Cómo hacer que tu jardín consuma menos energía y sea más ecológico, trucos de experto para un éxito asegurado

Transforma tu jardín en un espacio inteligente y sostenible: optimiza el riego, renueva la iluminación, elige materiales ecoamigables y potencia la biodiversidad con estos consejos prácticos para ahorrar energía y cuidar el planeta.

Hacer un jardín más eficiente está en tus manos y no es complicado si sigues estos consejos.

Un jardín no solo embellece un hogar, sino que también consume recursos, y más en verano, ya que el riego, la iluminación y el mantenimiento disparan la factura de agua y luz.

Afortunadamente, con diseño inteligente y tecnología hoy es posible crear un jardín fresco, ecológico y de bajo consumo.

La importancia de un riego eficiente

La mayor parte del consumo energético del jardín viene del riego. La estrategia más eficaz es implementar sistemas de goteo, que entregan agua directamente a las raíces, reduciendo pérdidas por evaporación o escorrentía. Si quieres completar la eficiencia, instala sensores de humedad que ajusten el riego automáticamente, evitando mojar terreno ya húmedo.

Otra opción es captar y aprovechar el agua de lluvia. Para esto basta con colocar bidones junto a canalones, mientras que algo más extremo es reutilizar agua de cocina (por ejemplo, agua de cocción fría), siempre que no contenga grasas o residuos nocivos.

Y lo fundamental: reduce el riego del césped y plantas y reemplázalo por plantas autóctonas o césped artificia. Estas opciones ahorran hasta un 26% de energía térmica, además de agua.

Iluminación sostenible: ahorro con inteligencia

La iluminación exterior puede convertirse en una fuente de gasto energético si no se planifica bien. La solución pasa por combinar luces LED de exterior, que consumen hasta un 30 % menos energía, con sensores de movimiento o crepusculares.

Organizar el jardín por zonas es otra buena alternativa. Por ejemplo, combinar zonas de paso, de estar y de descanso permite encender sólo lo imprescindible, optimizando el consumo.

Las lámparas solares recargables durante el día y con energía renovable también resultan ideales, ya que no requieren conexión eléctrica y ofrecen una iluminación suficiente para ambientes nocturnos suaves.

Integración y planes de mantenimiento

Un jardín realmente ecológico se logra con integración de todos estos elementos e instalando sistemas automáticos para riego y luz, usando materiales naturales, plantas adecuadas, y revisando mensualmente su estado para corregir fugas, bombillas fundidas o residuos no deseados. Estas ideas poco a poco también se van fomentando en las ciudades gracias a los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS)

Este tipo de jardín mejora no solo el consumo energético y el bolsillo, sino también aporta bienestar con espacios frescos, vivos, acogedores y saludables. Y sobre todo, contribuye el ahorro de agua, la reducción de emisiones y la atracción de polinizadores lo convierten en parte de la solución ambiental y urbana.