Una NASA española. ¿Tiene sentido?

En apenas un mes hemos estado pendientes de varios focos de atención relacionados con el espacio. La llegada de Perseverance a Marte y los vuelos de Ingenuity, el descenso tan esperado del rover chino Zhurong, el cohete también chino descontrolado que cayó cerca de las Maldivas, el eclipse de luna y la superluna del pasado día 26... y ahora tenemos una noticia que nos ha cogido a todos por sorpresa.

El director del Gabinete del presidente del Gobierno, Iván Redondo, anunció este pasado jueves día 27 durante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional la creación de una NASA española, tal y como han titulado muchos medios españoles. Sus palabras fueron exactamente estas: “Les anuncio la creación de la Agencia Espacial Española”. Esto lo expresó mientras estaba explicando la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. No dio más detalles.

Al día siguiente, Pedro Duque, Ministro de Ciencia e Innovación de España, colgó un tuit diciendo lo siguiente: “Gracias a los avances de la I+D+I, el espacio se ha convertido en un ámbito transversal, con varios ministerios implicados en desarrollos tecnológicos. Su coordinación requerirá de un cuerpo técnico especializado. Es hora de estudiar la creación de una Agencia Espacial Española”.

Los beneficios de la industria espacial

Antes de nada hay que recordar que la creación de esta agencia espacial no significa que España no haya intervenido hasta ahora en ningún proyecto fuera de la Tierra. Forma parte de la Agencia Espacial Europea (ESA), dedicándole 223,6 millones de euros este año. Y aunque muchos no lo sepan, colabora con la NASA. Sin ir más lejos, el rover Perseverance lleva una estación meteorológica con sello español.

A falta de saber exactamente de qué manera quedaría configurada esta Agencia Espacial Española, cuyo nombre exacto aún no sabemos, hay varias cosas a comentar. Una de ellas es que mucha gente se pregunta por qué gastar tantos millones de euros en la industria espacial cuando en la Tierra tenemos tantas cosas aún por solucionar, entre ellas, la pandemia de COVID-19 o tantas enfermedades, o incluso la exploración del fondo marino del que tanto se desconoce. ¿Por qué ir tan lejos cuando aquí queda tanto por descubrir? ¿O por qué invertir en chatarra espacial cuando podríamos invertir en investigación contra el cáncer?

Invertir en el espacio no es gastar dinero en vano para lanzar un cohete, aterrizar en la Luna, hacerse la foto y listo. Las grandes inversiones que se hacen ayudan a desarrollar una tecnología que no solo se usa para viajar al espacio, sino que sirve para mejorar la que tenemos en la Tierra. Por ejemplo, en maquinaria médica en hospitales u otros avances que se acaban aplicando en nuestra vida diaria, como en ordenadores, móviles, coches y aviones, entre otros. Así que todo el dinero que se invierte se aprovecha.

No es la primera vez que se anuncia

En el año 2005 el Partido Popular incluyó en su programa electoral la creación de una Agencia Espacial Española, argumentando que España era la única de las grandes superpotencias europeas que aún no tenía una agencia espacial propia. La promesa no se cumplió.

Y relacionado con esto, en octubre de 2020 la Generalitat de Catalunya anunció la creación de una agencia espacial catalana. En marzo de este mismo año 2021 lanzó su primer nanosatélite bautizado como “Enxaneta”. Hay que invertir en ciencia y en tecnología, porque el retorno de la inversión es tan importante que llega a salvar vidas.