Los científicos usan datos satelitales que proporcionan información sobre los movimientos tectónicos en Europa
Las placas tectónicas divergen, convergen o se desplazan una sobre otra en direcciones opuestas a velocidades de entre 0,1 y 90 milímetros por año en ciertas zonas de Europa y los satélites permiten analizar dichos movimientos.

Un estudio publicado en la revista Tectonics ha aportado nuevos conocimientos sobre las fuerzas que provocan los movimientos tectónicos en las regiones con mayor actividad sísmica de Europa. Investigadores utilizaron datos satelitales avanzados para rastrear los movimientos de tierra en Grecia, el oeste de Turquía y los países del sur de los Balcanes.
Las placas tectónicas divergen, convergen o se desplazan una sobre otra en direcciones opuestas a velocidades de entre 0,1 y 90 milímetros por año. En muchos límites de placas, las rocas a ambos lados de la falla permanecen atrapadas durante décadas o siglos mientras las placas continúan moviéndose. Esto provoca la acumulación de tensión material en los límites de placas.

Si esa tensión se vuelve demasiado intensa y las rocas se desprenden, el movimiento relativo puede ser de metros en un instante: un terremoto. Un equipo de geocientíficos utilizó un modelo mecánico avanzado para estimar las fuerzas que impulsan estos movimientos en el límite tectónico entre las placas africana y euroasiática. El modelo incluye importantes zonas de falla conocidas por sus terremotos.
Utilizando este modelo, por primera vez, los científicos pudieron determinar la velocidad relativa máxima en el hipotético caso de ausencia de fricción en los límites de las placas. También determinaron la velocidad actual real. Cuanto mayor sea la diferencia entre la velocidad máxima y la actual de una placa, mayor será la tensión acumulada y, por lo tanto, mayor la probabilidad de un gran terremoto.
"Ahora podemos estimar la velocidad con la que se acumula la tensión", afirma Rob Govers, profesor asociado de la Universidad de Utrecht y autor principal del estudio. "Esta información es crucial para evaluar el riesgo de grandes terremotos".

Paso suave
Las zonas de subducción al sur, oeste y este del mar Egeo —donde la placa africana se desliza hasta una profundidad de 1300 km bajo Europa— parecen desempeñar un papel crucial. La tensión se acumula lentamente a lo largo de los límites de las placas, con la excepción de la zona de falla de Cefalonia.
Como resultado, la mayoría de los límites de placas alcanzan casi la velocidad máxima posible, y las placas se deslizan suavemente unas sobre otras. La velocidad a lo largo de la famosa falla de Anatolia del Norte también es suave, excepto cerca de Estambul, donde se espera un terremoto.
"Las predicciones de movimiento de nuestro modelo coinciden muy bien con las observaciones satelitales", afirma Govers. "Esto nos da confianza en nuestros hallazgos, que ofrecen una nueva comprensión de la actividad sísmica en la región".
El modelo también predice observaciones que no fueron parte del estudio, como los movimientos de fallas durante los terremotos alrededor de Santorini en febrero de 2025.
Predicciones
El siguiente paso es vincular estos nuevos conocimientos con datos históricos de terremotos. A partir de esto, se puede estimar aproximadamente en qué puntos de tensión se desprendieron las placas.
"Si se relaciona esto con nuestro modelo y con la fecha de los grandes terremotos anteriores, teóricamente se puede predecir cuándo y dónde es probable que ocurra el próximo gran terremoto en las próximas décadas", añade Govers. Esta información puede utilizarse para mejorar las directrices de construcción y otras medidas de protección.
Referencia
Rob Govers et al, Probabilistic Assessment of the Causes of Active Deformation in Greece, Western Anatolia, and the Balkans Using Finite Element Models, Tectonics (2025). DOI: 10.1029/2024TC008658