¿Se pueden prevenir las enfermedades autoinmunes modificando el entorno? La hipótesis de un médico de Estados Unidos
El número de personas que padecen enfermedades autoinmunes no deja de crecer, especialmente en las últimas décadas. Esta tendencia ha llevado a los científicos a replantearse las causas detrás de estos trastornos: ¿y si fuera una respuesta al entorno?

¿Y si el verdadero enemigo no fuera nuestro cuerpo, sino el mundo que nos rodea? Las enfermedades autoinmunes, tradicionalmente vistas como errores del sistema inmunitario, podrían tener una causa externa más controlable de lo que se pensaba.
Ahora, Frederick W Miller, exsubdirector de la División de Investigación Clínica y antiguo jefe del Grupo de Autoinmunidad Ambiental del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., afirma en un estudio que el entorno actual podría ser el verdadero detonante de estas patologías en aumento.
Un sistema inmune que no se equivoca
Durante décadas se creyó que el sistema inmunitario de las personas con enfermedades autoinmunes se confundía y atacaba por error a su propio cuerpo. Sin embargo, una nueva línea de investigación plantea una hipótesis disruptiva: el sistema inmunitario está respondiendo a amenazas reales, pero externas, que se parecen mucho a las estructuras del organismo.
Autoimmune diseases have skyrocketed in the last 2 decades.
— Dr. BP | Metabolism 2.0 (@DrBPHealth) December 17, 2024
A recent study showed how to naturally reduce these by 30%!
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1) Rheumatoid Arthritis
2) Hashimotos Thyroiditis
3) Psoriasis
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Esta teoría implica que las enfermedades autoinmunes serían el efecto colateral de una defensa bien intencionada, pero mal direccionada. En lugar de una disfunción interna, lo que tendríamos es una respuesta lógica a un entorno desajustado para el cuerpo humano.
El auge de un problema global
Las enfermedades autoinmunes están en aumento a nivel mundial. Algunas afectan órganos específicos, como la esclerosis múltiple o la enfermedad celíaca, mientras que otras, como el lupus, tienen un impacto sistémico. Son más comunes en mujeres y, debido a la variedad e inespecificidad de los síntomas, su diagnóstico suele tardar años.

El crecimiento acelerado de estos trastornos ha llevado a los científicos a mirar más allá de la genética. Dado que nuestro ADN no ha cambiado de forma significativa en las últimas generaciones, el foco se ha puesto en el entorno: alimentación, estrés, contaminantes, estilo de vida urbano y uso de antibióticos que alteran la microbiota.
Cuando el enemigo se disfraza
Una de las claves de esta nueva interpretación es el mimetismo molecular. Se trata de la similitud entre ciertas moléculas externas (como proteínas de alimentos o bacterias) y componentes del propio cuerpo. Esta semejanza engaña al sistema inmunológico, que reacciona de forma agresiva y, sin querer, daña tejidos propios.
Un ejemplo revelador es el del gluten. Investigaciones han demostrado que ciertas proteínas del gluten se parecen a las de algunos patógenos microbianos. Al ingerirlo, se activa una respuesta inmune similar a la de una infección. En individuos predispuestos, esto puede contribuir a enfermedades como la diabetes tipo 1 o la tiroiditis autoinmune, sin que el gluten sea “el culpable directo”, sino el detonante en un ecosistema intestinal ya alterado.
Factores ambientales bajo la lupa
Estos descubrimientos refuerzan la importancia del entorno en la aparición de enfermedades autoinmunes. La dieta rica en ultraprocesados, el uso excesivo de antibióticos, la falta de exposición a la naturaleza, la contaminación y el estrés crónico alteran profundamente la microbiota intestinal, debilitando la tolerancia del sistema inmune.

Los investigadores señalan que las personas que viven en zonas rurales, con mayor contacto con bacterias naturales y dietas más limpias, presentan menos enfermedades autoinmunes. Este “efecto protector” del entorno natural podría ser la clave para futuras estrategias de prevención.
¿Es posible prevenirlas?
Si las enfermedades autoinmunes son en parte una respuesta al entorno moderno, modificando ese entorno también podríamos prevenirlas. Mantener una dieta antiinflamatoria, evitar alimentos ultraprocesados, practicar ejercicio físico, gestionar el estrés y fomentar una microbiota saludable son estrategias que ya muestran beneficios, incluso en pacientes diagnosticados.
Autoimmune diseases have skyrocketed in the last 2 decades.
— Dr. BP | Metabolism 2.0 (@DrBPHealth) October 26, 2024
Chances are you know someone suffering with one of the following 9 conditions:
1) Rheumatoid Arthritis
2) Multiple Sclerosis
3) Psoriasis
4) Hashimotos Thyroiditis
5) Vitiligo
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El tratamiento convencional no pierde valor, pero se abre paso una medicina más preventiva y personalizada, que atiende a la interacción entre cuerpo y ambiente.
Lejos de ser un error inexplicable del organismo, las enfermedades autoinmunes podrían ser una señal de advertencia: nuestro cuerpo está reaccionando a un entorno para el que no está preparado. Si el entorno moderno es parte del problema, quizá también sea parte de la solución.
Referencias de la noticia
Miller, F. W. (2023). The increasing prevalence of autoimmunity and autoimmune diseases: An urgent call to action for improved understanding, diagnosis, treatment and prevention. Frontiers in Public Health.