentamiento global como para lograr un mundo más justo, sostenible y resiliente para todos, es fundamental y esencial que haya un equilibrio de la responsabilidad de la acción climática acorde a las contribuciones reales de la población en las emisiones globales de gases contaminantes.

Referencia de la noticia:

Schöngart, S., Nicholls, Z., Hoffmann, R. et al. High-income groups disproportionately contribute to climate extremes worldwide. Nat. Clim. Chang. (2025). https://doi.org/10.1038/s41558-025-02325-x