Tareas del huerto en octubre: siembras de otoño, poda ligera y control de plagas

En octubre, el huerto se prepara para el otoño: es tiempo de nuevas siembras, realizar podas ligeras y aplicar cuidados que ayuden a prevenir plagas y mantener cultivos sanos.

Imagen 1
La preparación del huerto durante el mes de octubre y noviembre es clave para el éxito de la futura cosecha

Octubre es un mes de transición en el huerto. El calor del verano va quedando atrás y las temperaturas empiezan a ser más frescas, lo que abre la puerta a nuevas siembras propias de la estación otoñal.

Además, es un momento clave para preparar la tierra, realizar algunas podas de mantenimiento y aplicar medidas preventivas contra plagas que podrían afectar a los cultivos durante el invierno. Con una buena planificación, el huerto seguirá siendo productivo y saludable en los próximos meses.

Siembras de otoño en octubre

Uno de los trabajos más importantes del huerto en octubre es la siembra de hortalizas de temporada. El clima fresco de esta época y la humedad favorecen la germinación de especies que resisten bien las bajas temperaturas y que se convertirán en la base de la huerta durante el otoño e invierno.

Entre los cultivos más habituales se encuentran las coles, brócolis, coliflores y repollos, que requieren espacio suficiente para desarrollarse. También es buen momento para sembrar espinacas, acelgas y lechugas, de crecimiento rápido y perfectas para ir cosechando de forma escalonada.

No hay que olvidar las habas y guisantes, leguminosas que enriquecen el suelo gracias a su capacidad de fijar nitrógeno.

En algunas zonas, aún se pueden plantar ajos y cebollas, que permanecerán en la tierra durante meses hasta su recolección. Lo ideal es conocer las condiciones específicas del clima local para ajustar las siembras a la realidad de cada huerto.

Preparación y cuidado del suelo

Antes de sembrar, es aconsejable preparar el terreno. En octubre, la tierra conserva todavía cierta calidez del verano, pero ya está más húmeda gracias a las lluvias, que poco a poco van haciendo acto de presencia.

Es recomendable airearla con una labor ligera, añadir compost o estiércol bien descompuesto y eliminar las malas hierbas que puedan competir por nutrientes.

Un buen abonado orgánico garantiza que los cultivos de otoño dispongan de la energía necesaria para crecer fuertes. Además, se pueden instalar acolchados con paja, hojas secas o restos de poda triturados, que ayudarán a mantener la humedad y protegerán las raíces del frío.

Poda ligera en el huerto y frutales

La poda en octubre no debe ser drástica, sino ligera y de mantenimiento. El objetivo es retirar ramas secas, hojas enfermas o brotes mal orientados que puedan dificultar el crecimiento de los frutales o entorpecer la ventilación de las plantas.

Imagen 2
La poda de octubre, un aspecto clave en muchas plantas y árboles frutales

En el caso de los arbustos de frutos rojos, como frambuesas o moras, se pueden eliminar las cañas que ya han producido para dar espacio a los nuevos brotes.

Conviene recordar que las podas más profundas deben reservarse para el invierno, cuando la planta está en reposo vegetativo.

En los cítricos, una poda ligera ayudará a mantener la forma y a prevenir enfermedades fúngicas que prosperan con la humedad.

Control de plagas y enfermedades

El cambio de estación también trae consigo nuevas amenazas. El aumento de la humedad puede favorecer la aparición de hongos como el mildiu o la roya. Para prevenirlos, es importante mantener una buena aireación entre plantas y evitar los riegos excesivos.

Entre las plagas más comunes en otoño destacan los pulgones y orugas, que pueden atacar los brotes tiernos de las siembras recientes. Una buena estrategia es la vigilancia constante y el uso de remedios ecológicos, como infusiones de ajo, jabón potásico o preparados de neem.

También resulta útil fomentar la presencia de fauna auxiliar, como mariquitas, crisopas o aves insectívoras, que actúan como aliados naturales en el control biológico de plagas.

Un mes de planificación

Octubre es, en definitiva, un mes de equilibrio: se siembra pensando en el futuro, se podan plantas para mantener su vigor y se aplican medidas preventivas contra posibles plagas. Todo ello convierte a este mes en un momento estratégico dentro del calendario del huerto.

Con dedicación y atención a las necesidades de cada cultivo, es posible disfrutar de una huerta productiva incluso en los meses más fríos. Así, octubre se convierte en la antesala de un invierno en el que la tierra, bien cuidada, seguirá ofreciendo alimentos frescos y saludables.

No te pierdas la última hora de Meteored y disfruta de todos nuestros contenidos en Google Discover totalmente GRATIS

+ Seguir a Meteored