A partir del 9 de octubre los modelos discrepan: el americano dice que lloverá pronto en España y el europeo que no

Las situación durante los próximos días continuará recordando al verano meteorológico, no obstante, el día 9 los distintos modelos separan sus caminos ante un posterior cambio de patrón de circulación cuyas consecuencias son aún inciertas.

La lluvia seguirá sin aparecer de forma generalizada, aunque hay escenarios muy dispares a medio plazo y no puede descartarse algún episodio de lluvias intensas a escala regional.

El régimen de circulación que tenemos ahora mismo sobre el oeste de Europa alterna entre una NAO+ y eventuales dorsales de bloqueo que tienden a establecerse sobre la fachada atlántica del continente, que podrían ser predominantes durante la próxima semana. Esta situación permite que el aire frío se mantenga muy al norte y las borrascas se desarrollen en latitudes septentrionales sin apenas afectar a la Península Ibérica.

Durante los últimos días de esta semana, una profunda borrasca nombrada como Amy se establecerá sobre el Mar del Norte y alterará significativamente la situación meteorológica en la vertiente atlántica. Dejará el primer gran temporal del otoño que, sin embargo, apenas llegará a afectar a nuestra península. Tan solo se producirá un aumento de la nubosidad en el norte donde un frente frío desgastado provocará un descenso térmico y dejará algunas lluvias en el tercio norte.

Tras el paso de este frente y la disipación de la borrasca Amy, volverá a establecerse una gran dorsal con un anticiclón de bloqueo en superficie que desviará el tránsito de borrascas por el oeste del continente. Sin embargo, la estabilidad de este bloqueo parece un tanto incierta y en algunos escenarios podría permitir la incursión de depresiones por latitudes más bajas, lo que está dificultando considerablemente la previsión para la segunda mitad de la semana.

Los modelos coinciden hasta el día 9 de octubre

Actualmente, los modelos americano y europeo están resolviendo esta situación de forma distinta, pero no solo en función del modelo, sino también de la salida que escojamos. Esto nos obliga a prescindir de las salidas principales y deterministas y centrarnos en los escenarios planteados por cada uno, que aunque son variados y poco esclarecedores, sí coinciden en varias cosas.

La situación meteorológica estará todavía bien definida durante los primeros días de la próxima semana, con una gran dorsal desviando el chorro polar al norte.

El punto de inflexión se encuentra en el día 9. Esta es la última jornada en la que los distintos escenarios planteados por los modelos coinciden. Cuando hablamos de un pronóstico a medio plazo, en el que la incertidumbre es habitual, encontrar este tipo de puntos de inflexión en el que los distintos escenarios divergen es una tarea imprescindible para poder identificar un cambio de patrón importante.

Dos escenarios planteados, aparentemente similares pero con consecuencias muy distintas

En este caso lo que sucede es que varias depresiones empiezan a flanquear al anticiclón descendiendo de latitud, al no poder avanzar por su región habitual y aproximándose tanto por el Atlántico como por el Mediterráneo. Si la dorsal se mantiene fuerte y centrada sobre la Península, las precipitaciones serán raras y continuará el ambiente casi estival con incursiones de aire cálido persistentes en todos los niveles.

Sin embargo, si la dorsal se rompe dando lugar a un anticiclón aislado en latitudes altas, alguna de estas bajas podría llegar a afectarnos, ya sea como DANA o como borrasca fría aislada (BFA). En ese caso, podría desencadenarse un episodio de lluvias significativo en algunas regiones de la Península aún por determinar.

Un patrón de bloqueo atlántico será la opción más probable a partir del 9 de octubre, con consecuencias inciertas en buena parte de Europa debido a la proximidad de bajas aisladas y/o de origen subtropical.

Este último desenlace es minoritario y tiene menos probabilidad de producirse, pero son varios los escenarios tanto del modelo europeo como del americano GFS los que lo respaldan. No falta incluso algún escenario que, al igual que sucedió con los restos del huracán Gabrielle, acercan alguna baja subtropical o un ex-huracán a la Península.

Todo esto indica que, pese al ambiente estival que estamos teniendo estos días, la atmósfera no está tan estable en latitudes medias como en septiembre, siendo necesario seguir con atención la evolución de este nuevo patrón de circulación a partir de mediados de la próxima semana.

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