Sequías amazónicas autoinducidas

Una menor precipitación sobre la selva amazónica está incrementando la mortalidad forestal.

Sequías Amazónicas Autoinducidas
Vista panorámica de la selva amazónica. Crédito de la imagen: TUM/A. Rammig

La disminución en la cantidad de árboles vivos empeora los períodos regionales de sequía, lo que a su vez aumenta esa tasa de muerte de la vegetación. Los resultados de un nuevo estudio han conducido a sus autores a recomendar un apoyo total a medidas para salvaguardar la diversidad de la región amazónica, dado que dicha diversidad es fundamental para la recuperación de este ecosistema.

El estudio es obra del equipo internacional de las investigadoras Anja Rammig, de la Universidad Técnica de Munich, y Delphine Clara Zemp, del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Potsdam aunque trasladada ahora a la Universidad de Gotinga, todas estas entidades en Alemania.

La selva amazónica es uno de los elementos críticos del sistema climático mundial. Si su área de superficie continúa reduciéndose al mismo ritmo que en décadas anteriores, esto podría llevar a cambios drásticos en el clima terrestre. El equipo de investigación ha examinado esta cuestión. Concretamente, se ha analizado cómo dicha selva está reaccionando a los períodos de sequía más extremos que se teme serán comunes en el futuro debido al cambio climático global. La situación se agrava por las actividades de uso del suelo efectuadas por el Ser Humano en la selva amazónica.

En el estudio, se ha demostrado que, por un lado, la interacción entre vegetación y atmósfera sostiene el crecimiento de la selva con un efecto en cascada de transporte de agua. Por otro lado, la pérdida de este efecto puede llevar a una pérdida de vegetación autoamplificada.

Sequías Amazónicas Autoinducidas
(a) Sistema vegetación-atmósfera en equilibrio.
(b) Pérdida inicial de bosque provocada por la disminución del flujo de humedad oceánica. Esto reduce la evapotranspiración local y el consiguiente transporte de humedad ligado al viento.
(c) En consecuencia, el régimen de lluvias se altera. Se desplazan a otra ubicación, lo que conlleva una mayor pérdida de bosque, reduciéndose el transporte de humedad.

El círculo vicioso se desencadena principalmente por los períodos de sequía extrema, como han determinado los autores del trabajo. Bajo una temporada seca, con la mitad de la precipitación, al menos el 10% de la selva puede llegar a perderse debido solo a los efectos de autoamplificación, lo que se añade a las sustanciales pérdidas directas procedentes de una menor disponibilidad de agua.

Una décima parte puede parecer poco. Pero si la selva acaba retrocediendo mucho, también lo hará el suelo fértil, porque todos los nutrientes en el Amazonas están almacenados en las plantas. También tendría un efecto devastador en la capacidad de almacenar dióxido de carbono. Como resultado de ello, podríamos dirigirnos hacia un punto crítico, causando un cambio drástico del clima, que no se podría revertir hasta dentro de muchísimo tiempo.

Nature / NCYT

Esta entrada se publicó en Reportajes en 07 Jun 2017 por Francisco Martín León