Guía para visitar el Parque Nacional de Ordesa en otoño: las 3 mejores rutas

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ofrece un espectáculo único en otoño. Descubre en esta guía tres rutas de gran belleza por sus valles, ideales para esta época del año.

Ordesa y sus valles vecinos se visten de gala durante los meses otoñales: descubre las mejores rutas para disfrutar de este espectáculo natural.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra en el Pirineo aragonés, en la provincia de Huesca, España, y es una de las joyas de nuestro país. Declarado Parque Nacional en 1918 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, ocupa una superficie de 15.608 hectáreas, distribuidas entre profundos valles glaciares, cumbres escarpadas y bosques frondosos.

Su topografía es única: valles en forma de “U”, originados por antiguos glaciares, rodeados por colosales paredes de roca caliza y picos que superan los 3.000 metros, siendo el más alto el Monte Perdido (3.355 m), el techo del macizo calizo con mayor altitud del continente europeo.

Rutas ideales para disfrutar de la otoñada en Ordesa

En otoño, la combinación de altitud, relieve y especies vegetales caducifolias convierte a los valles del parque en un espectáculo de colores cálidos, que van del amarillo al rojo intenso, ideal para el senderismo y la fotografía.

La ruta clásica de la Cola de Caballo

La ruta más famosa del Parque Nacional de Ordesa comienza en Pradera de Ordesa, donde se puede aparcar y acceder fácilmente al sendero. Es un recorrido de aproximadamente 17 km ida y vuelta, ideal para disfrutar de cascadas, bosques de hayas y praderas alpinas.

En otoño, el sendero se transforma en un espectáculo de colores cálidos, con hojas amarillas y rojas que contrastan con el azul del río Arazas. La cascada de la Cola de Caballo, al final del recorrido, es uno de los principales atractivos y ofrece fotografías impresionantes, especialmente al amanecer o al atardecer.

Para quienes quieran añadir un plus de dificultad al recorrido, se puede hacer una circular subiendo por la vertical Senda de los Cazadores, solo apta para aquellos que estén en muy buena forma. A cambio, las vistas de la otoñada serán inolvidables.

Entre paredes verticales por el Cañón de Añisclo

El Cañón de Añisclo ofrece un recorrido más agreste y espectacular, con paredes de roca verticales y vistas panorámicas. Es un lugar perfecto para quienes buscan una experiencia más salvaje y tranquila.

El sendero atraviesa el río Bellos y permite descubrir puentes colgantes, miradores naturales y bosques de hoja caduca, que en otoño muestran un intenso contraste de colores y dependiendo del tramo elegido. L ruta puede durar entre 3 y 6 horas, siendo recomendable llevar ropa de abrigo y protección solar.

La impresionante Cascada del Cinca y la naturaleza salvaje de los Llanos de Lalarri

Para quienes buscan otra caminata relativamente accesible, la ruta de Cinca-Lalarri es perfecta. Este recorrido permite disfrutar de la cascada de Cinca, uno de los rincones más pintorescos del parque, con senderos bien señalizados y accesibles para familias.

En otoño, la zona se llena de colores cálidos y hojas que caen suavemente, creando un entorno ideal para paseos relajados y sesiones fotográficas. Además, si coincide con la nieve en las cumbres el espectáculo es único.

El sendero tiene una distancia aproximada de 12 km y es recomendable combinarlo con una parada en los pueblos cercanos como Bielsa para degustar gastronomía local.

No te pierdas la última hora de Meteored y disfruta de todos nuestros contenidos en Google Discover totalmente GRATIS

+ Seguir a Meteored