Calor y mascarillas: consejos para tu día a día, en el trabajo o playa

Primeos días de calor del verano y, aunque sabemos muy bien como sobrellevarla, este año añadimos el uso obligado de la mascarilla. Una buena hidratación y una menor exposición al sol son consejos clave que se repiten en la nueva 'normalidad'.

mascarillas y calor
El uso obligado de la mascarilla está provocando en más de uno problemas relacionados con el calor. Hay que seguir los consejos para evitar el estrés térmico y los posibles golpes de calor.

En España ya llevamos más de una semana con temperaturas muy altas que se entremezclan con la pandemia por coronavirus que nos está afectando a todos. Los riesgos ante un golpe de calor o un estrés térmico aumentan por el uso obligado de la mascarilla en el trabajo o en cualquier otro lugar con alto riesgo de contagio. Ambas precauciones parecen no llevarse bien, aunque es necesario cumplir con todas por el bien común.

Calor asfixiante y uso de mascarillas

El aumento de temperaturas esta semana podría provocar enfermedades relacionadas con el calor. Este verano, al igual que en los anteriores, es necesario seguir con las indicaciones para sobrellevar el ambiente asfixiante que provoca un periodo con temperaturas bastante cálidas. También hay que tener en cuenta que añadimos nuevos riesgos, es decir, los revestimientos faciales y las enfermedades relacionadas con el calor.

Hace unos días Matthew Jason Levy, profesor asociado de medicina de emergencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, advirtió que las mascarillas pueden mitigar la propagación del virus COVID-19 pero también provocar un estrés adicional en nuestro cuerpo y empeorar la salud en algunas personas, sobre todo aquellas que de normal padecen problemas relacionados con el calor.

Expertos en salud alientan a todos a usar mascarillas especialmente si nos encontramos fuera de casa, en el trabajo o en contacto con otras personas. Pero claro, la llegada del verano afecta especialmente a las condiciones de trabajo de algunas profesiones, con ambientes 'sobrecalentados', en el exterior o expuestos a temperaturas bochornosas.

Mascarilla playa
La mascarilla puede ser un hándicap para afrontar rutinas del verano, como ir a la playa.

¿Cómo sobrellevar el calor con la mascarilla?

La mascarilla, más allá de su obvia incomodidad, provoca un exceso de sudoración y, por tanto, aumenta el riesgo de sufrir una deshidratación. Levy mencionó también que las personas deben prestar atención a otro tipo de enfermedades causadas por el aumento de temperaturas, como por ejemplo los golpes de calor que se vinculan con mareos, aturdimiento, confusión, desmayos y pérdida de conciencia. También hay que tener claro que la mascarilla no protege del sol por lo que el uso de protección solar en la zona es indispensable como siempre, aplicándola 30 minutos antes de la exposición.

Usar máscaras protectoras se ha convertido en la nueva 'normalidad', aunque puede afectar a la cantidad de estrés fisiológico en el cuerpo. Algunos ya habrán notado que cuesta respirar; otros más delicados incluso se habrán sentido mareados al llevar un rato la mascarilla. Las mascarillas quirúrjicas son las más recomendadas ya que no se ajustan por completo a la cara y permiten una mejor transpiración.

Los expertos insisten en cumplir con las medidas habituales. La hidratación y evitar la exposición al sol en las horas centrales resultan los consejos más efectivos. En estos días de calor puede aparecer la tentación de empapar la mascarilla con agua, cosa que debemos evitar, porque empeora su capacidad de filtración.

¿Es obligatorio el uso de mascarillas en las playas?

La normativa del Gobierno solo especifica que es obligatorio el uso de mascarillas en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado dedicado al público. La mascarilla resulta obligatoria si no es posible garantizar la distancia de seguridad entre persona y persona de 1,5 metros. Por tanto, si te encuentras en la playa y no tienes a alguien por debajo de esa distancia podrás disfrutar del mar, del sol y de la arena sin necesidad de llevarla.