Estos son únicos 3 países de Europa que no tienen ríos: los geógrafos aclaran los motivos

Estos son los únicos países europeos sin ríos permanantes naturales. Con sus climas y geografías únicos, cada uno ha desarrollado sus propias soluciones para satisfacer sus necesidades hídricas.

Red hidrográfica
Varios países no tienen ríos permanentes, ya sea por razones geográficas o climáticas.

Aunque la mayoría de los países europeos cuentan con una rica red hidrográfica, con ríos de diversos tamaños recorriendo su territorio, hay tres países europeos que escapan completamente a esta regla: Ciudad del Vaticano, Mónaco y Malta.

Los tres países europeos sin ríos permanentes

Estos tres estados son los únicos del continente europeo que no tienen ríos naturales dentro de sus fronteras, lo cual es un hecho curioso y poco conocido, excepto para los geógrafos, que aclaran los motivos.

El Vaticano

El Estado de la Ciudad del Vaticano , con tan sólo 0,44 km², es el país más pequeño del mundo tanto en superficie como en población. Ubicada dentro de Roma, Italia, la Ciudad del Vaticano no tiene ríos ni arroyos. El río Tíber, uno de los más importantes de Italia, discurre cerca de este microestado, pero no atraviesa su territorio.

La Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo en superficie y población y no tiene los accidentes geográficos de otros países, como ríos, lagos o montañas.

Debido a su pequeño tamaño y a la densa urbanización, el Vaticano carece del espacio y las características naturales necesarias para la formación de un río. Todas sus necesidades hídricas se cubren con fuentes externas, principalmente dentro de Italia.

Mónaco

El Principado de Mónaco es un microestado costero situado en el sur de Francia, a orillas del mar Mediterráneo.

La principal masa de agua que baña Mónaco es el mar Mediterráneo, ya que el país es muy pequeño y no hay espacio para ríos en su interior.

Con una superficie aproximada de 2 km², es el segundo país más pequeño del mundo, después del Vaticano. Al igual que el Vaticano, Mónaco no tiene ríos naturales que discurran de forma permanente.

Si bien existen algunos canales de drenaje y galerías subterráneas para la escorrentía pluvial, no existen cauces fluviales naturales. Esto se debe principalmente a su alta densidad urbana y a la falta de altiplanos o manantiales naturales.

Toda la gestión del agua y del alcantarillado en Mónaco se realiza mediante infraestructuras altamente tecnológicas, y parte del agua consumida también procede de Francia.

Malta

A diferencia de los dos primeros, Malta es un país insular situado en el mar Mediterráneo, entre Sicilia (Italia) y el norte de África.

Debido a su geografía y clima, Malta es un archipiélago con poca agua dulce disponible, y el agua potable se obtiene desalinizando agua de mar.

Cubre aproximadamente 316 km², divididos principalmente entre las islas de Malta, Gozo y Comino. A pesar de ser mucho más grande que el Vaticano y Mónaco, Malta carece de ríos naturales.

La razón principal de esto es el clima seco y caluroso, combinado con la geología caliza del archipiélago, que impide la formación de cursos de agua permanentes.

En cambio, Malta depende de las ramblas o wadis, que son cauces secos que solo transportan agua en épocas de fuertes lluvias. Estos wadis no se consideran ríos permanentes.

Debido a la escasez de agua dulce natural, Malta depende en gran medida de la desalinización del agua de mar y del agua importada para abastecer a su población. Además, el país ha desarrollado estrictas políticas de conservación y reutilización del agua.

Pequeñas grandes excepciones geográficas

Estos tres países europeos —el Vaticano, Mónaco y Malta— representan notables excepciones geográficas en un continente regado en gran parte por ríos. Ya sea por su pequeño tamaño, su clima árido o su intensa urbanización, ninguno de ellos cuenta con ríos naturales permanentes.

Esta característica obliga a los tres a desarrollar soluciones alternativas para el abastecimiento de agua, como el uso de aguas subterráneas, la importación de agua o la desalinización. A pesar de estas limitaciones, todos han logrado adaptarse con tecnologías modernas y políticas eficientes de gestión del agua .