El CREAF explica la clave para prevenir incendios forestales más peligrosos: “restaurar el patrón natural del fuego"
La degradación de ecosistemas por el cambio climático amenaza la biodiversidad. Un nuevo estudio del CREAF tiene como objetivo beneficiar la biodiversidad y resiliencia de los ecosistemas al reintroducir especies y otros procesos ecológicos clave.

El cambio climático, manifestado en sequías, olas de calor duraderas y temperaturas extremas, como consecuencia está redefiniendo la naturaleza de los incendios forestales. Estos fenómenos, que antes seguían patrones predecibles, ahora se propagan de formas inusitadas, presentando un reto formidable para los equipos de extinción y la comunidad científica.
La respuesta tradicional, centrada en la supresión total del fuego, se muestra cada vez más insuficiente ante la intensidad y la frecuencia de estos eventos. Esta situación nos obliga a replantear nuestra relación con el fuego, pasando de un enfoque de control absoluto a uno de gestión integrada y respeto por los procesos naturales.
This is our first re-wilding project. Only 7 acres but the transformation in just 5 years is amazing. We've learnt a lot from this site and it has informed how and what we have done on our much bigger projects. pic.twitter.com/sVeTjLQkge
— Darren Ward (@DarrenW75370135) August 12, 2025
Actualmente, una nueva investigación a través de estudios del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), nos ofrece un nuevo camino: la renaturalización.
Es una visión progresista que busca restaurar el equilibrio de los ecosistemas, haciendo que sean más resistentes a las alteraciones antropogénicas. El objetivo es crear sistemas socioecológicos autosuficientes, capaces de soportar pequeños incendios, plagas o sequías sin colapsar.
En lugar de una naturaleza estática y rígidamente controlada, se propone un paisaje dinámico y diverso, donde los procesos naturales vuelvan a tener un papel protagonista. Esta nueva visión no solo busca proteger los ecosistemas, sino también a las comunidades humanas que dependen de ellos.
Propuesta innovadora: “Quema en mosaico localizado”
La quema en mosaico localizado es una estrategia de gestión del paisaje que utiliza el fuego de forma planificada y controlada para crear una variedad de parches quemados y sin quemar. El objetivo principal es reducir la acumulación de combustible, como la vegetación seca, y con ello disminuir la intensidad y la severidad de futuros incendios incontrolados.
De cuando el mosaico agrícola forestal, frena el avance del incendio y colabora en la extinción pic.twitter.com/ZC6b091S9n
— PEDRO CASTAÑO GARCÍA (@pkas1111) August 11, 2025
Al crear un "mosaico" de diferentes edades de vegetación y hábitats, también se fomenta la biodiversidad, ya que diferentes especies animales y vegetales prosperan en distintas etapas postincendio. Busca imitar patrones de fuego más naturales y se considera una herramienta de renaturalización para fortalecer la resiliencia de los ecosistemas frente a grandes fuegos.
Además, esta técnica no es una quema indiscriminada, sino una herramienta de gestión cuidadosamente planificada. Así, el fuego, lejos de ser un destructor, se convierte en un agente de regeneración.
¿La intervención humana y animal, puede favorecer la rehabilitación ecológica?
Más allá de la intervención humana, la renaturalización propone aprovechar el papel de la fauna en la gestión del fuego. Ejemplos de esto se encuentran en todo el mundo. En Norteamérica, los castores construyen presas que alteran la humedad del suelo, creando cortafuegos naturales.
En Mozambique, los búfalos se alimentan de maleza, reduciendo el combustible vegetal. Y en Australia, el pájaro Malleefowl excava el suelo, deshaciendo material inflamable. Estos animales, a través de sus comportamientos naturales, contribuyen a crear paisajes menos propensos a los grandes incendios.
Así que, reintroducir y proteger estas especies es una magnífica estrategia y clave para fortalecer la resiliencia de los ecosistemas que todos los años son afectados por catastróficos incendios, y que en su mayoría son creados por el hombre.
La rica biodiversidad del Mediterráneo, por ejemplo, es en gran parte el resultado de milenios de interacción con los incendios. En Brasil, el fuego estimula la floración de la sabana del Cerrado. Y en Australia, la falta de incendios ha provocado el declive de la rata canguro, una especie vital para el ecosistema.

Reconocer este papel ecológico del fuego es fundamental para adoptar una nueva mentalidad. El objetivo no es eliminar los incendios, sino gestionar su intensidad y su frecuencia para que beneficien a los ecosistemas y que no representen un riesgo para los humanos y otros seres vivos.
