La Estación de Santander-Ojáiz: 25 años de observaciones. Parte V y final

José Luis Pelayo ArceNota de la RAM. Queremos reproducir en la revista este extenso trabajo de José Luis Pelayo Arce responsable de dicha estación y autor de este trabajo tan minucioso tras 25 años de trabajo impagable. Son muchas páginas, ideas, gráficas, etc. Este es el quinto y último  de la serie de este extenso reportaje.

Las primeras entregas de este trabajo puedes verla en:

Parte I http://www.tiempo.com/ram/4880/la-estacin-de-santander-ojiz-25-aos-de-observaciones-parte-i/

Parte II http://www.tiempo.com/ram/5144/la-estacin-de-santander-ojiz-25-aos-de-observaciones-parte-ii/

Parte III http://www.tiempo.com/ram/5740/la-estacin-de-santander-ojiz-25-aos-de-observaciones-parte-iii/

Parte IV. http://www.tiempo.com/ram/6349/la-estacin-de-santander-ojiz-25-aos-de-observaciones-parte-iv/

3.9.- Temperaturas medias estacionales

La temperatura media correspondiente a cada estación astronómica tomando como base el año civil, nos muestra los siguientes resultados:

Para la división mensual se han tomado los meses de Enero, Febrero y Marzo, como Invierno; Abril, Mayo y Junio, corresponden a la primavera; el verano queda representando por Julio, Agosto y Septiembre y, finalmente, el otoño queda encuadrado entre los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre.

Si nos atenemos a la distribución que para cada estación  se realiza considerando el año agrícola, los resultados son:

3.10.- Variaciones mensuales de la temperatura.

Escogiendo el promedio mensual por cada mes en el periodo de 25 años y utilizándolo como valor central, obtenemos las variaciones de temperatura para cada mes.

Capitulo 4

Relaciones entre precipitación y temperatura

Hasta ahora habíamos analizado por separado los datos de precipitación y los de temperatura. Sin embargo, muchos de los estudios climatológicos hacen referencia a estas dos variables conjuntamente pues ambas inciden muy significativamente en nuestro quehacer cotidiano o en el tiempo que dedicamos a nuestro ocio.

La lluvia es el elemento climatológico más  popular, el que más interesa, el que más preocupa, del que más se habla y que siempre es noticia, a veces por su escasez y otras por su exceso. De la lluvia depende nuestro suministro de agua, nuestra vida y nuestros trabajos. Una deficiencia de la lluvia puede tener efectos desastrosos, como asimismo pueden tenerlos las inundaciones provocadas por lluvias excesivas.

Para obtener beneficios de la lluvia, no basta con que su cantidad sea la adecuada; es preciso que se distribuya de tal forma que no falte en las estaciones cruciales para las cosechas. La lluvia siempre es bienvenida en relación con la energía hidroeléctrica y para el suministro de agua a las poblaciones; en cambio no lo es cuando estropea la estación turística estival. El que llueva a gusto de todos, como dice el refrán popular, no se da con demasiada frecuencia.

La temperatura es uno de los elementos fundamentales del clima y, desde muchos puntos de vista, el más importante, ya que desempeña un papel fundamental sobre la vida en la biosfera terrestre.

La temperatura depende en gran medida de la naturaleza de la superficie del suelo sobre la que descansa la atmósfera.  La energía procedente del sol atraviesa el aire sin calentarlo y al llegar al suelo es éste el que se calienta al absorberla en parte.. A su vez, el calor del suelo se transmite a la capa inferior de la atmósfera por conducción, por turbulencia y por radiación.

Varios ejemplos de esta relación entre la precipitación y temperatura los tenemos casi a diario. El agua que se precipita de las nubes se cristaliza por las bajas temperaturas dando lugar a los copos de nieve; las gotas de agua en el interior de un cumulonimbo, se congelan formando granizo debido a  las temperaturas por debajo de 0º que existen dentro de la nube. El rocío, también considerado como una forma de precipitación, puede llegar a convertirse en hielo cuando las temperaturas provocadas por la irradiación nocturna se sitúan por debajo de los cero grados, dando pues lugar al fenómeno de la escarcha.

Las herramientas utilizadas con más asiduidad en los estudios climatológicos que relacionan estas dos variables son muchas y variadas; pero de entre todos ellos hemos escogido el Climograma, el balance termopluviométrico, y la ficha hídrica según el método de Thornwhaite.

4.1.- Climograma

El climograma es un gráfico de doble entrada en el que se presentan resumidos los valores de precipitación y temperatura recogidos en una estación meteorológica. Se presentan en cada mes del año la precipitación total caída durante el mes y la temperatura media mensual (media de la temperatura media diaria de cada día del mes, y esta a su vez media de la máxima y la mínima en 24 horas), ambas variables en forma de datos medios sobre un número amplio de años observados: unos treinta si se quiere obtener conclusiones climáticas significativas, unos cinco si se quieren estudiar las tendencias coyunturales, o también de un sólo año.

Los climogramas tienen un eje de abscisas donde se encuentran los meses del año, un eje de ordenadas a la izquierda (normalmente) donde se encuentra la escala de las temperaturas y un eje de ordenadas a la derecha donde se encuentra la escala de las precipitaciones. Aunque a veces no se haga así, la escala de precipitaciones debe ser siempre el doble que la de temperaturas si se quiere que el climograma represente correctamente la existencia o no de estación seca, ya que según el índice de Gaussen el índice de aridez está definido por: Precipitaciones en mm = Temperaturas en ºC x 2 (si las precipitaciones en mm son inferiores al doble de la temperatura media en grados centígrados, el mes es seco, mientras que no lo es si resulta una cifra mayor).

