Sentine-5P y la capa de ozono

Durante más de 20 años, los cambios en el ozono sobre la Antártida han sido cuidadosamente monitoreados por una sucesión de satélites europeos. Este importante registro a largo plazo ahora está siendo agregado por la misión Copernicus Sentinel-5P, que está dedicada al monitoreo atmosférico.

Protegiendo la vida en la Tierra de los rayos dañinos de la radiación ultravioleta del Sol, la capa de ozono es una parte muy importante pero frágil de la atmósfera de la Tierra.

En los años setenta y ochenta, el uso generalizado de clorofluorocarbonos dañinos en productos como refrigeradores y latas de aerosol dañó el ozono en nuestra atmósfera. Este agotamiento condujo a un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida.

Afortunadamente, el Protocolo de Montreal de 1987 sobre sustancias que agotan la capa de ozono condujo a la eliminación y el uso controlado de sustancias perjudiciales, lo que, a su vez, permitió que la capa de ozono se recuperara significativamente.

Ozono antártico 1996-2017

El Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono se marca todos los años el 16 de septiembre.

Si bien la capa de ozono puede ser más saludable de lo que era, es fundamental que continúe siendo monitoreada cuidadosamente, no solo para revisar su historia, sino también para ver cómo cambia en el futuro.

La ESA ha estado involucrada en el monitoreo del ozono durante muchos años. Los satélites como ERS-2 y Envisat portaban instrumentos que medían el ozono.

Estos datos, junto con las mediciones de MetOp de Eumetsat y las misiones EOS-AURA de la NASA, abarcan más de dos décadas y son utilizados por la Iniciativa de Cambio Climático de la ESA para crear registros a largo plazo.

Sentinel-5P

Ahora, el satélite Copernicus Sentinel-5P se está sumando a este registro vital.

Lanzado en octubre de 2017, Sentinel-5P es la primera misión de Copernicus dedicada a monitorear nuestra atmósfera.

El satélite lleva el instrumento Tropomi de última generación para mapear una gran cantidad de gases traza que afectan el aire que respiramos y nuestro clima.

Además de medir el ozono, esta nueva misión también mide gases como el dióxido de nitrógeno, el formaldehído, el dióxido de azufre, el metano, el monóxido de carbono y los aerosoles.

ESA www.esa.int

Esta entrada se publicó en Noticias en 15 Sep 2018 por Francisco Martín León