Gestión forestal orientada a la renaturalización
Los árboles grandes y bosques más maduros son más resistentes al fuego, sino que también ofrecen una multitud de beneficios ecológicos. Sus microclimas son más frescos, mejoran el ciclo del agua y del carbono, y sus troncos y madera muerta se convierten en hábitats para una gran variedad de especies, desde hongos hasta insectos.
Al mismo tiempo, se aprovechan los incendios locales y las sequías para favorecer la discontinuidad del bosque, evitando la acumulación de biomasa que alimenta los incendios masivos.Esto implica un cambio de paradigma: pasar de una gestión controlada y costosa a una visión que confía en el poder de la naturaleza.
Como añadido está la escasez de autorizaciones a las quemas controladas, que acaban en quemas ilegales.
— 𝕸𝖊𝖑 (@EnLosLuceros) July 22, 2022
Si en cambio fueran autorizadas estarían localizadas y es menos probable que se descontrolaran.
Además también ayudan a limpiar y prevenir incendios. pic.twitter.com/0LIS7NvERD
Debemos considerar que se requiere una planificación cuidadosa y una profunda comprensión de los procesos ecológicos. Las quemas localizadas, por ejemplo, deben ser realizadas por expertos, en condiciones controladas, y sólo en entornos donde no haya riesgo para la vida humana y otros seres vivos.
El beneficio a largo plazo de la renaturalización es inmenso
No solo se reducen los riesgos de incendios catastróficos, sino que también se promueve la biodiversidad, se mejora la salud de los ecosistemas y se reducen los costos de gestión forestal. La idea es dejar que el sistema funcione de manera más equilibrada, asumiendo que el fuego es una perturbación natural que los bosques pueden y deben soportar.
Al redefinir el rol de la sociedad en el control del fuego, otorgamos una mayor autonomía a los demás seres del entorno natural, creando paisajes más sanos y sostenibles para las futuras generaciones.
En conclusión, la renaturalización ofrece una respuesta a la crisis de los incendios forestales que va más allá de la mera supresión. Propone un enfoque holístico que integra la ciencia, la ecología y la gestión del paisaje. El fuego, lejos de ser un enemigo, puede ser una herramienta valiosa para fortalecer la resiliencia de los ecosistemas y proteger a las comunidades humanas.
Adoptar esta visión significa asumir un rol de facilitadores, en lugar de controladores, permitiendo que la naturaleza recupere su capacidad de autorregulación. Es un cambio de paradigma que nos invita a coexistir con el fuego, en lugar de luchar contra él, construyendo un futuro más equilibrado y sostenible.
A pesar de los beneficios, la renaturalización enfrenta desafíos
El principal es el cambio de mentalidad: La sociedad ha sido educada en la idea de que el fuego es siempre un enemigo que debe ser combatido a toda costa. Cambiar esta percepción requiere de una labor educativa, mostrando ejemplos concretos de cómo el fuego puede ser un aliado.
Se necesita un diálogo abierto entre científicos, gestores forestales y comunidades locales para construir una nueva cultura del fuego. Debemos reconocer el valor ecológico del fuego y su potencial para fortalecer la resiliencia de nuestros paisajes.
La implementación de estas estrategias no es un camino fácil
Requiere una cuidadosa planificación, un profundo conocimiento de los ecosistemas locales y la colaboración de todos los actores sociales. La quema en mosaico, la reintroducción de especies animales, la promoción de bosques maduros, y la gestión estratégica de incendios, son todas piezas de un complejo rompecabezas.
Los tratamientos promueven la salud y la biodiversidad del pinar, aumentando la resiliencia frente al cambio climático e incendios forestales
— Fénix Canarias (@FenixCanarias) June 20, 2023
La renaturalización generará un ecosistema más biodiverso y con mayor capacidad para recuperarse ante perturbaciones. pic.twitter.com/I4dhxfzSF9
El éxito de estas iniciativas dependerá de nuestra capacidad para aprender de la naturaleza, respetando sus ciclos y sus dinámicas. Al reducir nuestro control y permitir que los procesos naturales se restablezcan, no solo mejoramos la salud de los bosques, sino que también nos protegemos a nosotros mismos. Menos incendios peligrosos, más biodiversidad y una naturaleza más resiliente son los frutos que podemos cosechar al adoptar esta visión.
En definitiva, la crisis de los incendios forestales nos obliga a una profunda reflexión sobre nuestra relación con el medio ambiente. La renaturalización emerge como una alternativa prometedora, ofreciendo soluciones que son a la vez científicamente sólidas y ecológicamente coherentes.
Referencia de la noticia
Restoring fire regimes through rewilding, Volume 35, Issue 13, 7 de Julio 2025, Pages R670-R686, Ella Plumanns-Pouton y Tristan R.M. BakxRobert