Cotas récord de la intensidad de los incendios forestales en 2020

Copernicus: los incendios registrados en las regiones más propensas a sufrirlos alcanzaron cotas récord de intensidad en 2020, pero las emisiones generadas por los incendios a escala mundial están disminuyendo

Actividad de incendios a escala mundial el 18/09/2020 que muestra el alto poder de radiación de los incendios forestales del oeste de EE.UU.

Los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) han monitorizado durante todo el año los devastadores incendios forestales originados en varias regiones del mundo caracterizadas por su elevada actividad de incendios. Sin embargo, pese a que algunas regiones como el oeste de Estados Unidos se han visto especialmente afectadas, el número de incendios forestales en todo el mundo fue menor, lo que da continuidad a la tendencia de disminución de las emisiones producidas por estos, iniciada en 2003.

Tras recopilar datos durante todo el año, el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio en representación de la Comisión Europea, muestra que la actividad de incendios forestales a escala mundial en 2020 revistió una gran complejidad. Los científicos del CAMS revelan que, si bien regiones como el círculo polar ártico y el oeste de Estados Unidos sufrieron incendios forestales sin precedentes en términos de intensidad y de emisiones, 2020 fue uno de los años con menor número de incendios activos en todo el mundo. Ello se ha traducido en un nuevo descenso de las emisiones generadas por estos, en línea con la tendencia de reducción continuada durante los últimos 17 años.

2020 fue uno de los años con menor número de incendios activos en todo el mundo

Los científicos del CAMS monitorizan a diario la actividad de incendios forestales en todo el mundo gracias a un parámetro para medir la generación de calor denominado «poder radiativo del fuego». Estas observaciones provienen de sensores satelitales que pueden detectar la señal de calor y que se emplean para estimar la intensidad de los incendios. El Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS) del CAMS utiliza estas observaciones del emplazamiento y la intensidad de los incendios forestales activos realizadas prácticamente en tiempo real para elaborar estimaciones sobre la emisión de sustancias contaminantes. Para ilustrar la actividad de incendios en 2020, el CAMS ha creado una animación específica. Además, los científicos del CAMS confirman que 2020 ha sido uno de los años de menor actividad de incendios del conjunto de datos del GFAS, que se remonta a 2003. No obstante, en las regiones más afectadas, la intensidad que han presentado ha sido considerablemente superior.

Las emisiones de carbono estimadas según el Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS) del CAMS entre 2003 y 2020 (del 1 de enero al 7 de diciembre) muestran una tendencia generalizada de disminución de las emisiones. Crédito: CEPMPM / Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)

Si bien la actividad de incendios en la zona meridional del África tropical ha sido sumamente escasa este año, se ha observado un incremento de la actividad en regiones como Siberia, Colorado, California y la región del Pantanal en el sur de Brasil. En 2020, se emitieron a la atmósfera aproximadamente 1.690 megatoneladas de carbono entre el 1 de enero y el 7 de diciembre de 2020, frente a las 1.870 megatoneladas de carbono emitidas en 2019, lo que evidencia la continuación de la tendencia de disminución de las emisiones.

Mark Parrington, científico sénior y experto en incendios forestales del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), explica: «Aunque 2020 ha resultado, sin lugar a dudas, un año devastador en el plano de los incendios forestales en las regiones que más afectadas se han visto por ellos, hemos asistido a una disminución de las emisiones en todo el mundo gracias a la mejora de las medidas de gestión y mitigación de incendios. Desde que comenzamos a monitorizar los incendios forestales mediante nuestro sistema GFAS en 2003, hemos observado un descenso gradual en las tasas de emisión. No obstante, no es momento de mostrarse complacientes, puesto que los incendios forestales en las regiones más afectadas mostraron una intensidad récord debido a unas condiciones meteorológicas más cálidas y secas. Ello se tradujo en que un mayor número de sustancias contaminantes se desplazaron miles de kilómetros, lo que afectó a la calidad del aire que respiran millones de personas».

