Malasia no quiere ser basurero de plásticos del mundo

Cientos de toneladas de residuos plásticos importados se enviarán de regreso al lugar de origen, según la autoridades malayas, insistiendo en que el país no quería ser un vertedero global.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cada año se producen alrededor de 300 millones de toneladas de plástico, y gran parte de ellas terminan en vertederos o contaminan los mares, en lo que se está convirtiendo en una creciente crisis internacional.

China había tomado previamente una gran cantidad de residuos para el reciclaje, pero se detuvo abruptamente el año pasado, diciendo que quería mejorar su propio entorno.

Ahora los países del sudeste asiático que intervinieron para cubrir esta brecha dicen que han tenido suficiente.

"Instamos a los países desarrollados a que dejen de enviar basura a nuestro país", dijo Yeo Bee Yin, ministro de energía, tecnología, ciencia, medio ambiente y cambio climático de Malasia, y agregó que era "injusto e incivilizado".

Las importaciones de plástico a Malasia se han triplicado desde 2016, a 870,000 toneladas el año pasado, según los datos oficiales.

La afluencia ha provocado un rápido aumento en el número de plantas de reciclaje, muchas de ellas operando sin licencia y con poca consideración por los estándares ambientales.

Lee Chee Kwang, un activista de la Agencia de Protección del Medio Ambiente Kuala Langat, dijo que Malasia "ha fracasado estrepitosamente" en la gestión de la basura que entra en el país.

"El gobierno debe prohibir la entrada de residuos plásticos y declararlo como enemigo público número uno", dijo.

Si bien Malasia permite la importación de plásticos de residuos homogéneos y limpios para la industria del reciclaje, hay un creciente llamamiento público para que el gobierno prohíba la importación de plásticos usados por completo.

Yeo prometió una ofensiva contra las importaciones ilegales y las instalaciones de reciclaje. Los malasios involucrados en la importación de los residuos son "traidores", dijo. "Malasia no será un basurero para el mundo", agregó Yeo.

El ministerio dijo que 450 toneladas de residuos plásticos contaminados en 10 contenedores, desde Australia, Bangladesh, Canadá, China, Japón, Arabia Saudita y Estados Unidos, serán enviados de regreso.

Los funcionarios portuarios dijeron que sus contenidos estaban mal declarados, pero no dieron una fecha para el envío. "Estos contenedores están llenos de residuos de plástico contaminados, no homogéneos, de baja calidad y no reciclables, y se envían a instalaciones de procesamiento que no cuentan con la tecnología para reciclar de manera ambientalmente racional", dijo el ministerio.

El mes pasado, Malasia envió cinco contenedores llenos de residuos plásticos a España.

Se están llevando a cabo inspecciones en más de otros 50 contenedores que se trajeron ilegalmente. Yeo dijo que tomará hasta el final del año enfrentar el problema por completo. 150 plantas de reciclaje de residuos ilegales habían sido cerradas.

Pero el problema está muy extendido y los ciudadanos están tomando medidas ante la afluencia plástica.

Unas 12,000 personas en el estado central de Selangor están protestando por una fábrica de reciclaje que puede operar cerca de sus hogares, dijo el líder de la comunidad, Joshua Tee. "El procesamiento de dichos materiales produce gases tóxicos. Los aldeanos dicen que padecen asma y picazón", dijo.

Tan solo el nueve por ciento del plástico producido entre 1950 y 2015 ha sido reciclado.

Las imágenes de arrecifes de coral asfixiados en bolsas de plástico y sistemas fluviales repletos de botellas de PET han provocado una creciente conciencia mundial sobre la necesidad de enfrentar el problema.