Hoy estamos en el punto más alejado del Sol: el afelio -y hace calor-

Cuesta creerlo durante las semanas más cálidas del año, pero lo cierto es que este sábado 4 de julio la Tierra se encontrará en el punto más alejado de su órbita alrededor del Sol. Aquí hablamos un poco de este evento y de algunos mitos que lleva asociados.

Estar en el punto más alejado de la órbita alrededor del Sol también implica que nos movemos más despacio, a 28,76km/s frente a los 30,75km/s del perihelio.



La órbita de la Tierra es una elipse con el Sol situado en uno de sus focos, y eso por definición significa que la distancia que nos separa de él no es siempre la misma, existiendo dos puntos característicos, el afelio y el perihelio, que son respectivamente el más alejado y el más cercano a nuestra estrella. Sin embargo, esta elipse tiene una excentricidad muy pequeña, es decir, se asemeja mucho a una circunferencia y por ello la distancia al Sol no varía significativamente a lo largo del año.


En el afelio, que se produce durante este 4 de julio, la Tierra se encuentra a 152,1 millones de kilómetros del Sol frente a los 147,09 millones de kilómetros en el perihelio. Esto constituye una diferencia relativamente pequeña, desde luego inapreciable para un observador sin equipo ni instrumentación y muy poco significativa cuando hablamos de radiación recibida y temperaturas. De hecho, es tan pequeña que aquí ocurre justo lo contrario: el afelio tiene lugar durante el verano en el hemisferio norte.

Un efecto curioso asociado se puede comprobar si, siendo suficientemente observadores, comprobamos qué día amanece más pronto y qué día anochece más tarde. Lo lógico sería pensar que eso sucedería durante el solsticio de verano, el 20 de junio, sin embargo no es así. Los días en los que más pronto amanece suelen coincidir con la segunda semana de junio, mientras que los días en los que más tarde anochece se dan a finales de mes.

De acuerdo con las leyes de Kepler, La Tierra se mueve más despacio durante el afelio y nuestros relojes se adelantan ligeramente con respecto al día solar. Lo contrario ocurre durante el perihelio, cuando es el día solar el que se adelanta ligeramente a nuestros relojes al alcanzar la velocidad máxima en nuestra órbita alrededor del Sol, por lo que el día que más pronto atardece suele coincidir con los primeros días de diciembre y el día que más tarde amanece se produce a principios de enero.

¿Por qué hace más calor en el afelio?

Aunque nos encontremos en el punto más alejado de nuestra estrella, en el hemisferio norte la radiación solar ahora mismo es máxima debido a la inclinación del eje de rotación de la tierra. Esto tiene mucha más relevancia a la hora de condicionar la temperaturas de una región del planeta y, por tanto, es lo que determina la estación del año. En el hemisferio sur, efectivamente el afelio se produce en la época más fría, pero en el norte sucede todo lo contrario, sin existir una relación apreciable entre la distancia al Sol y la temperatura de la Tierra.

Continentes y océanos: grandes reguladores térmicos

Sería lógico pensar que el planeta en su conjunto sea algo más frío durante el afelio que durante el perihelio, sin embargo tampoco es cierto. Los continentes y su distribución juegan un papel fundamental en el clima del planeta, tanto es así que algunas de las grandes glaciaciones se han debido a la deriva continental y a cambios en la posición de grandes masas continentales. En la actualidad, las abundancia de hielo en los polos se la debemos en buena parte a la Antártida y la posición que ocupa en el Polo Sur.

Estacionalmente los continentes también tienen su influencia. El hemisferio norte tiene menos superficie sumergida (océanos) que el hemisferio sur y así el efecto regulador de los océanos en la temperatura es menor. Esto implica que el verano en el hemisferio norte es más cálido que en el hemisferio sur y, en conjunto, la temperatura del planeta es mayor durante el afelio que durante el perihelio. Por tanto, la distancia al Sol constituye un factor prácticamente irrelevante a la hora de influir en los cambios estacionales de temperatura.