Vídeo: las peores inundaciones en décadas azotan Indonesia, ¿la combinación monzón-ciclón puede volver a activarse?

Sumatra vive uno de los episodios de inundaciones más adversos de los últimos años. Los meteorólogos analizan si el patrón atmosférico que potenció el desastre puede repetirse en los próximos días.

Las inundaciones en Indonesia volvieron a exponer la enorme vulnerabilidad del país frente a fenómenos hidrometeorológicos extremos. En la isla de Sumatra, lluvias torrenciales e inundaciones repentinas transformaron hogares, rutas y comunidades enteras en zonas de desastre en pocas horas.

Según reportes periodísticos confiables, el saldo preliminar asciende a al menos 90 muertos, cifra basada en víctimas confirmadas por autoridades locales y recogidas por la prensa internacional. La ausencia de un informe consolidado por parte del organismo nacional de emergencias (BNPB) indica que el número podría variar a medida que continúan las tareas de búsqueda.

Miles de personas fueron evacuadas, mientras otras quedaron aisladas por la caída de puentes, rutas cortadas y deslizamientos de gran magnitud. La fuerza del agua sorprendió a barrios enteros, que en menos de una hora pasaron de condiciones normales a escenarios completamente inundados.

En varias localidades, el agua superó el metro y medio de profundidad y arrastró vehículos, árboles y estructuras frágiles. Los equipos de rescate tuvieron que abrirse paso entre corrientes rápidas y lodo espeso para llegar a las zonas más afectadas.

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Calles convertidas en ríos y viviendas parcialmente sumergidas tras las precipitaciones más intensas de la temporada de monzones. Foto cortesía de la cuenta de X de Indonesian Pop Base.

Las comunidades costeras y rurales sufrieron daños severos en viviendas, cultivos y redes eléctricas, lo que dejó a miles de familias sin suministro básico. Las autoridades advirtieron que los servicios podrían tardar días en restablecerse debido a la magnitud de los daños.

Qué permitió un evento tan severo

Indonesia atraviesa su temporada de lluvias más intensa, cuando el monzón domina el patrón atmosférico y aporta humedad profunda desde el océano Índico. Este año, esa dinámica coincidió con la influencia del ciclón tropical Senyar, cuyo aporte adicional de humedad fortaleció la formación de tormentas de gran escala.

La fase activa de la Madden-Julian Oscillation (MJO) también desempeñó un papel central, ya que este patrón atmosférico móvil favorece el ascenso de aire cálido y húmedo sobre la región. En sus fases intensificadas, la MJO aumenta la probabilidad de lluvias prolongadas y con acumulados muy superiores al promedio.

Sumatra es particularmente vulnerable porque combina relieves abruptos, cuencas cortas y suelos saturables que reaccionan rápidamente a la lluvia intensa. Los deslizamientos se desencadenaron en zonas montañosas del centro y oeste de la isla, donde la vegetación deteriorada y el volumen de agua crearon condiciones críticas

Los meteorólogos coinciden en que la combinación monzón–MJO puede generar tormentas de gran desarrollo vertical capaces de descargar en horas lo que normalmente llueve en una semana. Esas condiciones explican la velocidad con la que se activaron los ríos y la dificultad para emitir alertas efectivas en zonas rurales.

Impacto social, humano y logístico

Miles de evacuados permanecen en refugios temporales mientras continúan los trabajos de asistencia, distribución de alimentos y atención médica. La caída de puentes y rutas bloqueadas dificultan el acceso a varias comunidades, lo que prolonga los tiempos de rescate.

Las autoridades sanitarias advierten sobre la posible aparición de enfermedades asociadas al agua estancada y la falta de saneamiento. Las brigadas médicas comenzaron a desplegar controles preventivos para evitar brotes de dengue y leptospirosis en los refugios.

La agricultura local también sufrió daños significativos, con plantaciones de arroz y huertos completamente anegados. El impacto económico podría sentirse durante meses en las zonas rurales, donde la actividad agrícola es el principal sustento de la población.

Lo que se espera para los próximos días

El organismo meteorológico BMKG informó que la atmósfera seguirá inestable durante la primera semana de diciembre, especialmente en Sumatra, Java Occidental y Borneo. Los modelos muestran nuevos pulsos de humedad que podrían generar tormentas fuertes y crecidas súbitas en zonas previamente afectadas.

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Imágenes captadas desde un dron muestran la extensión del desastre, con barrios enteros bajo el agua tras varios días de lluvias ininterrumpidas. Foto cortesía de la cuenta de X de Indonesian Pop Base.

La BMKG detalló que la combinación entre monzón activo y fase intensificada de la MJO aumentará la frecuencia de lluvias intensas. Estas condiciones favorecen acumulados elevados en períodos cortos, algo que incrementa el riesgo de inundaciones repentinas.

Las autoridades advierten que los suelos permanecen saturados y que cualquier tormenta fuerte podría desencadenar nuevos deslizamientos. Los ríos de montaña y zonas urbanas con drenaje insuficiente se consideran puntos críticos para la próxima semana.

La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) pidió a la población seguir los avisos oficiales y evitar desplazamientos en áreas expuestas a desbordes o laderas inestables. Equipos de emergencia mantienen la vigilancia hidrológica en ríos que ya superan niveles normales.

Se espera que las condiciones comiencen a mejorar hacia mediados de diciembre, cuando el monzón podría estabilizarse temporalmente. Hasta entonces, los organismos mantienen alertas activas y recomiendan extremar precauciones en las zonas de mayor riesgo.

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