«Al seguir monitorizando la envergadura, la intensidad y las emisiones de estos incendios forestales a diario en todo el mundo, buscamos concienciar sobre sus repercusiones duraderas y a gran escala, lo que contribuye a brindar información a las autoridades, organizaciones, empresas y ciudadanos de a pie para que puedan elaborar planes contra los posibles efectos de la contaminación atmosférica, lo cual reviste una especial importancia ahora que nos hemos visto afectados por la pandemia de COVID-19», añade.

En 2020, cuatro regiones se vieron especialmente afectadas y registraron incendios de gran intensidad:

El oeste de Estados Unidos

Los datos del CAMS muestran que una de las regiones más perjudicadas por los incendios forestales fue el oeste de Estados Unidos, debido a unas condiciones especialmente secas y cálidas en agosto y septiembre en la zona.

Arriba: los datos del CAMS sobre el poder radiativo del fuego (un parámetro de la intensidad de los incendios) para California y Oregón en 2020 (en rojo) muestran los efectos devastadores que los incendios forestales están teniendo en comparación con la media del periodo 2003-2019 (en gris). Abajo: estimación del CAMS sobre el total anual de emisiones de carbono generadas por los incendios forestales en California y Oregón. Crédito: Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, CEPMPM

En varios estados de EE. UU., empezando por California y Colorado y siguiendo por Oregón, Washington, Utah, Montana e Idaho, los datos mostraron que la actividad en la región fue entre decenas y cientos de veces más intensa que la media del periodo 2003-2019 para el conjunto de EE. UU., así como para varios de los estados afectados. Los penachos de humo derivados de los incendios forestales en EE. UU. se desplazaron considerablemente y llegaron a partes de Europa septentrional, tal y como el CAMS había previsto. Estos incendios emitieron importantes cantidades de humo y sustancias contaminantes a la atmósfera y, de acuerdo con las observaciones satelitales, las emisiones de carbono estimadas superaban las 30,3 megatoneladas.

El círculo polar ártico

Entretanto, 2020 fue otro año de gran actividad para los incendios forestales originados en el extremo nororiental de Siberia y en el círculo polar ártico. En mayo, conforme se desarrollaba la temporada boreal de incendios, los científicos observaron indicios de que se estaban reavivando incendios en el Ártico tras una primavera inusualmente calurosa. Si bien no pudo confirmarse debido a la falta de mediciones sobre el terreno, los denominados «incendios zombis», que se reavivan tras arder bajo tierra durante el invierno, resultaron especialmente virulentos en amplias regiones que también ardieron en 2019.

Poder radiativo del fuego en el círculo polar ártico. Poder radiativo del fuego —un parámetro de la generación de calor de los incendios forestales— en el círculo polar ártico entre junio y agosto de 2020. Crédito: Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, CEPMPM

En septiembre, los científicos del CAMS pudieron confirmar que los incendios forestales originados en el Ártico en 2020 habían batido récords de emisiones, con penachos de humo que abarcaban el equivalente a más de un tercio del territorio de Canadá. Gracias a los datos del Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS) del CAMS, los científicos estimaron que las emisiones de CO2 derivadas de los incendios en el círculo polar ártico aumentaron en algo más de un tercio en comparación con los datos de 2019. Entre el 1 de enero y finales de agosto, las emisiones de CO2 para la región ascendieron a 244 megatoneladas, frente a las 181 megatoneladas registradas en todo 2019.

La región del Caribe

Otra zona del mundo que se vio especialmente perjudicada en 2020 fue la región del Caribe, donde el CAMS monitorizó la actividad de incendios forestales durante la temporada tropical de incendios del hemisferio norte, que generalmente tiene lugar de enero a mayo. Al final de la temporada, los científicos informaron de que las emisiones en la región —que incluye países como Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, así como la península de Yucatán (México)— se situaron claramente por encima de la media del periodo 2003-2019. En 2020, el CAMS estimó que se emitieron a la atmósfera 2,5 megatoneladas de carbono generadas por los incendios en Honduras, un nivel que supera el de cualquier otro año desde 2003. Belice y la península de Yucatán también generaron unas emisiones de carbono superiores al promedio del periodo 2003-2019.

