5 destinos increíbles que parecen sacados de la Tierra Media y no son de ficción, te contamos cómo visitarlos
De Inglaterra a Nueva Zelanda, pasando por Tenerife, exploramos cinco paisajes reales que inspiraron a Tolkien para dibujar los escenarios de sus novelas. Rutas, gargantas, acantilados, pueblos encantadores y un volcán imponente, capaces de transportarte a la mismísima Tierra Media.

Cuando J. R. R. Tolkien escribió El Señor de los Anillos, su imaginación se alimentó de asombrosos escenarios naturales que, previamente, había recorrido en persona.
La bruma y los valles verdes típicamente ingleses, impresionantes formaciones rocosas y bucólicas aldeas centenarias le sirvieron de inspiración para dar forma a la mágica Tierra Media.
Cuando se cumplen setenta años de la publicación del primer libro de su famosísima trilogía, los paisajes que inspiraron a Tolkien siguen ahí, esperando a quienes quieran recorrerlos.
5 destinos para transportarte a la Tierra Media
Así que te presentamos cinco destinos que evocan ese fantástico mundo de elfos, hobbits y magos, pero que existen y están a tu alcance. Porque, como diría Bilbo Bolsón, las aventuras nunca tienen un final y alguien tiene que continuar con la historia…
La Comarca: Lancashire, Inglaterra
El condado de Lancashire, en el norte de Inglaterra, guarda un itinerario único: la ruta de Tolkien.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el escritor se hospedó en el internado Stonyhurst College, así que sus alrededores, especialmente el Valle de Ribble, influyeron en la construcción de uno de sus escenarios literarios más emblemáticos: la Comarca, patria de los hobbits.

Caminando por sus senderos, que forman una ruta circular de unos 11 kilómetros, descubrirás espesos bosques, puentes de piedra y la confluencia de los ríos Hodder, Ribble y Calder, que en las novelas se corresponderían con el Shirebourne, el Withywindle y el Brandywine.
En el camino se puede visitar la iglesia de Santa María, en el cercano pueblo de Newchurch-in-Pendle, que tiene una talla en forma de ojo en la mitad de su torre, similar al Ojo de Sauron.
Shot of Stonyhurst College taken on the Tolkien Trail yesterday. Tolkien wrote part of The Lord Of The Rings there when his son taught at the College, drawing inspiration for Middle Earth from the surrounding countryside. #lancashire #ThePhotoHour #photography pic.twitter.com/P2BFlqjTns
— Neil (@HimInTheNorth) March 19, 2023
Y para retomar fuerzas, nada mejor que hacer una parada en el pueblo de Hurst Green, donde encontrarás el pub Shireburn Arms, del siglo XVII, del que Tolkien era un asiduo.
Minas Moria: Garganta del Cheddar, Somerset, Inglaterra
Ubicada en las colinas de Mendip, cerca de la localidad de Cheddar (Somerset, Inglaterra), la Garganta del Cheddar es un desfiladero de piedra caliza que impresiona por sus paredes verticales y su atmósfera misteriosa.

Este cañón, considerado el más grande del Reino Unido, combina cuevas profundas con panorámicas espectaculares desde la cima de sus acantilados. Allí no es difícil imaginar a un grupo de enanos atravesando sus entrañas en busca de pasadizos secretos.
Para no perderse un detalle, existen rutas de senderismo y visitas guiadas a las cuevas. Además, en el pueblo se elabora el famoso queso amarillo que lleva su nombre.
El bosque de los Trolls: Acantilados de Denize, Waitomo, Nueva Zelanda
Nueva Zelanda ya es sinónimo de Tierra Media gracias al rodaje de las películas de El Señor de los Anillos, pero hay lugares especialmente significativos.
Entre ellos destacan los Acantilados de Denize Bluffs, en Waitomo, unas formaciones de roca basáltica, con más de 25 millones de años, que emergen como murallas naturales en medio de un paisaje ondulado.
Este árbol se encuentra en Nueza Zelanda pero todos los fans de El Señor de los Anillos sabemos que no es sólo un árbol pic.twitter.com/iuasYqBmoE
— Tolkienverse ᚠ (@ToIkienverse) June 21, 2024
Este escenario aparece en la precuela de El Hobbit: Un Viaje Inesperado recreando un bosque en la ladera donde Bilbo Bolsón se enfrenta a troles hostiles. En la serie de televisión, estos acantilados forman parte del hogar en las tierras altas de los Harfoots, una de las tres ramas de los los hobbits.

La zona es privada, pero puede visitarse mediante excursiones organizadas que explican tanto su geología como su conexión con el imaginario tolkieniano.
Las Puertas de Durin: Stow-on-the-Wold, Gloucestershire, Inglaterra
Si la Comarca tuviera un mercado medieval, seguramente se parecería a Stow-on-the-Wold. Este pueblo de los montes Cotswolds conserva calles adoquinadas, casas de piedra dorada y una plaza central que en su día fue escenario de ferias y batallas.

Hospedarse en alguna de sus posadas tradicionales y recorrer los senderos rurales cercanos es una manera perfecta de sentirse parte de la vida tranquila de los hobbits.
Uno de sus mayores atractivos es la iglesia de St. Edward, cuya puerta está enmarcada por dos árboles centenarios que parecen sacados de un portal mágico y que es casi idéntica a las Puertas de Durin, la entrada oculta al interior de una montaña que guarda la ciudad enana de Khazad-dûm.
Monte del Destino: Parque Nacional del Teide, Tenerife, España
Para completar el viaje, en España se alza el Parque Nacional del Teide, un escenario volcánico que podría haber inspirado Mordor y su Monte del Destino.

Sus llanuras de lava solidificada, los roques de formas imposibles y la silueta cónica e imponente del Teide crean un paisaje sobrecogedor.
La altura y el cielo despejado lo convierten también en un lugar privilegiado para la observación de estrellas. Hay senderos para todos los niveles, teleférico y visitas guiadas que permiten explorar este territorio casi onírico.