Las estaciones de esquí se "transforman" en España por la falta de nieve

La ausencia de nevadas importantes ha dejado una Navidad más verde que blanca en nuestros sistemas montañosos: temperaturas primaverales y sólo el trazo del blanco de las pistas gracias a la nieve artificial. Os contamos cómo algunos complejos de esquí se están adaptando a la nueva realidad climática.

Bernat Cabayol. La Molina
Bernat Cabayol. La Molina (Girona). Hasta ahora la ausencia de nieve ha sido muy significativa, aunque el panorama cambiará en las próximas horas.

La primera mitad del invierno ha estado marcada por ausencia de nevadas importantes y temperaturas anormalmente elevadas en las estaciones de esquí, especialmente durante las Navidades. Para hacernos una idea del calor anómalo que ha hecho, el pasado 25 de diciembre teníamos más de 15 ºC a 1800 metros de altitud. Son valores entre 10 y 15 ºC superiores a los habituales para la época del año.

Poco a poco se ha ido normalizando la temperatura en los Pirineos, a pesar que durante el día de Reyes tenían 10,5 ºC a 2000 metros en Andorra. La inversión térmica y el anticiclón provocan esta situación de calma y suavidad en alta montaña, con mucho frío y niebla en los valles y mesetas. Eso sí, la situación cambiará drásticamente a partir de este sábado con al llegada de un importante temporal invernal.

Inviernos más suaves y nevadas más irregulares

Según las proyecciones climáticas, los inviernos tenderán a ser más suaves, mientras que los los veranos podrían prolongarse hacia el otoño y anticiparse en la primavera.

Esa circunstancia podría inducir a una disminución de las nevadas en nuestros sistemas montañosos y a una subida de la cota de nieve. Según el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), el valor medio anual de las temperaturas máximas para el 2030 podría ser entre 1 ºC y 3 ºC por encima a la media climática (1961-1990). En relación a la precipitación, no se prevén cambios significativos en la media anual, pero si un incremento de la variabilidad.

Los resultados en relación al espesor medio de la nieve en los Pirineos también señalan un descenso significativo dentro de esa variabilidad interanual. En el Pirineo central, a unos 1800 metros, el grosor medio podría disminuir a la mitad en el horizonte del 2050 y el período de permanencia de la nieve en el suelo se reduciría en más de un mes. Resultado: menos nieve y montañas peladas durante mucho más tiempo.

El OPCC también constata una disminución del número de días esquiables durante las últimas décadas y una subida de la cota de nieve continua. El estudio señala de una forma contundente que la producción de nieve artificial como medida de adaptación pone en riesgo la rentabilidad económica de los complejos invernales e implica externalidades ambientales negativas ante la coyuntura de escasez de recursos hídricos.

Retrasos en el inicio de temporada de esquí

También se ha ido retrasando progresivamente la fecha de inicio de la temporada de esquí (en consideración a la disponibilidad de nieve natural), con demoras de unos 5-55 días en las estaciones a baja cota y entre 5 y 30 días en las estaciones a cotas medias.

Del blanco al verde: repensar las estaciones de esquí

Estas proyecciones implican hacer un replanteamiento del modelo actual de nuestras estaciones de esquí. La subida de la cota de nieve puede dejar en situación de vulnerabilidad las cotas bajas de las instalaciones y la irregularidad de las nevadas puede implicar complicaciones en las "temporadas normales" de invierno.


Muchas estaciones españolas y europeas ya lo han ido implementando desde hace muchos veranos: telecabinas y telesillas abiertas para hacer excursiones, pasear en familia, descensos en BTT, etc... Solo hace falta cambiar el chip y hacerlo en los inviernos sin nieve.

Así pues, quizás es el momento de replantear su actividad y diversificar sus servicios. La hoja de ruta pasa por flexibilizar sus modelos de negocio y ampliar su oferta de productos y servicios, de tal modo que la nieve no sea la única condición por la cual reciben clientes.

El impulso del turismo sostenible, excursiones guiadas, rutas medioambientales o deporte como bicicleta son alternativas muy factibles que los complejos de esquí pueden incorporar en su oferta. Xavier Perpinyà, director de La Molina, afirmó en "De Boca a Orella" - Ràdio 4 RNE que "los clientes ya no solo piensan en blanco cuando van a la Molina, sino también piensan en verde".

De estaciones de esquí a estaciones de montaña

Este cambio de paradigma lo ha empezado a implementar Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el operador público de la Generalitat de Catalunya que gestiona más del 80% de estaciones de esquí catalanas: Vallter 2000, Vall de Núria, La Molina, Portainé i Espot Esquí. En su catálogo de actividades más allá de la nieve, hay mucha oferta: tubbing, paseo panorámico en telecabina, Segway, Nordic Walking o incluso un SPA.

Sierra Nevada o las estaciones de esquí catalanas ofrecen alternativas a la nieve: paseos panorámicos, spas o destivales.

Un caso muy similar también lo aplica Sierra Nevada. A parte de sus magníficas pistas blancas, ofrece otros atractivos lúdicos y de ocio para disfrutar en família o con amigos: la atracción el trineo ruso o un festival de música electrónica de altitud: "Sun and Snow Weekend" los días 31 de marzo, 1 y 2 de abril de 2023, para disfrutar de la naturaleza y la música a 2900 metros de altitud.