Guía para cuidar el poto: la planta colgante que purifica el aire y crece sin esfuerzo

Aprende a mantener el poto sano y vibrante con estos consejos sencillos. Una guía completa para que tu hogar respire mejor y tu planta luzca espectacular.

Poto, potus o pothos
El Poto purifica el aire y es ideal para principiantes. Aprende a cuidar esta planta colgante resistente con nuestra guía, solo necesita luz indirecta y poco riego.

El poto, conocido también como potus o pothos, se ha convertido en la elección favorita de quienes buscan una planta decorativa y de bajo mantenimiento. Con su follaje brillante y su capacidad para crecer colgando o trepando, aporta frescura y estilo a cualquier espacio del hogar. Su resistencia y versatilidad la convierten en una opción ideal, incluso para quienes no tienen experiencia en jardinería.

Originaria del sudeste asiático, esta planta pertenece a la familia Araceae. Su nombre científico es Epipremnum aureum y, aunque en la naturaleza puede alcanzar hasta 20 metros, como planta de interior lo habitual es que crezca entre dos y tres metros. Gracias a sus propiedades, el poto purifica el aire, convirtiéndose en un aliado natural para mejorar la calidad ambiental de la casa.

Variedades de poto: colores y texturas que enamoran

El poto es muy fácil de cuidar, y sorprende con su diversidad estética. Entre las más populares se encuentran algunas de sus variedades más decorativas. Por un lado está el poto común, conocido como “hiedra del diablo”, destaca por su gran resistencia y facilidad de cultivo, siendo perfecta para principiantes. Por su parte, el poto dorado llama la atención por sus hojas con vetas amarillas sobre verde intenso, con un tacto ligeramente ceroso que aporta elegancia a cualquier rincón.

Otra opción muy atractiva es el poto marble queen, cuyas hojas muestran un patrón marmoleado en blanco y verde que resulta muy llamativo. Los amantes de colores vivos suelen elegir el poto neón, con un amarillo eléctrico uniforme, mientras que el poto manjula combina tonos suaves y bordes ondulados.

Finalmente, el poto plateado ofrece hojas verdes con un acabado metálico, ideal para un toque moderno en interiores.

Cuidados esenciales para un poto saludable

Mantener un poto en óptimas condiciones es sencillo si se siguen unas pautas básicas. La planta prefiere temperaturas cálidas entre 16 y 25 grados y abundante luz indirecta; la exposición directa al Sol puede dañar sus hojas. En cuanto al riego, requiere poca agua, así que sólo debe humedecerse el sustrato cuando esté seco al tacto.

Poto, potus o pothos
El poto cuenta con diversas variedades, y los cuidados esenciales para que tu Epipremnum aureum crezca espectacular son sencillos.

Además, es recomendable pulverizar sus hojas regularmente. Esto no sólo mantiene la humedad que la planta necesita, también ayuda a prevenir la aparición de plagas como ácaros o arañuelas. La limpieza con un paño húmedo es igualmente útil para eliminar el polvo y favorecer la fotosíntesis.

El trasplante se realiza normalmente en primavera o cuando la maceta se queda pequeña. Se puede cultivar como planta trepadora, usando un tutor para guiar el crecimiento, o como colgante, dejando que sus hojas cubran muebles o estanterías, generando un efecto natural y decorativo.

Problemas frecuentes y cómo solucionarlos

Aunque el poto es resistente, puede presentar algunas señales de alerta. Por ejemplo, si las hojas comienzan a amarillear, generalmente indica exceso de agua. En ese caso, conviene retirar el agua sobrante y asegurarse de que el sustrato drene correctamente.

La caída de hojas también es un indicativo de riego inadecuado o temperaturas demasiado bajas. Para recuperarlo, se recomienda eliminar sus hojas marchitas, trasplantarlo a un sustrato nuevo y situarlo en un lugar iluminado sin exceso de agua. Otra causa frecuente de hojas apagadas o verdes uniformes es la falta de luz, por lo que mover la planta a un lugar más luminoso puede revertir este problema.

Por último, el poto puede sufrir deficiencias nutricionales. Si notas que las hojas están secas o marrones, probablemente necesite abono líquido que aporte minerales esenciales. Durante el crecimiento activo se aconseja fertilizar una vez al mes, y en periodos de reposo, cada tres meses.

Con estas pautas, el poto embellece tu hogar y contribuye a un ambiente más saludable. Su facilidad de cuidado y su elegancia natural lo convierten en una elección segura para quienes buscan una planta que combine estética y funcionalidad. Elegir el poto es optar por una planta que respira vida y color en cualquier espacio, mejorando la calidad del aire mientras se mantiene hermosa con un mínimo esfuerzo.