El árbol de sombra que crece rápido, da fruto y aguanta la sequía
El árbol ideal para climas secos: crece muy rápido, ofrece abundante sombra en verano y deliciosos frutos, siendo una opción perfecta para jardines y huertos con poca disponibilidad de agua.

En zonas con veranos intensos, inviernos suaves y lluvias cada vez más escasas, encontrar un árbol que combine buena sombra, un crecimiento rápido y resistencia a la sequía puede parecer un reto. Sin embargo, la morera (Morus spp.) es una opción perfecta para quienes buscan belleza, utilidad y adaptación al cambio climático en un solo ejemplar.
Un aliado para climas cálidos y secos
La morera es un árbol caducifolio (pierde la hoja durante una temporada del año) que se adapta a diversos suelos y condiciones climáticas, aunque destaca en regiones de clima mediterráneo, semiárido o subtropical.
Su resistencia a la sequía la convierte en una especie valiosa para zonas donde el agua es limitada, y su capacidad de crecer rápidamente permite disfrutar de sombra abundante en pocos años.
Misma familia de árbol, diferente clase. Morus nigra y morus alba. Ambas son moreras y ambos frutos comestibles. Cuando éramos jovenasos las dejábamos peladas para criar a los gusanos de seda. La morera blanca tiene un punto más de dul (no sé si conocéis el palabro) pic.twitter.com/q6bpdcWMGJ
— Aro, aro ۞ (@Somoslevedad) May 17, 2025
Existen varias especies de morera, siendo las más comunes la morera blanca (Morus alba) y la morera negra (Morus nigra). Ambas ofrecen un follaje denso y frondoso, perfecto para refrescar patios, jardines y calles durante el verano.
Crecimiento rápido y sombra abundante
Uno de los mayores atractivos de la morera es su velocidad de crecimiento. En condiciones óptimas, puede alcanzar entre 6 y 12 metros de altura en apenas una década, desarrollando una copa amplia y redondeada. Esto convierte a este árbol en una excelente opción para quienes necesitan sombra sin esperar años y años.
En zonas urbanas, es común encontrar moreras podadas en forma de “morera sin fruto” para evitar la caída de bayas en aceras, pero en los jardines privados, dejarla fructificar es una opción ideal para disfrutar del sabor de sus preciadas moras.
Frutos dulces y nutritivos
Las moras, de color blanco, rojo o negro según la especie, son pequeñas drupas alargadas de sabor dulce con un toque ácido. Además de ser deliciosas, son ricas en antioxidantes, vitamina C, hierro y fibra.

Se pueden consumir frescas, en mermeladas, postres, batidos o incluso secas; en la antigüedad, las moras eran un recurso alimenticio importante en muchas culturas, y hoy en día su consumo vuelve a valorarse gracias a la tendencia hacia alimentos naturales y de proximidad.
Resistencia y fácil mantenimiento
La morera tolera bien suelos pobres, periodos prolongados sin riego y altas temperaturas, siempre que esté bien establecida. Durante los primeros años, es recomendable regarla regularmente para favorecer un enraizamiento profundo, lo que mejorará su resistencia futura.
Las moras del árbol de la morera están en su punto y lo saben bien los Rabilargos que ahpora no dan tregua, me gusta este árbol porque lo querencian or su fruto muchas especies de aves y su sombra es muy fresquita, aquí les espero para disfrutar de estas imágenes #pajarisiaco pic.twitter.com/kYEHzKbsS6
pajarisiaco (@GuisadoPepe) August 11, 2025
Su poda es sencilla y se realiza generalmente en invierno, cuando está en reposo vegetativo. Este mantenimiento permite controlar su tamaño, dar forma a la copa y favorecer la producción de frutos en caso de que se quieran obtener y aprovechar.
Beneficios adicionales
Además de su función como árbol de sombra y frutal, la morera contribuye a la biodiversidad, ya que sus flores atraen polinizadores como abejas y mariposas.
Su madera, resistente y de buena calidad, también se ha utilizado en carpintería, fabricación de instrumentos musicales y trabajos artesanales.
Consejos para plantarla
Aunque se trata de un árbol de extrema resistencia, siempre viene bien conocer algunos consejos o trucos para que su plantación sea exitosa. A continuación os mostramos algunas claves para su correcto establecimiento y desarrollo vegetativo.
- Ubicación: elegir un lugar soleado, ya que necesita al menos 6 horas de luz directa al día.
- Suelo: prefiere terrenos bien drenados, aunque se adapta a diferentes tipos de suelo.
- Riego: abundante en el primer año; después, solo riegos ocasionales en épocas muy secas.
- Espacio: al ser un árbol de copa ancha, necesita espacio para desarrollarse sin interferencias.