¿Por qué el viento nos refresca cuando hace calor?

No hay duda de que durante los meses estivales nos sentimos más acalorados y que una mínima racha de viento nos hace sentir más frescos pero, ¿por qué ocurre eso en nuestro cuerpo y en nuestra ropa?

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Con el abanico o con el ventilador desplazamos el aire húmedo que nos rodea y lo reemplazamos por aire seco, ¡qué fresquito!

El viento es el "aire en movimiento". Su importancia es muy grande por su papel regulador y no solo en la superficie terrestre, sino también en nuestra piel o en la ropa. Ahora que llega el verano la sensación de ponernos delante del ventilador es insuperable pero, ¿por qué nos refresca el viento y hace que se seque la ropa?

Un alivio para el verano

Como suele ser normal, cuando llega el verano sacamos de los trasteros nuestros queridos ventiladores y abanicos, olvidados durante los meses de invierno. Pues bien, ni unos ni otros son una fuente de aire frío y, sin embargo, refrescan. Eso sí, ambos mueven el aire de nuestro alrededor para ayudar a refrigerarnos mejor.

La razón que nos hace sentir pegajosos y agobiados cuando hace calor es que el aire estancado a nuestro alrededor está saturado de humedad. Es decir, al estar quieto, el aire que está en contacto con la piel se calienta por el calor que desprende tu propio cuerpo. Luego, si corre el aire habrá mucha más evaporación y enfriamiento. Con el abanico o con el ventilador es así, desplazamos el aire húmedo que nos rodea y lo reemplazamos por aire seco listo para absorber de nuevo nuestro calor.

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Con el ventilador desplazamos el aire húmedo que nos rodea y lo reemplazamos

Con la ropa pasa lo mismo... ¡humedad!

Ocurre algo similar cuando ponemos nuestra ropa a secar, ya sea en el tendedero o delante de un ventilador. La ropa se seca porque el agua presente en ella se evapora y pasa al aire. Cuando hay viento se seca antes porque arrastra el aire húmedo cercano a la ropa y da paso a aire seco con "ganas" de recolectar nueva humedad, ¡igual que nuestro cuerpo!

Por esa razón hay que comprender el fenómeno de la evaporación. También está comprobado cuando nos echamos colonia a nuestro cuerpo, donde ella misma se seca rápidamente. Básicamente, estos fenómenos nos indican que los líquidos en general tienden a convertirse en gas.

¿Y cuando salimos de la ducha o de la piscina?

Haga frío o haga calor en verano o en invierno, la realidad es que cuando salimos del agua hace frío, ya sea estando a 35 ºC en la playa o con la calefacción encendida durante el mes de enero. ¿Por qué ocurre eso? Está claro que el agua es la culpable.

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¿Por qué tenemos frío cuando salimos del agua?

Las gotas de agua sobre nuestro cuerpo intentan evaporarse sacando la energía de nosotros. Nuestro cuerpo está constantemente emitiendo calor y las gotas de agua roban ese calor, produciéndonos una sensación de frío, aún más notable cuando estamos mojados y nos ponemos delante de un ventilador. Por eso, al secarnos desaparece ese frescor.