Hay un pueblo en Italia donde el Sol no sale durante tres meses

Desde mediados de noviembre hasta principios de febrero, en este pueblo italiano no ven el sol. ¡No te pierdas la solución que han encontrado para sacarlo de la penumbra invernal!

Viganella espejo sol
Plaza de Viganella. Fuente: https://commons.wikimedia.org/

En los Alpes peninos (Italia) se encuentra el pueblo de Viganella, una pequeña localidad de la provincia de Verbano-Cusio-Ossola, en el Piamonte. Este núcleo de población de Valle Antrona, un valle lateral de Val d'Ossola no muy lejos del lago Maggiore, tiene ahora menos de doscientos habitantes, habiendo sufrido la pérdida demográfica común a muchas otras zonas montañosas de Italia.

A pesar de ello, este pueblo ha aparecido en los periódicos de todo el mundo en los últimos años por una característica muy especial, que te explicamos a continuación.

Sin sol desde San Martín hasta el día de la Candelaria

La población de Viganella está rodeada de altas montañas que bloquean los rayos del sol desde la mañana hasta la noche en los meses de finales de otoño e invierno. Desde el 11 de noviembre, día de San Martín, hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria (dos coincidencias realmente singulares, que veremos a continuación), la cresta alpina impide que el sol llegue a las calles y plazas del pueblo.

El sol no sale en Viganella desde el 11 de noviembre hasta el 2 de febrero, es decir, 83 días. Y esto lleva ocurriendo desde hace unos 800 años, desde que se fundó el pueblo.

En los valles de montaña, el sol sale más tarde y se pone antes que en las zonas bajas. En algunos casos, la orientación geográfica y la profundidad del valle amplifican esta reducción de las horas de luz, que se hace aún más importante en los meses de otoño e invierno, cuando el sol está más bajo en el horizonte. Sin embargo, el caso de Viganella es particular, ya que el "astro rey" desaparece durante más de 80 días, casi tres meses.

Un detalle curioso es que el sol ilumina el pueblo por última vez el día de San Martín, el 11 de noviembre, una antigua fiesta que se celebraba en toda Europa desde hace miles de años en la que la gente se preparaba para el largo invierno con el "veranillo de San Martín".

Y eso no es todo. La fecha del final de este periodo sin sol es el 2 de febrero, la Candelaria, una fiesta en la que se utilizaban velas para celebrar el evidente aumento de las horas de luz. Una curiosa coincidencia. No es casualidad que esta fiesta siga siendo muy popular en la zona hoy en día, ya que coincide con el regreso de los rayos del sol después de casi tres meses.

La curiosa solución para "traer" el sol al pueblo

En 2006, el antiguo alcalde del pueblo, Pier Franco Midali, junto con el arquitecto Giacomo Bonzani y el ingeniero Emilio Barlocco, tuvieron la idea de colocar un gran espejo giratorio en la montaña por encima del pueblo para reflejar los rayos del sol e iluminar el pueblo, proporcionando luz y un poco de calor durante esos largos meses de oscuridad.

En 2006 se instaló un gran espejo giratorio en la montaña para reflejas los rayos del sol e iluminar el pueblo.

El proyecto se hizo realidad en ese mismo año, cuando se colocó un espejo de 8 metros de ancho y 5 de alto en Alpe Scagiola, una montaña al norte de Viganella, dirigiendo los rayos del sol hacia la plaza del pueblo.

El espejo, de cuarenta metros cuadrados de acero translúcido, se mueve a lo largo del día gracias a un sistema mecánico informatizado, comportándose como un girasol. De este modo, siguiendo el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, consigue proporcionar unas seis horas de luz solar en la plaza de Viganella, durante los tres meses en los que sus rayos no llegaban al pueblo.

Además de aportar calor, también ahorra energía. Esta solución ha tenido mucho éxito y ha aparecido en los medios de comunicación de todo el mundo en los últimos años.