Gran tormenta de polvo sobre Canarias
Una gran parte de las Islas Canarias se ha visto afectada por una irrupción de polvo sahariano durante el 5 de febrero de 2019, como se observa en las imágenes de satélite. Millones de toneladas de polvo y granitos finos de arena se dirigen hacia el Atlántico y, posiblemente, lleguen a las costas americanas.

Las espectaculares imágenes de satélite ponían de manifiesto la masiva irrupción de polvo africano que progresaba hacia la parte central y oeste de las Islas Canarias. Las islas más orientales casi no se vieron afectadas.
Hoy la #calima cubre los cielos en muchas zonas de #Canarias ... fijaos en la impresionante lengua de arena y polvo en suspensión (parte superior derecha de la imagen) que arrastra el cálido viento del sudeste desde #Mali #Mauritania #saharaoccidental hacia las islas pic.twitter.com/MZKp1vHH3Y
— Mario Picazo (@picazomario) 5 de febrero de 2019
Los modelos numéricos de predicción ya anunciaban los días anteriores la llegada de una gran entrada de polvo sahariano sobre amplias zonas de Canarias. En principio AEMET no activo los avisos por calima en las Islas.
Canary Is: The outbreak of Saharan dust persists. Locally, PM10 has exceeded 600 ug/m3 (@WHO recommends the daily average not to exceed 50). Most vulnerable groups: pregnant women, children, the elderly & those already suffering from serious illnesses @AEMET_Esp @BSC_CNS @WMO pic.twitter.com/TKbK1eX78w
— Barcelona Dust (@Dust_Barcelona) 5 de febrero de 2019
Las redes sociales se hacían eco de la presencia de polvo en suspensión por las fotos y vídeos mostrados:
La calima retirándose anoche 5 de febrero 2019. La secuencia de imágenes va desde abajo (por la tarde) hacia arriba (por la noche). En @AEMET_Izana se observó una capa muy delgada de polvo que, sobre todo, afectó a niveles bajos. pic.twitter.com/nckkOqEFOs
— AEMET_Izaña (@AEMET_Izana) 5 de febrero de 2019
Y las predicciones apuntan que esa gran masa polvo en suspensión se dirigía por el Atlántico tropical, atravesándolo y, posiblemente, llegando a las costas de América.

Estas irrupciones ricas en minerales finos africanos transportados por el aire fertilizan ciertas zonas de America amazónica, Central, Caribe e, incluso, llegan a Norte America. Cada año millones de toneladas son transportadas desde África a America, fertilizando los suelos del Nuevo Continente.