El Mediterráneo nunca había estado tan frío en algunas costas españolas y nunca tan cálido en general, ¿cómo es posible?

El Mediterráneo vuelve a ser, una vez más, noticia debido a sus elevadas temperaturas. La excepción recae en las costas peninsulares donde el afloramiento de aguas frías ha batido récords.

Hasta 10 ºC de diferencia entre las costas del golfo de León y las de Siria. Un contraste térmico influenciado por la orografía y régimenes de viento diferenciados.


Según el Servicio de Monitorización de Olas de calor Mediterráneas, más del 80% de la superficie del Mediterráneo se encuentra en anomalías positivas de temperatura, es decir, por encima de los valores habituales para la época del año. Estas desviaciones persistentes son síntoma inequívoco del imparable avance del calentamiento global con especial incidencia en el Mare Nostrum.

Un mar de contrastes

En las costas africanas, el Mediterráneo alcanza los 22-24 ºC con valores de hasta 25 ºC en el litoral de Siria. Por contra, las aguas más frías bajan de los 15 ºC en el golfo de León debido a los continuos temporales de Tramontana.

El agua del mar en determinados puntos de Cataluña está más fría que en las costas atlánticas. El 30 de noviembre se midieron 14.9 ºC en la boya del Cap Begur, según datos de Puertos del Estado. El mismo día, había hasta medio grado más en la boya de Estaca de Bares, en Galicia.

¿A que se debe? El fenómeno del “upwelling”

Las aguas más frías del Mediterráneo se encuentran actualmente junto a la Península, debido al régimen de vientos dominante en los últimos meses. Los vientos que soplan de tierra a mar empujan la capa de agua superficial alejándola de la costa. Para compensar esta “pérdida” de agua en superficie, surge agua de profundidades mayores. Este fenómeno se conoce como afloramiento (“upwelling” en inglés).

El viento también ha contribuido en menor medida a este descenso, porque tiene un efecto refrigerante evaporando la superficie marina y haciendo bajar su temperatura. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los días son cada vez más cortos a medida que nos acercamos al solsticio y la elevación del sol en el cielo es menor. Por ello, el balance radiativo resulta claramente negativo.

Récords en costas españolas

El régimen persistente de vientos de poniente y noroeste, ha favorecido el afloramiento de aguas frías en las costas del levante y sur peninsular. Esto ha provocado un fuerte descenso de temperatura del agua del mar incluso con algunos récords.

Diego Lázaro, meteorólogo residente en Barcelona, lleva tomando registros ininterrumpidos de temperatura del agua del mar en la costa de la ciudad condal desde el año 2006. El pasado mes de noviembre, midió 16.3 ºC en Barcelona, un valor que constituye un nuevo récord. El 8 de noviembre llegó a medir 14.9 ºC a un metro de profundidad, un valor más típico del invierno que de otoño.

El efecto del cambio climático en el mar Mediterráneo

El Mar Mediterráneo es un punto candente del cambio climático. Según un informe del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), la temperatura superficial media de toda la cuenca ha subido 1.57 ºC desde 1982.

El aumento más rápido se está observando en los meses de primavera pero está presente durante todo el año. Las proyecciones climáticas apuntan a un calentamiento continuado en el tiempo con olas de calor marinas cada vez más intensas y frecuentes.