En el climograma clásico las temperaturas se presentan en una línea y las precipitaciones en barras. Normalmente se añaden los datos de las precipitaciones medias anuales y la temperatura media anual.

Con los datos de la Estación de Ojáiz, el climograma resultante es el siguiente:

En el gráfico anterior observamos un máximo de precipitación en otoño y, en concreto, en el mes de Noviembre, considerado como el más lluvioso del año. Un segundo máximo tiene lugar en primavera (mes de Abril). El mínimo de precipitación, en los meses de verano, ocurre en el mes de Julio y el segundo mínimo en Junio. Julio, por tanto, es el mes más seco del año.

No existe estación seca, ya que la curva de temperatura no sobrepasa la cantidad de precipitación ni aún en verano (propio de un clima oceánico). La amplitud térmica anual tiene un valor medio de  10,5º (lo que denota que el punto de estación se halla alejado del ecuador terrestre), siendo Agosto el mes más cálido y Enero el más frío. No existen máximos y mínimos secundarios; la curva de temperatura inicia el ascenso a partir de Enero (a la mayor duración de las horas de luz le corresponde mayor radiación recibida) para llegar al máximo anual en Agosto. A partir de este mes la temperatura desciende, cerrándose (o empezando) el ciclo en Diciembre, como habíamos visto en los capítulos anteriores. La forma acampanada de la curva de temperatura nos indica que la estación se encuentra en el hemisferio norte.

Del gráfico anterior pueden extraerse, además, otros valores que indican mucho mejor la característica climatológica de Ojáiz. Estos valores se basan en los números índices y de entre todos ellos hemos extraído el índice de aridez de Martonne y el índice de Dantín-Revenga.

Según los índices, Ojáiz se encuentra en la zona Húmeda peninsular (47,2, Martonne y 1,2, Dantin Revenga).

4.2.- Balance termopluviométrico

El balance termopluviométrico toma como referencia los meses distribuidos según el esquema del año agrícola.

Seguimos observando que el máximo de precipitación anual tiene lugar en Noviembre y el segundo máximo en el mes de Abril. Las precipitaciones más escasas ocurren durante los meses veraniegos, siendo Julio el más seco del año. Se aprecia muy bien el segundo mínimo de precipitación que tiene lugar en el mes de Junio.

La curva de temperatura no es tan regular como en el climograma. Si bien continúa con la forma de campana, se observan ligeras variaciones con respecto al gráfico de la página 70. Se aprecia una ligera similitud entre las temperaturas medias de los meses de Marzo y Abril. Es a partir de este mes cuando éstas inician un ascenso importante que culmina en Agosto y finaliza en el mes de Enero. Hay que resaltar que éste gráfico sí nos indica un periodo de estación seca, donde las temperaturas superan a las precipitaciones. Dicho tramo se extiende desde el mes de Mayo para finalizar en Septiembre; en Octubre se denota que en algunos años, las precipitaciones han estado por debajo de las temperaturas, pero dada la poca diferencia entre las variables no son valores muy significativos.

4.3.- Ficha hídrica (método de Thornwhaite)

El método más adecuado para determinar las disponibilidades de agua de una zona en un periodo concreto es el balance hídrico, en cuya elaboración las variables que intervienen son:

  • La evapotranspiración potencial (ETP), que representa las salidas o consumos de agua, calculada por diferentes métodos según distintos autores.
  • La precipitación  (P), o aportaciones y entradas, medidas con el pluviómetro.
  • La capacidad de almacenamiento de agua por el suelo, que se determina en función de las características físicas del mismo y en especial, por su textura. En la práctica el balance se elabora para diferentes capacidades de retención que en nuestras zonas suelen ser de 75, 100 y 150 mm.

El sistema de cálculo del balance hídrico (ficha hídrica) de Charles Warren Thornthwaite es la alternativa más popular con respecto a otros métodos más sofisticados (Montero de Burgos y González Rebollar, Penmann, etc.).

Thornwhaite tiene en cuenta los valores de precipitación y los de la evapotranspiración potencial, calculando ésta a partir de los datos de las temperaturas medias mensuales y los índices térmicos. Para cada mes se calcula el IT correspondiente aplicando la fórmula siguiente:

Una vez hallados estos índices mensuales se calcula la suma de todos ellos (i1, enero; i2, Febrero; i3, marzo…….i12, diciembre) que nos dará el sumatorio anual. (I)

Finalmente, para hallar el valor de la ETP, Thornwhaite utiliza la fórmula siguiente:

El valor “α” es el coeficiente para la corrección debida a la duración media de la luz solar y ya viene tabulado en tablas especiales que indican para cada mes y longitud geográfica el valor que corresponde.

El exponente “a”, es el resultado de esta otra fórmula que tiene en cuenta el sumatorio de la i,s  (Σi):

En la ficha hídrica que se ha elaborado para la estación de Ojáiz se ha tenido en cuenta que la capacidad máxima de retención del terreno es de 100 mm.

FICHA HIDRICA

ESTACION METEOROLOGICA DE SANTANDER-OJAIZ

Número hidrológico: 1112-E

Longitud : 3º 53’ 03” W.   Latitud: 43º 26’ 39” N.   Altitud: 35 metros

Periodo de observaciones: 1984 - 2008

BIBLIOGRAFIA


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Iniciación a la Meteorología

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Estudio climatológico de las precipitaciones en Ojáiz

Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM)

PITA, Mª Fernanda

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Ed. Cátedra

WIKIPEDIA

Enciclopedia libre de Internet

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

Las fotografías y los gráficos de este resumen son obra del autor

Esta entrada se publicó en Reportajes en 07 Nov 2009 por Francisco Martín León