El mar Mediterráneo muestra temperaturas altas sin precedentes en el mes de abril

Los últimos datos confirman una tendencia preocupante en los últimos años. En algunos sectores del Mediterráneo las temperaturas están hasta 4 ºC por encima de la media de la época. ¿Qué consecuencias nos puede traer a corto plazo?

En zonas costeras mediterráneas, el número de noches tropicales se ha triplicado desde los años setenta: se trata de un efecto colateral asociado a un mar cada vez más caliente. Otro es que es un combustible de primera para las tormentas.

Las elevadas temperaturas del mar Mediterráneo vuelven a ser noticia, una vez más. Según datos del CEAM, ya hace algunos días que la temperatura media del mar Mediterráneo ha alcanzado valores nunca vistos en un mes de abril desde 1982, año de inicio de la serie de datos.

Es probable que en los próximos días el pico se suavice debido a la entrada de un importante temporal de tramontana desde el golfo de León, pero la efeméride no deja de ser sorprendente.

Una temperatura del mar hasta 4 ºC por encima de la media de la época en estos sectores

Las aguas más frías se encuentran en el Mediterráneo occidental con valores de hasta 15 ºC en el golfo de León. En el Mediterráneo oriental, superan los 21-22 ºC en el litoral de Líbano y Palestina. En prácticamente todo el Mare Nostrum las aguas están más cálidas respecto a los valores medios de esta época del año, con anomalías de hasta +4 ºC en el mar Adriático y Egeo.

En Barcelona, el agua del mar a un metro de profundidad era de 15,7 ºC el pasado 11 de abril, según datos del meteorólogo Diego Lázaro. La anomalía en este caso se acerca a 0,8 ºC. Desde que empezó el año, tan solo la primera quincena de enero mostró temperaturas por debajo de los valores medios en el litoral de la ciudad condal.

¿A qué podemos atribuir estas anomalías?

El calentamiento anómalo, se puede atribuir a grandes entradas de aire cálido asociadas a dorsales anticiclónicas subtropicales. Los episodios de altas temperaturas, con récords, se han sucedido en las últimas semanas. Otro factor clave es la ausencia del viento de tramontana, que hace aflorar aguas frías, más profundas.

Desde hace más de 10 años, Sergi Corral, meteorólogo local de L’Escala, ha censado los días en los que la tramontana supera los 50 km/h en su estación meteorológica. Aunque la serie temporal es corta, los datos indican una fuerte disminución de días en los que sopla este viento. En base a una media teórica de 100 días de tramontana al año, el 2022 marcó un mínimo histórico con apenas 41 días en los que este viento se hizo notar y una disminución mantenida en el tiempo.

Las anomalías son muy destacables en los mares Tirreno, Adriático y Egeo. Fuente: ECMWF.

La tramontana no solo es menos frecuente sino que los episodios son ahora más breves, con una duración media de dos días y medio, cuando a finales de los años noventa era superior a tres días.

Josep Pascual recoge datos en l’Estartit (Roca Maura), desde 1996 y constata un hecho similar: el viento de tramontana está desapareciendo rápidamente, lo que hace pensar que no se trata de un efecto a escala local, sino en una región más amplia.

¿Noches tropicales más tempranas?

Tener un Mediterráneo más caliente de lo normal no es una buena noticia. Si persiste y se incrementa la anomalía actual, el calor nocturno podría adelantarse en el calendario. Con esto nos referimos a las noches tropicales, aquellas en las que, desde la puesta de sol hasta el amanecer, la temperatura no baja de los 20 ºC. De hecho, en Baleares las primeras mínimas tropicales llegaron tan pronto como el pasado 7 de abril, con 20,8 ºC en Banyalbufar (costa oeste de Mallorca).

Lo habitual sería tener las primeras noches tropicales en la segunda quincena de junio. Los datos indican que este suceso ya está ocurriendo en el mes de mayo, por lo que se han adelantado un mes.

Por otro lado, si la dinámica atmosférica es propicia, el exceso de calor en la temperatura superficial del agua del mar puede desembocar en tormentas más violentas y/o episodios de precipitación más torrenciales.