Agosto puede empezar con una ola de calor

Agosto, el último mes del verano climatológico, podría comenzar con un episodio de altas temperaturas en la Península Ibérica. Con los mapas de ahora, en algunos puntos del suroeste se podrían alcanzar los 43-44ºC. ¿Esta vez será la definitiva?

Cordoba
La provincia de Córdoba puede ser una de las más afectadas en el posible episodio de altas temperaturas de la próxima semana.

El mes de julio se despedirá continuando con la tónica que hemos tenido durante las últimas semanas en nuestro país: aire frío en el Atlántico, inestabilidad en norte peninsular y temperaturas contenidas en aquellas zonas que suelen ser las más cálidas en esta época del año. La otra cara de la moneda la hemos encontrado en el sureste, con temperaturas altas (aunque sin disparates), polvo en suspensión y bochorno.

El último fin de semana de julio estará marcado por las temperaturas altas que tendremos en el interior de la mitad oriental y de Mallorca. De hecho, la AEMET ya ha activado algunos avisos por altas temperaturas en el interior de Valencia, Albacete y en algunas zonas alejadas del mar en el sur de Cataluña. Las temperaturas podrían alcanzar o superar los 36ºC.

El mes de agosto comenzará con cambios en la situación sinóptica. Las bajas presiones que tenemos en estos momentos sobre las Británicas, responsables del cambio de tiempo en las últimas horas en aquella zona, tras una importante ola de calor, se irán debilitando. Y esto conllevará una serie de consecuencias.

¿Máximas de 44ºC en el suroeste peninsular?

En primer lugar, posibilitará que el anticiclón de las Azores pueda extenderse hacia el este, en tanto que encontrará vía libre hacia las Islas Británicas. Esto quiere decir que el viento empezará a predominar de levante en nuestro país, tras unas semanas en las que han predominado los ábregos en la mitad occidental y los sures en el Mediterráneo.

Al retirarse la inestabilidad del Atlántico durante unas horas, permitirá el desplazamiento de las altas presiones hacia el este. La inestabilidad irá a menos en nuestro país, las tormentas quedarán restringidas a zonas de montaña y serán puntuales. Pero esto no es todo.

De cara a la segunda mitad de la semana que viene, se podría descolgar una vaguada sobre el entorno de las Azores, por lo que la cresta sahariana ascendería con fuerza sobre la Península. Una irrupción de libro de aire tropical continental, muy cálido (isoterma de 28ºC a unos 1550 m) y polvo en suspensión.

De cumplirse este escenario, podríamos superar los 40ºC en muchos puntos del interior peninsular, e incluso podríamos rondar los 43-44ºC de forma local en el suroeste del país, donde el viento de levante llega muy recalentado. A orillas del Cantábrico y del Mediterráneo tendríamos una situación más soportable, aunque en este último caso la sensación de bochorno sería muy acusada.

¿Otra falsa alarma?

Que no cunda el pánico. Hace unas semanas se veía una situación muy similar, y conforme fueron pasando los días las previsiones cambiaron y finalmente tuvimos un episodio breve de temperaturas altas, que no ola de calor. Durante los próximos días, tendremos que estar muy atentos a la evolución de los modelos meteorológicos. ¿Nos volveremos a librar? El tiempo dirá. En mi opinión, el verano aún no ha dicho su última palabra.