Un planeta que gira alrededor de una estrella de neutrones toma la forma de limón desafiando las leyes de la Física
La enorme gravedad de una estrella de neutrones o púlsar está deformando al planeta que gira alrededor de ella, que tiene masa similar a Júpiter, dándole una extraña forma de limón. Estas observaciones se realizaron por el telescopio espacial James Webb.

La exploración del universo vuelve a sorprender a la comunidad científica. El telescopio espacial James Webb ha observado un exoplaneta cuya composición no encaja con lo que los astrónomos esperaban encontrar, abriendo nuevas preguntas sobre cómo se forman y evolucionan los planetas fuera de nuestro Sistema Solar.
Un planeta que rompe las reglas
El planeta estudiado pertenece a una categoría conocida como sub-Neptuno caliente: mundos más grandes que la Tierra, pero más pequeños que gigantes como Neptuno. Estos planetas suelen tener atmósferas ricas en gases que dejan señales claras cuando se analizan con telescopios avanzados.
Sin embargo, al observar este planeta mientras pasaba frente a su estrella, los científicos se encontraron con algo desconcertante: su atmósfera no mostró las huellas químicas habituales. En lugar de un patrón detallado, apareció una señal casi plana, como si la atmósfera estuviera ocultando su verdadera naturaleza.
Una atmósfera difícil de ver
Normalmente, cuando la luz de una estrella atraviesa la atmósfera de un planeta, ciertos gases absorben partes específicas de esa luz. Gracias a este fenómeno, los astrónomos pueden identificar de qué está hecha la atmósfera.
En este caso, la ausencia de señales claras sugiere que el planeta podría estar rodeado de nubes o brumas extremadamente densas, capaces de bloquear esas “huellas” químicas. Otra posibilidad es que su atmósfera esté compuesta por materiales poco comunes, aún mal comprendidos por la ciencia.
Un desafío para los modelos actuales
Este hallazgo es especialmente llamativo porque contradice las teorías existentes. Según los modelos científicos, un planeta con estas características y tan cercano a su estrella debería mostrar señales evidentes de ciertos gases. El hecho de que no sea así indica que los modelos actuales podrían estar incompletos.
Lejos de ser un problema, este tipo de descubrimientos impulsa el avance de la ciencia. Cada planeta inesperado obliga a los investigadores a replantear sus ideas y a mejorar las herramientas con las que intentan comprender el universo.
Por qué este descubrimiento es importante
Estudiar atmósferas extrañas como esta ayuda a los científicos a entender mejor la diversidad de mundos que existen en la galaxia. También es clave para identificar, en el futuro, planetas que puedan tener condiciones favorables para la vida.
El telescopio James Webb seguirá observando este y otros exoplanetas similares. Con cada nueva observación, queda más claro que el universo es mucho más diverso y sorprendente de lo que imaginábamos, y que aún queda mucho por descubrir.

Fuente: NASANET
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