El gráfico muestra el poder radiativo del fuego —un parámetro de la generación de calor de los incendios forestales— durante la temporada tropical de incendios del hemisferio norte (en rojo) y su media para el periodo 2003–2019 (en gris). Crédito: CEPMPM / Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)

Venezuela también registró una actividad de incendios superior a la media en los cuatro meses del primer tercio de 2020, con unas emisiones de carbono que alcanzaron cotas más elevadas que las de cualquier otro año contemplado en los registros del CAMS, que se remontan a 2003. Entretanto, Colombia fue objeto de una intensa actividad de incendios en febrero tras un discreto comienzo de temporada, con unas emisiones de carbono totales superiores a las de la media del periodo 2003-2019.

Australia

En enero de 2020, Nueva Gales del Sur (Australia) declaró un estado de emergencia de una semana debido a los incendios forestales. Previamente, a principios del mes de diciembre de 2019, se e originaron incendios en Victoria que quemaron casi un millón de hectáreas de terreno. Al emitir más de 400 megatoneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, estos incendios repercutieron considerablemente en la calidad del aire, dado que el humo de los incendios abarcó un área de 20 millones de kilómetros cuadrados, es decir, lo suficientemente grande como para cubrir toda Rusia y un tercio de Europa.

Poder radiativo del fuego total para 2019 y 2020 (en rojo) frente a la media de los últimos 16 años (en gris) para Nueva Gales del Sur (izda.) y Victoria (dcha.). (Crédito: Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus/CEPMPM)

Herramientas para usuarios

Para 2020, el CAMS lanzó una página para monitorizar incendios a escala mundial en su página web con el fin de ayudar a brindar información al mundo acerca de los efectos de los incendios forestales. La página contiene una gran cantidad de información que incluye mapas, animaciones, Q&A y las últimas noticias sobre este importante tema. El CAMS también ha forjado una alianza con el conocido servicio de visualización de predicciones meteorológicas, Windy. La aplicación utiliza datos del CAMS para elaborar pronósticos relacionados con los incendios, como la profundidad óptica de los aerosoles, la materia particulada y la intensidad de los incendios, entre otros.

Puede consultar más información, animaciones y gráficos sobre los incendios forestales de este año en el siguiente enlace, aquí.

La página del CAMS para monitorizar incendios a escala mundial puede consultarse aquí.

Consulte información adicional sobre la monitorización de incendios en el Q&A sobre incendios forestales del CAMS, aquí.

Notas:

Copernicus es el programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea que opera a través de seis servicios temáticos: atmósfera, mares, tierra, cambio climático, seguridad y emergencias. Ofrece servicios y datos operativos de acceso libre que brindan a los usuarios información fiable y actualizada sobre el planeta y el medio ambiente. La Comisión Europea coordina y gestiona el Programa, que se implementa en colaboración con los Estados miembro, la Agencia Espacial Europea (AEE), la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), las Agencias de la UE y Mercator Océan, entre otros.

El CEPMPM opera dos servicios del programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea: el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus de Copernicus (CAMS). También contribuye al Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus (CEMS). El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) es una organización independiente intergubernamental conformada por 34 países. Constituye tanto un instituto de investigación como un servicio que opera de forma ininterrumpida para producir y divulgar predicciones meteorológicas numéricas a sus Estados miembro. Estos datos están totalmente disponibles para los servicios meteorológicos nacionales de dichos Estados miembro. El superordenador (y su archivo de datos) del CEPMPM es uno de los más potentes de su tipo en Europa y los Estados miembro pueden utilizar el 25% de su capacidad para sus propios fines.

Puede acceder a la página web del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus mediante el siguiente enlace.

Puede acceder a la página web del Servicio de Cambio Climático de Copernicus mediante el siguiente el enlace.

Más información sobre Copernicus.

Web del CEPMPM.


Twitter:
@CopernicusECMWF
@CopernicusEU
@ECMWF

Newsflash
Reading, 14/12/2020

Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)

Esta entrada se publicó en Actualidad en 15 Dic 2020 por Francisco Martín León