La subida del nivel del mar podría poner en peligro a 50 sitios arqueológicos en la Isla de Pascua
El aumento del nivel del mar podría inundar más de 50 sitios arqueológicos en la Isla de Pascua, o Rapa Nui, para 2080, incluido el icónico Ahu Tongariki, según un nuevo estudio de la Universidad de Hawái.

La investigación, dirigida por el científico Rapa Nui Noah Paoa, destaca el impacto del cambio climático en el patrimonio cultural y turístico de la isla.
Los habitantes indígenas polinesios han llamado a la isla Rapa Nui desde hace mucho tiempo, mientras que los exploradores europeos la llamaron Isla de Pascua después de llegar el domingo de Pascua en 1722. Está a unas 2.200 millas de Chile continental y es un territorio especial de esa nación.
Lugares arqueológicos en peligro
Las proyecciones muestran que las marejadas estacionales, intensificadas por el calentamiento global, podrían alcanzar plataformas ceremoniales, petroglifos y lugares de enterramiento. El estudio, publicado en la edición de septiembre-octubre del Journal of Cultural Heritage, plantea una pregunta urgente: ¿cómo proteger los restos de una civilización antigua de una amenaza que avanza poco a poco?
La costa de Rapa Nui, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, se enfrenta a un riesgo que ya no es hipotético. Según el estudio, las olas impulsadas por la crecida del mar podrían alcanzar Ahu Tongariki, el mayor conjunto restaurado de moáis de la isla, en menos de 60 años.
El equipo de investigación utilizó modelos informáticos para simular escenarios climáticos futuros. Al superponer estas proyecciones sobre mapas geoespaciales de sitios culturales, los miembros identificaron las zonas más vulnerables. El resultado: 51 sitios arqueológicos en riesgo de inundación, incluyendo jardines de piedra, cementerios, petroglifos y viviendas tradicionales.
"Estos lugares no son solo piedras antiguas. Son espacios vivos, esenciales para la identidad cultural de Rapa Nui y para el sustento económico de su gente", declaró Paoa a los medios locales.
Para mayo de 2023, el gobierno municipal de Rapa Nui ya había dado la voz de alarma. Un informe de investigadores chilenos del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas de Coquimbo, el Centro Esmoi y la Universidad Católica del Norte advirtió sobre la disminución de las precipitaciones, fenómenos meteorológicos más extremos, vientos más fuertes, el aumento de la temperatura superficial del mar y la disminución de los niveles de oxígeno en los océanos.
Otro informe técnico del Ministerio de Medio Ambiente de Chile identificó a Rapa Nui como una de las zonas más vulnerables al clima del país.
"Las opciones disponibles son construir rompeolas, reforzar plataformas o reubicar estatuas", dijo el arqueólogo Rapa Nui, Ramon Tuki. Todas estas opciones implican desafíos técnicos, éticos y financieros, similares a los que se enfrentaron durante la reparación de Ahu Tongariki, un proceso que duró unos cuatro años.
Ahu Tongariki es la plataforma ceremonial más grande de la Isla de Pascua, con 15 moáis restaurados. Se encuentra en la costa sureste, cerca de la cantera de Rano Raraku, donde se tallaron la mayoría de los moáis. Las estatuas fueron derribadas durante conflictos tribales y posteriormente arrastradas tierra adentro por un tsunami en 1960, pero fueron restauradas en la década de 1990.
En promedio, un moái de Rapa Nui pesa entre 10 y 20 toneladas, y la mayoría fueron tallados en toba volcánica del cráter Rano Raraku. Cualquier esfuerzo para moverlos requeriría una ingeniería compleja y a gran escala.
"Tan grave como la amenaza de lo que sucederá en los próximos años es el hecho de que todavía no hay claridad sobre lo que se hará", dijo el arqueólogo.
La construcción de los moáis en Rapa Nui comenzó alrededor del siglo XIII, aunque estudios recientes han precisado esa cronología. Según una investigación arqueológica publicada en el Journal of Archaeological Science por expertos de la Universidad de Binghamton y la Universidad de Oregón, los primeros ahu se construyeron poco después del asentamiento inicial de la isla, alrededor del año 1200 d. C.
La amenaza pone en peligro no solo el turismo, principal fuente de ingresos de la isla, sino también el vínculo espiritual entre el pueblo de Rapa Nui y sus ancestros. La erosión del paisaje ceremonial podría suponer una pérdida irreparable para la memoria cultural del Pacífico Sur.
Fuente: Universidad de Hawái
Referencia
Charles H. Fletcher et al, Impacts of sea-level rise and wave inundation in the Tongariki Complex, Rapa Nui. Journal of Cultural Heritage
Volume 75, September–October 2025, Pages 84-92.