Refranes de Todos los Santos
El 1 de noviembre, día de Todos los Santos, tiene sus propios refranes. Veamos algunos complementados con otros más del mes de noviembre.
Llega el frío en pleno otoño, y así:
En algunos sitios incluso ha nevado:
Pero a veces, la nieve sola la vemos en las montañas a primeros de noviembre:
Pero siempre suele hacer frío:
A primeros de noviembre, tu fuego enciende.
Y poco a poco el frío se asienta en noviembre:
Noviembre acabado invierno empezado.
Aunque algún veranillo se puede escapar este mes de noviembre con subidas de temperatura: «Veranillo de San Martín» o «Veranillo del membrillo». Suelen ser por San Martín, 11 de noviembre, Santa Isabel el 17 y San Andrés el 30. Por eso:
El veranillo de San Martín dura tres días y fin.
De San Martín a Santa Isabel veranillo es.
Ya en el veranillo, la madurez del membrillo.
Veranillo del membrillo, por San Andrés concluido.
Y son muchos los refranes los que hacen referencia a las labores de sementera de cereales y leguminosas.
Por los Santos, siembra trigo y siembra cardo.
No pase noviembre sin que el labrador siembre.
Los frutos ya deben estar recogidos y en buen lugar, salvo el membrillo:
Quince días antes de los Santos y quince días después, sementera es.
Quince días antes de Todos los Santos y quince días después, sementera es.
Si el agricultor se despista:
En acabando noviembre quién no sembró que no siembre.
Quien cava en Noviembre el tiempo pierde.
Estos son algunos de los refranes que la sabiduría popular tiene para el 1 de noviembre, y algunos más para el resto del mes.