Vientos catabáticos: los guardianes del aire frío que podrían desaparecer con el calentamiento global
Los glaciares de montaña desempeñan un papel fundamental en las interacciones entre el clima y el suelo, dando forma al ciclo hidrológico de las montañas y constituyendo una parte importante del agua del planeta.

Los glaciares suelen denominarse "torres de agua" porque almacenan alrededor del 70% del agua dulce del planeta y sirven como depósito natural de agua que se libera, principalmente a través del deshielo, para alimentar los ríos y abastecer a las comunidades aguas abajo.
Vientos catabáticos y resistencia al calentamiento global
Los vientos catabáticos son fenómenos naturales que se producen cuando el aire frío y denso fluye desde altitudes elevadas hacia regiones más bajas y pueden tener un impacto significativo en los climas locales, especialmente en regiones con glaciares de montaña, que presentan temperaturas muy bajas en las cumbres.
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— Copernicus EU (@CopernicusEU) March 14, 2024
In Antarctica, katabatic winds (strong winds caused by high pressure differences) contribute to the continent's extreme climate
Sometimes they can reach hurricane force & shape the #SeaIce, as it happened off the Inexpressive Island on 6 March#Sentinel2 image pic.twitter.com/4MmsiARu8I
Gracias a los vientos catabáticos, los glaciares de montaña han enfriado el aire circundante, pero esta situación podría cambiar debido al calentamiento global.
Estos vientos se crean cuando el aire se enfría a mayor altitud y se vuelve más denso que el aire más cálido de las capas inferiores. La masa de aire frío cercana a los glaciares se desplaza, por lo tanto, hacia las regiones más bajas circundantes.
Sin embargo, según un estudio reciente publicado en la revista Nature Climate Change, este efecto de enfriamiento podría no durar mucho más. Investigadores del Instituto Austríaco de Ciencia y Tecnología (ISTA) han descubierto que los glaciares pronto alcanzarán su máxima capacidad de enfriamiento.
En este estudio, Thomas E. Shaw y su equipo examinaron datos de 350 estaciones meteorológicas ubicadas en 62 glaciares de todo el mundo, lo que representa un total de 169 campañas de medición realizadas durante el verano. Estas estaciones han estado monitoreando los cambios de temperatura durante años.

Los investigadores se centraron en la diferencia entre la temperatura del aire medida sobre la superficie de los glaciares y la temperatura del aire del terreno circundante no glaciar. La relación entre estas dos temperaturas se denomina "desacoplamiento térmico".
Las temperaturas del aire sobre muchos glaciares de montaña están desacopladas de las de su entorno, lo que provoca un enfriamiento local y dificulta el deshielo.
Sin embargo, mediante el uso de modelos para predecir el futuro, el equipo descubrió que este efecto de enfriamiento alcanzará su punto máximo entre los años 2020 y 2030.
Después de eso, los glaciares comenzarán a perder masa más rápidamente, se volverán más delgados y perderán su capacidad para mantenerse fríos.
Cuando los glaciares pierden suficiente masa, se calientan más rápidamente, acelerando su retroceso.
Un llamado a la acción global
Aunque las temperaturas globales siguen aumentando, la superficie de muchos glaciares se calienta más lentamente, según el estudio. Algunos, como los inmensos glaciares del Himalaya, enfrían enormes masas de aire que luego descienden por las laderas, enfriando los valles inferiores. Este enfriamiento natural podría parecer un signo de resiliencia, pero los científicos afirman que es solo temporal.

Según el estudio, el efecto de enfriamiento no durará mucho y se producirá un cambio de tendencia antes de mediados de siglo. A partir de entonces, se prevé que el deshielo y la fragmentación causados por el calentamiento antropogénico se intensifiquen, con un calentamiento más rápido de los glaciares cerca de su superficie y una reducción acelerada de su velocidad.
Sin embargo, según Thomas E. Shaw, uno de los autores del estudio, si la tendencia actual continúa, saber que el autoenfriamiento de los glaciares continuará durante algunos años más puede brindar más tiempo para optimizar los planes de gestión del agua en las próximas décadas.
El mismo autor afirma que la pérdida de glaciares es inevitable y que, incluso con los esfuerzos por frenar el cambio climático, muchos de los glaciares de montaña del mundo ya se encuentran en una fase demasiado avanzada para poder salvarlos.
A la luz de las conclusiones del estudio, el equipo insta a los directivos a que tomen medidas globales inmediatas para reducir las emisiones y gestionar eficazmente los recursos hídricos cada vez más escasos.
Referencia de la noticia
“Mountain glaciers recouple to atmospheric warming over the twenty-first century”, Thomas E. Shaw et al., Nature Climate Change, Published: October 2025.
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