De Barcelona a Córdoba (Argentina): estudiando las tormentas más grandes del mundo con el proyecto RELAMPAGO. Parte II
Se presenta la experiencia personal de Anna del Moral cuando participó en el período de observación intensiva del proyecto RELAMPAGO (Remote sensing of Electrification, Lightning, And Mesoscale/microscale Processes with Adaptive Ground Observations

RAM. El artículo ha sido dividido en dos partes por su extensión.
Viene de la Parte I: https://www.tiempo.com/ram/501691/de-barcelona-a-cordoba-argentina-estudiando-las-tormentas-mas-grandes-del-mundo-con-el-proyecto-relampago-parte-i/
¿Qué es lo que más me sorprendió meteorológicamente?
Desde luego, toda la campaña fue una experiencia, pero lo que recuerdo que me produjo mucha impresión fue una de las tormentas que vivimos en una de las primeras misiones. En ese momento, el radar de banda C aún no estaba operativo, con lo que nuestro equipo ayudó a recoger datos extra con estaciones móviles. Esto nos permitió movernos alrededor de la tormenta con la camioneta, y conducir allí donde podíamos tener mejor visión.
En una de las paradas, nos situamos en el inflow de la tormenta, a unos 20 km de distancia aproximadamente. Teníamos la perfecta visión del monstruo: ¡una tormenta que resultó ser supercelular, con rotación, con piedra de gran tamaño y que alcanzaba los 18 km de altura! No os podéis imaginar el viento que hacía, tiraba de nosotros como si nos fuera a engullir, ¡y qué magnitud, no cabía en la foto! Además, oíamos los truenos de dentro de la tormenta y era como escuchar tambores haciendo eco a través de las montañas. De verdad que nunca había escuchado nada igual. Y lo mejor es que estaba acompañada de gente que estaba disfrutando igual o más que yo del espectáculo; todos sacando fotos, casi mudos y con los ojos bien abiertos, jeje.


Tengo que admitir que me costó unos días acostumbrarme a los mapas del hemisferio sur, y que tardé un buen tiempo en diferenciar “buen tiempo” de “mal tiempo”. Sin mencionar la primera vez que vi una tormenta supercelular aparecer en el radar, ¡con el gancho completamente al revés y además apareciendo una tras otra con tanta facilidad!

En Argentina las tormentas crecen con mucha facilidad, en un abrir y cerrar de ojos alcanzan elevaciones descomunales y con una energía increíble, y la mayoría son tormentas con mucha eficiencia pluviométrica y/o con piedra de gran tamaño.

La verdad que es todo un paraíso para los que nos volvemos locos con este tipo de tiempo, ¡y una experiencia más que recomendable!
Os dejo algunas de las fotos de la belleza con la que nos sorprendió la naturaleza durante nuestra estancia en Argentina y que, sin duda, nos invitó a volver pronto…



Anna del Moral Méndez