Cambios en la corriente oceánica más poderosa de la Tierra durante millones de años: la Corriente Circumpolar Antártica

La Corriente Circumpolar Antártica, el flujo oceánico más formidable del planeta, responsable de mover volúmenes de agua cien veces mayores que la descarga acumulada de todos los ríos terrestres, ha exhibido una variabilidad natural significativa a lo largo de millones de años

La Corriente Circumpolar Antártica, ACC, es la única corriente en el océano global que se cierra sobre sí misma en un circuito circumpolar. Este rasgo convierte al ACC en la corriente más importante del sistema climático de la Tierra porque une los océanos Atlántico, Pacífico e Índico y es el principal medio de intercambio entre cuencas de calor, dióxido de carbono, productos químicos, biología y otros trazadores. Una instantánea de la velocidad en la superficie de un modelo numérico de alta resolución (derecha) muestra que el ACC está compuesto por múltiples chorros filamentosos. Crédito Caltech

¿Qué es la Corriente Circumpolar Antártida?

La Corriente Circumpolar Antártica ( Antarctic Circumpolar Current , ACC, por sus siglas en inglés) es el flujo oceánico más formidable del planeta, responsable de mover volúmenes de agua cien veces mayores que la descarga acumulada de todos los ríos terrestres.

La ACC ha exhibido una variabilidad natural significativa a lo largo de cientos de años, según revelan datos de núcleos de sedimentos recientemente analizados

Estas variaciones se alinean con cambios climáticos importantes, que influyen tanto en la distribución de la temperatura global como en la capacidad de los océanos para secuestrar dióxido de carbono.

Impactos de los cambios de la ACC y estudio de sedimentos del fondo oceánico

Durante los períodos más fríos del Plioceno y el siguiente Pleistoceno, el caudal del ACC disminuyó, lo que se correlaciona con la expansión de la capa de hielo de la Antártida occidental. Por el contrario, durante los intervalos más cálidos, la corriente se aceleró, provocando que la capa de hielo retrocediera. "Esta dinámica de pérdida de hielo está relacionada con una mayor transferencia de calor hacia el sur", explica el Dr. Frank Lamy de la División de Geología Marina del Instituto Alfred Wegener, destacando el papel fundamental del ACC en la modulación del clima de la Tierra y la estabilidad de la capa de hielo de la Antártida.

La reciente expedición a bordo del buque de perforación JOIDES Resolución, dirigida por Lamy y la profesora Gisela Winckler del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, se aventuró en el remoto Pacífico Sur. Su misión: extraer núcleos de sedimentos del fondo del océano, en las profundidades del dominio del ACC, libres de la influencia terrestre. Estos núcleos, que datan de hace 5,3 millones de años, proporcionan información sin precedentes sobre los caudales históricos del ACC y su respuesta a fases climáticas pasadas.

Los análisis de sedimentos, que abarcan el Plioceno, el Pleistoceno y el Holoceno actual, permiten un estudio exhaustivo de la evolución del ACC. Los hallazgos iniciales sugieren una intensificación del ACC con el inicio del enfriamiento global en el Plioceno, atribuido a un gradiente de temperatura creciente entre el Ecuador y la Antártida, que estimuló fuertes vientos del oeste. Sin embargo, una disminución posterior en la fuerza de la corriente coincidió con una transición climática importante y cambios significativos en la circulación atmosférica y oceánica, incluida una reducción en los niveles de CO2 atmosférico y un enfriamiento oceánico.

Investigaciones adicionales delinean un estrecho vínculo entre la fuerza del ACC y los ciclos glaciales durante los últimos 800.000 años, con la velocidad de la corriente aumentando hasta un 80 por ciento durante los períodos más cálidos marcados por mayores concentraciones de CO2. Por el contrario, en las edades de hielo se produjo una disminución del caudal de hasta un 50 por ciento. Estas fluctuaciones no sólo afectaron la velocidad de la corriente sino también su posición, influyendo en el afloramiento de aguas ricas en nutrientes del Océano Austral y el consiguiente almacenamiento de CO2 en las profundidades del océano.

Referencia

Lamy, F., Winckler, G., Arz, H.W. et al. Five million years of Antarctic Circumpolar Current strength variability. Nature 627, 789–796 (2024).

Esta entrada se publicó en Noticias en 02 Abr 2024 por Francisco Martín León