Unos geoquímicos revelan que los microbios de las profundidades del océano se alimentan de la energía de los terremotos

Sorprendentemente, los terremotos no solo fracturan la corteza terrestres sino que proporcionan energía química a microbios en el subsuelo profundo, alimentando ecosistemas ocultos, según unos geoquímicos chinos.

Los terremotos liberan una cantidad de energía que no solo es visible en la superficie y así lo demuestra los estudios recientes

En zonas profundas de la corteza terrestre, donde la luz del sol no penetra y los nutrientes son escasos, los microorganismos encuentran una fuente inesperada de energía: los terremotos.

Una reciente investigación publicada en Science Advances revela que las fracturas generadas por fallas sísmicas permiten la producción de sustancias químicas energéticas que sostienen comunidades microbianas en ambientes extremos.

La energía liberada durante los terremotos y su papel biológico

Cuando ocurre un sismo, la deformación repentina de rocas como el cuarzo y la interacción con el agua producen pares redox, liberando hidrógeno y generando gradientes químicos favorables.

Estos cambios desencadenan ciclos de óxido-reducción del hierro, del Fe²⁺ al Fe³⁺ y viceversa, lo que proporciona energía accesible para que los microbios subsistentes funcionen.

En experimentos replicados en laboratorio, se observó que la producción de hidrógeno en fracturas ricas en microbios era hasta 100.000 veces mayor que en otros procesos conocidos como la serpentinización o la radiolisis.

Esto demuestra que los terremotos actúan como baterías geológicas que energizan el subsuelo profundo.

Un ecosistema alimentado por la geología, no por la fotosíntesis

A diferencia de la mayoría de ecosistemas conocidos, este entorno no depende de la luz solar. En cambio, los microbios obtienen energía de reacciones químicas impulsadas por fuerzas tectónicas.

La ruptura de rocas y la interacción agua - roca permiten generar compuestos ricos en energía, como el hidrógeno, que actúan como combustibles para microorganismos termoquinotróficos.

Este hallazgo no solo redefine nuestra comprensión de los límites de la vida en la Tierra, sino que amplía las posibilidades de vida en otros planetas o lunas con tectónica activa pero sin atmósfera luminosa.

Implicaciones científicas y astrobiológicas

Estos hallazgos tienen una serie de implicaciones científicas importantes que comentaremos a continuación.

  1. Expansión del conocimiento de la biosfera profunda: se confirma que l a vida puede existir en zonas extremadamente aisladas, sin fuente solar ni nutrientes tradicionales.
  2. Modelos de habitabilidad extraterrestre: planetas o lunas con actividad tectónica pero sin luz solar, como Europa o Encélado, podrían tener ecosistemas que dependan también de reacciones redox inducidas por fallas.
  3. Mayor comprensión de los ciclos biogeoquímicos: estos procesos sísmicos alimentan redes microbianas que participan en el ciclo del carbono, hierro, nitrógeno o azufre a escala profunda.

Referencia de la noticia:

Xiao Wu et al.,Crustal faulting drives biological redox cycling in the deep subsurface.Sci. Adv.11,eadx5372(2025).DOI:10.1126/sciadv.adx5372