Un anticiclón muy anómalo en el mar de Noruega está trastocando el tiempo de Europa: así afecta a España

El anticiclón que se desarrolla al noroeste de Europa traerá cambios importantes a todo el continente, cobrando protagonismo el tránsito de vaguadas y los episodios de tormentas, mientras en la Península Ibérica el calor da un respiro.

Las altas presiones en el norte del continente están cambiando la circulación atmosférica que veníamos teniendo.

La dinámica estival va a dare un tumbo en buena parte del continente debido a un cambio importante en el patrón de circulación atmosférica de esta región. Hasta ahora, la dorsal ha sido persistente sobre el Mediterráneo y buena parte de Europa central y occidental, con temperaturas muy elevadas todo el mes de junio y buena parte de julio.

No obstante, la entrada esporádica de vaguadas ha provocado episodios de tormentas muy adversos, y parece que esas vaguadas van a ser más amplias y profundas esta segunda quincena de julio, discurriendo con más facilidad por Europa debido a un chorro inestable y caótico que también complicará significativamente el seguimiento y la previsión meteorológica a medio plazo con respecto a semanas anteriores.

Hace unos días lucía así el mapa de anomalías de geopotencial a 500 hPa. Mostraba unas cifras de récord.

El motivo de este cambio lo encontramos muy al norte, en el entorno de la Península Escandinava, donde se está gestando desde principios de esta semana un poderoso anticiclón que va a bloquear el flujo de borrascas. Este anticiclón tiene un importante sustento en altura, con geopotenciales que rondan los 580 dam, en el percentil 99% en esta época del año en la zona.

Con este sistema bloqueando el flujo de borrascas y desviándolo por Europa central, el calor intenso de estos días anteriores dará paso a un ambiente más fresco en el sur y más tormentoso en el centro del continente.

Calor intenso en la Península Escandinava y descenso térmico en el resto

Las temperaturas serán por tanto muy elevadas en el centro y norte de Noruega o Suecia, superando el percentil 99% y con valores previstos de récord de temperatura de la masa de aire a 850 hPa, no descartándose que en superficie se superen los 30ºC en latitudes polares.

Las temperaturas máximas durante estos próximos días superarán los 30ºC en amplias zonas de Laponia.

En el resto de Europa, en cambio, las temperaturas volverán a valores normales para la época del año, es decir, cálidos pero habituales, pudiendo ser incluso frescos en puntos del suroeste del continente, donde se rozará el percentil 10% de temperatura de la masa de aire a 850 hPa con respecto a lo habitual en esta época del año.

Tormentas intensas por Europa y descenso térmico en la Península Ibérica

No habrá que perder de vista a las tormentas, que se reactivarán asociadas a esas vaguadas y depresiones que se internarán en el continente. Estas depresiones aportarán flotabilidad y forzamiento dinámico a una atmósfera saturada de energía debido a la elevada temperatura de los mares que rodean el continente.

En la Península Ibérica estas tormentas solo aparecerán de forma puntual en el cuadrante noreste durante los próximos días y excepcionalmente en zonas de montaña. No obstante, las temperaturas descenderán significativamente, volviendo a los valores normales de julio e incluso quedando claramente por debajo algunos días en los tercios norte y oeste, persistiendo las anomalías cálidas, aunque mucho más moderadas, en el este.

Nuevos cambios a largo plazo

Parece difícil, no obstante, asegurar que este patrón vaya a prolongarse más allá de la semana que viene. A finales de mes ya predominan los escenarios que contemplan un regreso a la normalidad en latitudes altas y un fortalecimiento de la dorsal atlántica justo al oeste de Europa, por lo que podríamos volver a un escenario similar al de semanas anteriores.

A más largo plazo el régimen dominante sugiere la presencia de una dorsal o bloqueo atlántico.

Si esto ocurre tendremos dos escenarios igualmente probables. En el primero la dorsal atlántica se fortalecería al oeste, permitiendo un flujo de vientos más fresco, con temperaturas acordes a la época del año. Un segundo escenario situaría la dorsal más cerca, interaccionando con la dorsal subtropical del norte de África, en cuyo caso podríamos enfrentarnos de nuevo a un episodio de calor muy intenso.