Quieren crear un gran santuario para cetáceos en el mar de Alborán

El mar de Alborán es una zona clave de conexión entre el Atlántico y el Mediterráneo. Sus corrientes, frentes y relieves submarinos favorecen una elevada productividad y, con ella, la presencia de una comunidad de cetáceos especialmente diversa en el Mediterráneo occidental.

En ese escenario, un equipo científico del IEO-CSIC plantea crear un santuario marino específico para mejorar la protección de estos mamíferos. La propuesta busca pasar de una conservación fragmentada a una estrategia coordinada y transfronteriza, capaz de responder a amenazas que no entienden de límites administrativos.

Un santuario pensado para unir orillas

La iniciativa se ha formulado como un “santuario Puerta del Mediterráneo” con vocación internacional. El enfoque parte de que el mar de Alborán está compartido, directa o indirectamente, por varios actores con responsabilidades e intereses en el mar.

Por eso, la propuesta se orienta a la cooperación entre jurisdicciones del entorno, de manera que la protección no dependa del lado del mapa en el que se encuentren los animales. La lógica es crear una red coherente de gestión donde hoy existen piezas sueltas.

Tres zonas prioritarias para ganar conectividad

El planteamiento identifica áreas de especial relevancia que funcionarían como “nodos” de conectividad. La intención es reforzar el enlace entre espacios ya reconocidos y otras zonas críticas, evitando vacíos de gestión en lugares de paso y uso habitual para los cetáceos.

Dicho de otro modo, el santuario no se concibe como un bloque aislado, sino como una estructura que conecta hábitats esenciales. Esta conectividad es determinante para especies móviles, que alternan zonas de alimentación, reproducción y tránsito en función de la temporada y las condiciones del mar.

¿Por qué Alborán concentra tanta biodiversidad?

La singularidad oceanográfica del mar de Alborán explica buena parte de su riqueza biológica. La interacción entre masas de agua atlánticas y mediterráneas genera gradientes, frentes y procesos de mezcla que incrementan la disponibilidad de alimento en la cadena trófica.

Ese aumento de productividad sostiene poblaciones de peces y cefalópodos, y con ello atrae a depredadores superiores como delfines, calderones y grandes ballenas. En la práctica, Alborán opera como área de paso y también como zona de permanencia para determinadas especies.

Amenazas que se superponen en el mismo mapa

La urgencia de la propuesta no se basa solo en el valor ecológico del área, sino en la intensidad de la presión humana. La coexistencia de pesca, tráfico marítimo y contaminación incrementa la probabilidad de impactos directos e indirectos sobre los cetáceos.

Entre los riesgos más conocidos figuran la colisión con embarcaciones, el ruido submarino que interfiere en la comunicación y navegación, o los enredos en artes de pesca. A ello se suman contaminantes que se acumulan en el medio marino y afectan a la salud de la fauna.

Medidas que podrían traducirse en cambios reales

El enfoque de conectividad abre la puerta a una gestión más fina del espacio marino. Por ejemplo, ordenar rutas y velocidades en zonas de alta presencia de cetáceos, establecer criterios comunes para minimizar capturas accidentales y reforzar vigilancia en periodos críticos.

Además, la propuesta insiste en reducir la asimetría de conocimiento entre distintas zonas del área. Mejorar el seguimiento y la investigación, especialmente donde hay menos datos, es esencial para que las decisiones no se tomen “a ciegas” y para repartir responsabilidades con equidad.

Alborán podría convertirse en un ejemplo de conservación transfronteriza en un punto estratégico del Mediterráneo. Sin embargo, el éxito dependerá de la gobernanza, la financiación y la capacidad de acordar medidas aplicables y verificables.

Referencias de la noticia

Giménez, J., Cañadas, A., & de Stephanis, R. (2025). Mediterranean Gate Sanctuary for the Protection of Cetaceans. Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems, 35(12), e70255.