Tornados más frecuentes junto al Mediterráneo, previsión de un estudio

Un nuevo estudio ha puesto en relieve cómo el calentamiento del mar Mediterráneo puede favorecer y hacer que los tornados en sus costas sean más frecuentes que en el pasado.

Tornado
Un nuevo estudio destaca por qué los mares más cálidos pueden hacer que los tornados sean más frecuentes y violentos.

En las últimas fechas hemos asistido a una multiplicación de avistamientos de mangas marinas y tornados en las costas italianas, que estos días también han ocurrido en Barcelona o Alicante, en parte debido a las nuevas tecnologías y las redes sociales actuales, que hacen cada vez más visibles estos fenómenos en comparación con hace unas décadas. Como resultado de esto, en los últimos años, especialmente junto al Mediterráneo, existe una tendencia creciente a ver estos fenómenos meteorológicos extremos, en comparación con la media climatológica de las últimas décadas.

¿Cómo se desarrollan los tornados y las mangas marinas?

Debemos conocer que los tornados y las mangas marinas no son exactamente lo mismo. La única diferencia real entre un tornado y un tornado radica en la tormenta que lo generó . Los tornados se forman en el interior de las células de tormenta que presentan, en su interior, un movimiento de vórtice, inducido por la presencia de una pequeña baja presión dentro del cumulonimbo, denominada mesociclón.

Tales tormentas, provistas de un movimiento giratorio interno, se denominan supercélulas y representan el tipo de tormenta más violenta que se encuentra en la naturaleza.

¿Cuál es la conexión entre estos fenómenos y el cambio climático?

Para responder a esta pregunta tan compleja, es necesario utilizar el método científico, haciendo uso de las leyes de la termodinámica representadas en modelos meteorológicos, describiendo los intercambios de vapor de agua y los flujos de energía y calor entre el mar y la atmósfera. La termodinámica, en este caso, nos dice que en el desarrollo de estos eventos muy localizados, como un tornado, un parámetro importante es la temperatura superficial del mar.

Esto se debe a que un mar más cálido proporciona más energía a un tornado, lo que también hace que se vuelva particularmente violento. Mientras estos tornados permanezcan en el mar o golpeen áreas que no están densamente pobladas no hay problema. Sin embargo, cuando estos fenómenos tocan el suelo, pasando por centros habitados, ciudades o grandes centros industriales, nos encontramos con daños muy graves y a veces tragedias.

Mangas marinas
Dos mangas marinas en acción frente a la costa de Liguria.

El nuevo estudio científico sobre tornados mediterráneos

Un artículo científico reciente, publicado en la revista internacional Scientific Reports, explica exactamente por qué un mar más cálido que la media climatológica puede estimular estos fenómenos, como los observados recientemente en el sur de Sicilia . En este artículo científico, los autores toman como ejemplo el tornado que azotó la zona portuaria de la ciudad italiana de Tarento y la planta de ILVA, el 28 de noviembre de 2012, provocando una muerte (un trabajador de fábrica) y daños por 60 millones de euros.

Durante ese evento tornádico, la temperatura del mar Jónico estaba alrededor de +1 °C por encima del promedio climatológico del período (siendo este un promedio muy reciente, porque se refiere a las dos décadas de 1985-2005, y por tanto relacionado con un tramo en el que el calentamiento global ya estaba avanzado).

Aquí está la correlación directa entre el mar cálido y el desarrollo de tornados

Utilizando los datos de temperatura del mar, aplicaron un modelo meteorológico de alta resolución (aproximadamente 1 km de cuadrícula), que demostró ser capaz de reproducir correctamente la trayectoria de la supercélula que derivó en el tornado de Taranto .

Los mismos autores realizaron otra simulación con el mismo modelo exacto, pero tomando como referencia las temperaturas del mar con valores cercanos a la media climatológica del período. Esta última simulación mostró cómo con una temperatura del mar de solo -1 °C (en el promedio, por tanto), la famosa supercélula no se habría formado y, en consecuencia, el tornado no se habría desarrollado. Por el contrario, al aumentar la temperatura en +1 °C el tornado habría sido aún más intenso.

El estudio, realizado por ilustres autores en Italia, como Mario Marcello Miglietta, Jordi Mazon, Vincenzo Motola y Antonello Pasini, ha puesto de relieve cómo nuestro Mediterráneo está cada vez más acostumbrado a este tipo de fenómenos violentos. Su intensidad está destinada a aumentar más rápidamente una vez superado un determinado valor de temperatura, con inevitables repercusiones en nuestros territorios.